Con compostura, enfrentamos valientemente estos eventos desafiantes, apoyándonos en nuestra sabiduría colectiva, para capear esta tormenta juntos.
 
Ante los desastres naturales y los provocados por el hombre, desde la perspectiva budista, aprendemos a aceptar las causas y los efectos, así como a enfrentar estos desastres con compostura.
 
Las posibilidades de desastres provocados por el hombre disminuirían en un entorno armonioso. Cuando hay un equilibrio en las causas y condiciones, la sociedad se vuelve más estable y esto conduce a una reducción de los desastres naturales.
 
Como tal, cuando nos enfrentamos a desastres naturales y provocados por el hombre, debemos esforzarnos por mantener la compostura y la calma, además de hacer todo lo posible para estar en armonía entre nosotros y con el medio ambiente.
 
Ayudarse a sí mismos antes de ayudar a otros solo es posible para aquellos que se ayudan a si mismos. Deberíamos intentar estar en paz con nosotros mismos y apreciar nuestras afinidades kármicas y bendiciones. Recitemos y cantemos frecuentemente "Namo Bodhisattva Guan Yin" y "Namo Buda Amitabha"; estemos en paz con nuestras circunstancias, pensamientos y condiciones; estemos atentos a nuestro corazón en todo momento y desarrollemos una mente tranquila y quieta.
 
Se espera que la "luz de la compasión" y la "luz de la sabiduría" del Dharma traigan calidez al mundo, para que todos podamos estar sanos, en paz, seguros y tener prosperidad. Eso es realmente la paz fiable y duradera por la que nos esforzamos.
 
- Extractos de "Con tranquilidad en la mente, tendremos paz en la vida" del Maestro Sheng Yen
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