Las razones por las que las personas toman decisiones como la de ser vegetariano son muy diferentes. Algunos quieren dejar la carne por religión o creencia, otros se hacen vegetarianos por la promesa a la que se comprometen ante la estatua del Buda. Otros siguen el régimen vegetariano para adelgazar, y también hay otros que lo hacen por la protección medioambiental o por un ideal humanista. En Taiwan todavía no hay datos estadísticos exactos acerca del número de vegetarianos. Por lo general, las razones por las que la gente elige una dieta vegetariana tienen una íntima relación con las religiones, de las cuales la principal es el Budismo.  

Ser vegetariano por compasión con los animales

¿Por qué el Budismo promueve el vegetarianismo? Desde el punto de vista compasivo, el abstenerse de comer carne es pretender liberar a los animales del sufrimiento. En muchas parábolas y metáforas budistas, se cree comúnmente que los seres humanos y los animales están relacionados entre sí y son interdependientes. La doctrina budista que llamamos reencarnación es en efecto una manifestación concreta del punto de vista del Budismo hacia los seres animales. Su idea parte de la base de que todos los seres, sean humanos o animales, somos iguales.

El Budismo sostiene que todos los seres sintientes tienen sensaciones y sentimientos. Como tienen sensaciones y sentimientos, debemos abstenernos de matar a cualquier criatura. Por consiguiente no consumimos carne. En el Lankavatara Sutra se explica claramente la relación entre el primero de los Cinco Preceptos y el estilo de vida vegetariano.

Si podemos sentir el sufrimiento ajeno como propio y mirar el mundo desde una perspectiva más amplia, descubriremos que además de la compasión por los seres sensibles, también es de gran ayuda para la protección medioambiental en el globo el practicar el vegetarianismo. Vivimos en una era caracterizada por la crisis múltiple. Mucha gente cree que los problemas medioambientales cada vez más graves amenazarán el globo en el que vivimos. Los seres humanos crían animales para consumir su carne, y este hecho ha causado inevitablemente muchos problemas ecológicos. El filósofo Peter Singer en “Liberación Animal”, su libro publicado en 1995, nos ha ofrecido unos datos estadísticos muy simples e interesantes: “Tomamos la cria intensiva de vacas como ejemplo, para la producción de cada 500 gramos de carne de bistec, es necesario emplear un promedio de 2,5 kilos de cereales y 10000 litros de agua, esta cantidad equivale a la energía que pueden producir 4 litros de gasolina y 16 kilos de tierras agrícolas cultivadas.” De ahí se deduce que la cria de animales para el consumo de su carne gasta considerablemente los recursos energéticos y naturales de la Tierra. De este modo, debemos buscar una solución permanente para evitar desperdiciar los recursos naturales de la Tierra con miras tan estrechas. 

Hagámonos vegetarianos por la salud  

Hoy día, los pesticidas y los insecticidas se encuentran en todas partes de nuestro medio ambiente, y los primeros en recibir las influencias de contaminación producida por pesticidas son los vegetales. Por lo tanto, podemos decir que los vegetales son las primeras víctimas. Los vegetales son contaminados con pesticidas, y las vacas, carneros, cerdos y las gallinas se alimentan de cereales y vegetales contaminados. De esta manera esos contaminantes penetran en el cuerpo de los animales. Sin embargo, el ser humano es el consumidor final de cada eslabón de la cadena alimenticia, y nosotros somos los últimos en recibir la influencia de contaminación.

Hace varios años la enfermedad de la vaca loca extendida por Inglaterra (La Encefalopatía Espongiforme Bovina, EEB, por sus siglas en español) es una enfermedad que puede afectar tanto a animales de ganado como a los seres humanos. Y los que comen carne contaminada pueden tener una alteración neurológica de sectores específicos del cerebro. Además, cada vez más expertos y estudiosos creen que los virus, que causan enfermedades tales como la fiebre aftosa en cerdos (Foot and Mouth Diseases, FMD, por sus siglas en inglés), la fiebre aviar, e incluso el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (el SARS, por sus siglas en inglés) que causó gran pánico en el mundo hace muchos años, provienen de los animales y han sufrido lo que se denomina un cambio antigénico y son patógenos. Aunque no podemos echarles toda la culpa a los productos cárnicos, sin embargo ciertamente existe una relación muy estrecha entre las aves de corral, el ganado doméstico y la salud humana. De ahí se infiere que no hace falta intentar explicar con palabras si es mejor practicar el vegetarianismo o alimentarse de carne.   

¿Practicar el vegetarianismo conduce verdaderamente a una buena salud?

En realidad, ciertamente existen algunos problemas pendientes de solución en la comida vegetariana tradicional. Por consiguiente, volviendo a la cuestión de los alimentos comestibles, ¿qué hemos comido?, ¿cómo alimentarnos para estar más sanos?. Indudablemente son preguntas a las que debemos encontrar rápidamente sus respuestas. Por otro lado, si no cocinamos los alimentos de forma adecuada, seguir el régimen vegetariano no puede garantizar nuestra salud. Por el contrario, si se añade demasiado aceite, mucha sal a las comidas y se emplea demasiado tiempo en cocinar la comida, entonces los alimentos comestibles, aunque sean muy nutritivos, saludables y naturales, pierden su valor nutricional. ¿Cuál es la mejor forma de cocinar los alimentos? Bajo el concepto de la dieta saludable y ligera: “poco sal, poco azúcar, poco aceite y más fibras vegetales”. Cómo hacer una comida sabrosa,  también es un asunto al que los modernos vegetarianos deben dedicar una atención especial.   

En el Budismo, el punto de partida para promover el vegetarianismo radica en abstenerse de matar a cualquier criatura y respetar a todos los seres vivientes. Aunque no se toma en consideración nuestra propia salud, sin embargo indudablemente en el pasado el principal argumento del Budismo para promover el vegetarianismo consistió en que alimentarse de forma vegetariana tenía un propósito positivo de liberar a todos los seres del sufrimiento, erradicar las perturbaciones mentales y eliminar los dolores corporales. Por consiguiente, podemos decir que es una protección espiritual capaz de purificar la mente humana. Hoy día, a través de practicar el vegetarianismo podemos alcanzar el objetivo de mantener una buena salud desde dentro hacia afuera. Aparte de cuidarnos bien a nosotros mismos y respetar la vida de los animales en el mismo sentido que respetamos a los humanos, también podemos construir una relación más íntima entre nuestra vida individual y el mundo a través de practicar el vegetarianismo. Incluso podemos decir en voz muy alta: ¡Por el amor a la Tierra, practiquemos el vegetarianismo!

 
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