
- Horario recomendado: No se limita
- Lugar recomendado: No se limita
- Instrumentos auxiliares: Un mala (rosario budista) o un contador (digital) de cuentas de mano.
- Lo que se debe hacer: Relajar tanto el cuerpo como la mente. No pensar en el pasado ni en el futuro y tan solo concentrarse en el momento presente.
Recitar mentalmente/en silencio: Se recomienda a los practicantes que lleven consigo un mala. Mientras recitamos el nombre de Buda una vez, pasamos una cuenta en el mala. Llevar un rosario budista nos recuerda a nosotros mismos que debemos recitar el nombre de Buda para purificar nuestro cuerpo, habla y mente.
Recitar en voz alta: Recitar el nombre de Buda en voz alta es el método más fácil y conveniente. Cuando surgen los pensamientos vagabundos durante nuestra práctica, si recitamos el nombre de Buda en voz alta esos pensamientos errantes se disminuirán de forma natural. Al recitar el nombre de Buda en voz alta, mantenemos nuestros ojos abiertos, respiramos de forma simple y natural, utilizando la fuerza abdominal para recitar continuamente el nombre de Buda en voz alta. Escuchamos nuestra propia recitación del nombre de Buda y concentramos la mente en ella misma, sin hacer caso de que nuestra respiración sea corta o larga.
Recitar mientras se cuenta un número: Mientras recitamos el nombre de Buda una vez, contamos (mentalmente) un número. Por ejemplo: Amituofo (Buda Amitabha en chino) uno, Amituofo dos...hasta llegar a Amituofo diez, y empezamos nuevamente por Amituofo uno. Si los pensamientos vagabundos nos hacen perder la cuenta, o vamos más allá de diez, tan pronto como estemos concientes de eso, empezamos nuevamente desde Amituofo uno. La idea básica es que a través de la concentración en la simple técnica de contar, se deja a la mente con menos oportunidad para pensamientos vagabundos.
La recitación del nombre de Buda no se limita a un determinado lugar o a una determinada hora del día. Siempre que podamos concentrar nuestra mente en la recitación del nombre de Buda, podremos hacerlo en cualquier momento y en cualquier lugar. Se recomienda a los practicantes que todos los días reciten el nombre del Buda una cantidad fija de veces. Por ejemplo, recitar el nombre de Buda tres mil o diez mil veces al día. El objetivo de contar el número de recitaciones radica en impulsar y alentar a los practicantes a completar una práctica diaria. Después de terminar con nuestra práctica diaria, al final del día podemos dedicar los méritos a nuestros seres queridos, amigos y todos los seres sintientes en todos los reinos del Dharma.