
Los practicantes budistas pueden llevar consigo un contador (digital) de cuentas de mano o un mala (rosario budista). Por un lado, esto nos ayuda a contar cuántas veces hemos recitado y así ir acumulando confianza. Por otro lado, puede recordarnos y animarnos a terminar la práctica lo mejor que podamos en ese día. Al comenzar a realizar la práctica regular, no es necesario que los principiantes se autoimpongan mucha presión, sino que deben practicar con perseverancia, comenzando con una meta alcanzable y luego agregando más contenido a la práctica regular según sus condiciones y el tiempo disponible.
Si a uno todavía le resulta difícil recitar sutras y cantar mantras un número fijo de veces al día, puede probar el "Método de Diez Recitaciones por la Mañana y por la tarde", un método hábil creado por Tzu-yun Tsun-shih de la dinastía Song:
Después de lavarte la cara y cepillarte los dientes por la mañana, haz tres postraciones y junta las palmas de las manos, manteniendo la parte superior del cuerpo recta. Inhala profundamente y luego empieza a recitar sin interrupciones el nombre del Buda Amitabha "Namo Amituofo" hasta que se agote tu aliento. Recita "Namo Amituofo, Namo Amituofo, Namo Amituofo ..." hasta que quedes sin aliento, eso cuenta como "una recitación." Después de terminar diez "recitaciones", recita los versos de dedicación de méritos y haz tres postraciones para completar la práctica del método de diez recitaciones. Realizar diez recitaciones por la mañana y por la tarde es fácil, ahorra tiempo y puede ayudar a los practicantes a enfocar la mente. Por lo tanto, se considera uno de los mejores métodos de práctica para las personas ocupadas.