Meditar caminando, por lo general, se refiere a concentrarse en el andar mismo en un espacio designado durante un retiro Chan, a menudo alternando entre sesiones de meditación sentada, para regular el cuerpo y pacificar la mente de los practicantes. En nuestravidacotidiana, cuandosentimoscansanciodespués de comer, o sentimos somnolencia durante la meditación sentada, podemos practicar la meditación caminando para ayudar a mejorar la digestión o eliminar la somnolencia. Según la velocidad de caminar y su función, la meditación caminando se divide en meditación caminando a paso lendo y meditación caminando a paso acelerado.

Meditación caminando a paso lento es una forma de andar dando pasos muy lentos, que puede ayudar a los practicantes a concentrar su atención en los movimientos de los pies, sin dejarse distraer por sus pensamientos erráticos y el ambiente externo, de esta manera pueden mantener la atención plena en cada momento y son claramente conscientes de cada uno de los pasos dados. El procedimiento del método es el siguiente:


Requisitos:
1. Posición de la parte superior del cuerpo: La parte superior del cuerpo debe mantenerse en la misma postura como en la meditación sentada. Es decir, mantén la cabeza erguida, recoge un poco la barbilla y mantén la parte inferior de la espalda recta, sin inflar el pecho.
2. Gesto de las manos: La mano derecha se forma ligeramente un puño vacío, sosteniendo delante del abdomen (véase foto a1); la mano izquierda recubre la mano derecha, con el dedo pulgar de la mano izquierda tocando la parte superior del puño y los demás dedos recubriendo el dorso de la mano derecha. (véase foto a2).
3. Posición de las dos manos: Las dos manos deben permanecer por encima del ombligo, alrededor de dos dedos de ancho del cuerpo.
4. Los brazos: Los antebrazos deben estar paralelos al suelo. Deja que los brazos cuelguen naturalmente. Los brazos superiores forman un ángulo de 90 grados con los antebrazos. (véase foto a3).
5. Los ojos: Mantén los ojos ligeramente abiertos. Mira al suelo al frente sin fijarte en nada en particular. Relaja los músculos de la cara y sonríe suavemente.  

6. Cuerpo entero: Mantén todo tu cuerpo entero, de la cabeza a los pies, relajado. 

Método:
1. Para dar un paso hacia adelante, levanta lentamente el talón, luego la planta del pie y después los dedos del pie. Siente las sensaciones de cómo el talón, la planta del pie y losdedos del pie levantan del suelo. Cuanto más lentos sean los movimientos, mejor. (véase foto a4.)
2. Da lentamente un paso de medio pie de largo hacia adelante (no sobrepasa la longitud de un pie). Sé consciente de los pies que se mueven hacia adelante.
3. Posa lentamente los dedos, la planta del pie y el talón en el suelo. Siente claramente cómo los dedos del pie, luego la planta y por último el talón tocan el suelo. (véase foto a5).
4. Cuando el pie está firmemente apoyado en el suelo, siente que éste es como si fuera un imán que atrae el pie.
5. Después de que un pie esté firmemente apoyado en el suelo, levanta el otro pie del suelo para dar otro paso hacia adelante, utilizando el mismo método y a la misma velocidad.
6. Al meditar caminando, si se debe hacer un giro a la derecha, primero da un paso hacia adelante con el pie izquierdo y luego el pie derecho gira 90 grados hacia la derecha, y finalmente el pie izquierdo también gira a la derecha.


Cuando meditamos caminando a paso lento, ¿cómo mantenemos la mente enfocada? Hay dos métodos que podemos utilizar. Uno de ellos consiste en poner nuestro foco de atención en el pie en movimiento, siendo claramente consciente de cómo levanta, da el paso, mueve, toca el suelo y de cómo cambiamos de pie. En cada momento seamos claramente conscientes de las sensaciones de cómo los dedos del pie, la planta y el talón tocan el suelo. Después de que un pie esté firmemente apoyado en el suelo, cambia tu foco de atención al otro pie y luego continúa caminando.

Otro método consiste en poner la atención en el pie inmóvil, siente el pie firmemente apoyado en el suelo como una roca. Mientras das un paso lento con el otro pie, concéntrate en el pie inmóvil. Cuando el pie en movimiento se quede completamente inmóvil, desvia tu atención al pie inmóvil.

En cuanto a qué método utilizas, eso depende de cuál de ellos puede ayudarte a concentrarte mejor a la hora de meditar caminando. No importa cuál de estos métodos utilicemos, el punto clave radica en caminar continuamente y sin interrupciones y concentrar la mente en los movimientos repetitidos.

 
Al meditar caminando a paso lento, tan solo debemos concentrarnos en los movimientos de los pies, no hay necesidad de mirar fijamente nuestros pasos. Simplemente relajamos todo nuestro cuerpo y mantenemos nuestra mente estable y tranquila. Debemos tener en cuenta, en particular, que antes de que el pié esté completamente apoyado en el suelo, no debemos tener prisa por dar otro paso. Cuando nos concentremos en cada uno de los movimientos de los pies, de manera natural nuestra mente irá transquilizándose, sin tener otros pensamientos erráticos e ilusiones.

 
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