Ajustar nuestra dieta, sueño, cuerpo, respiración y mente

Antes de comenzar nuestra práctica de meditación, en primer lugar debemos ajustar y relajar nuestro cuerpo, para asegurarnos de que nuestra mente está lo suficientemente tranquila antes de utilizar los métodos de práctica. Por consiguiente, entre los principios esenciales para la práctica de la meditación existen cinco ajustes básicos, es decir, ajustar los cinco aspectos de nuestra vida diaria: nuestra dieta, sueño, respiración, cuerpo y mente. Aunque el propósito de la meditación es ajustar nuestra mente, sin embargo, su fundamento comienza con la regulación de los cuatro aspectos anteriormente mencionados.


1. Ajustar nuestra dieta
Todos nosotros necesitamos comer todos los días, por lo que el primero de los cinco ajustes básicos para la práctica de la meditación es ajustar nuestra dieta. La gente hoy en día disfruta de un alto nivel de vida material, por eso, algunas personas a menudo tienden a comer en exceso, mientras que otras personas pueden seguir una dieta poco saludable solo para perder peso por belleza. Además, las personas pueden comer en horarios irregulares, complacerse con tentempiés durante el día o hasta muy tarde por la noche y desarrollar el hábito de comer como escape emocional. Estos hábitos aparentemente triviales conducirán a una ingesta nutricional desequilibrada, lo que eventualmente pondrá en peligro nuestra salud. Debemos establecer hábitos alimenticios saludables, comer con moderación y tener una nutrición equilibrada. Cuando vayamos a un retiro de meditación, debemos evitar alimentos y bebidas estimulantes, tales como té, café, comidas picantes y alcohol, ya que éstos afectarán nuestra práctica meditativa. De esta forma, necesitamos ajustar nuestra dieta.

2. Ajustar nuestro sueño
Todos sabemos que dormir bien es importante, pero a veces parece bastante difícil tener una buena noche de sueño. Muchas personas sufren de insomnio o sueñan frecuentemente y, por lo tanto, anhelan tener una buena noche de sueño. Dormir bien nos ayuda a sentirnos mejor durante el día, tener un buen estado de ánimo, sentirnos refrescados, y disfrutar de una buena salud. De lo contrario, si no dormimos bien, nos sentimos sin energía, agitados, irritables y estresados, lo que afectará nuestra salud a largo plazo. Bajo esta situación, cuando nos sentamos a meditar, nos sentiremos fácilmente embotados y adormilados, por lo que no podremos obtener los beneficios y efectos de la práctica diaria de la meditación. 

A muchos noctámbulos les gusta quedarse despiertos hasta altas horas de la noche, lo cual perjudica su salud. Dormir lo suficiente es fundamental para la salud y bienestar, pero, ¿es necesario dormir mucho? En realidad, lo más importante es tener un sueño de calidad. Si es posible, tratemos de dormir sobre el lado derecho. De esta manera, se ejercerá menos presión sobre nuestro corazón y estómago, además se puede ayudar a que nuestro cerebro y cuerpo se relajen completamente, lo que nos permite dormir bien. Dormir con estrés a menudo conducirá a sueños frecuentes y privación del sueño. Bajo esta situación, es imposible que tengamos un buen descanso nocturno. Antes de irnos a la cama, debemos decirnos a nosotros mismos que dejemos de lado temporalmente lo que nos queda dando vueltas en la cabeza, que no nos preocupemos por los quehaceres inacabados, que es inútil preocuparnos por ellos y que lo más importante es tener una buena noche de sueño.   

En la sala de meditación, se ve a menudo que algunos practicantes Chan se quedan dormidos tan pronto como se sientan a meditar. Una posible razón es que estén demasiado cansados y tengan estrés crónico. Cuando se les presenta la oportunidad de relajarse, se quedan dormidos en ausencia de presiones externas. Esto es muy normal. Después de uno o dos días de ajuste podrán recuperar la energía y se darán cuenta de que incluso dormir seis horas es lo suficiente y se despiertan sintiéndose reposados.

3. Ajustar nuestro cuerpo
La regulación de nuestro cuerpo se puede realizar en movimiento o en quietud. En el primer caso, podemos realizar actividades físicas suaves y leves, tales como caminar o pasear; en el segundo caso, podemos sentarnos en meditación. Siempre que mantengamos una postura correcta de meditación, nuestro cuerpo se relajará gradualmente. Ya sea que estemos caminando, de pie, sentados o acostados, tratemos de permanecer relajados, serenos y estables. Mientras relajamos nuestro cuerpo, todavía debemos mantener nuestra mente claramente consciente. Una mente clara y consciente es la base misma de la práctica de meditación.

4. Ajustar nuestra respiración
Regular nuestra respiración es mantener un ritmo respiratorio natural y estable, sin intentar controlarlo, sino más bien, apreciando y disfrutando de nuestra respiración. Cuando nuestra respiración es dificultosa o irregular, podemos sentir que nuestro cuerpo se tensa, lo que a su vez puede afectar nuestros juicios y hacer que nuestras emociones fluctúen. La respiración está estrechamente relacionada con nuestra postura física en la meditación. Cuando nuestro cuerpo no está sentado en posición vertical, la respiración no puede suceder sin problemas. Además, cuando nuestros nervios y músculos están tensos, nos resultará difícil respirar de forma natural. Por consiguiente, en nuestra vida diaria, ya sea que estemos caminando, sentados, de pie o acostados, debemos intentar mantener las posturas corporales correctas en todo momento. Regular nuestra respiración se correlaciona con la regulación de nuestro cuerpo y mente, ya que la respiración es un puente muy importante que mantiene la regulación de nuestro cuerpo y mente. Al regular nuestra respiración, también estamos regulando nuestro cuerpo. Cuando nuestra respiración es regular y estable, la energía vital (el qi o chi, en chino) fluye mejor por los canales de nuestro cuerpo. Por consiguiente, la regulación de nuestra respiración debe ir acompañada de la regulación de nuestro cuerpo y mente. Cuando nuestro cuerpo está sano y nuestra respiración es regular y estable, nuestras emociones son estables. Por lo tanto, cuando no tenemos la cabeza clara o cuando nos sentimos emocionalmente perturbados, podemos tomar tres respiraciones profundas. La práctica tradicional de los "Cuatro Fundamentos de la Atención Plena" del Budismo Theravada también comienza con la práctica de la respiración, conocida como Anapanasati en pali, que es un método básico de regular la respiración. Todas las prácticas fundamentales de meditación requieren el uso de los métodos de respiración; a través de regular adecuadamente nuestra respiración, podemos entonces proceder a regular nuestra mente.

5. Ajustar nuestra mente
Los cuatro tipos de ajustes anteriormente mencionados están conectados a nuestro estado mental, que a su vez depende de nuestra dieta, sueño, condición física y respiración. Con todos ellos en equilibrio, naturalmente disfrutaremos de un estado mental alegre y pacífico. Por lo tanto, en nuestra vida diaria, podemos comenzar con la regulación de nuestra dieta, sueño, cuerpo y respiración, y luego incorporar los métodos de la práctica Chan, tales como la meditación sentada, la investigación del Huatou (koan), la iluminación silenciosa y la contemplación directa, etc. De este modo, podemos transformar nuestra mente afligida en una mente sabia y compasiva. Practicando así y de manera progresiva, nos daremos cuenta de que nuestra mente cambia y la forma en que vivimos también cambia.


 
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