Práctica espiritual para los budistas laicos

Como budistas laicos, ¿cómo dedicarnos a la práctica espiritual? En la sociedad tan ocupada de hoy en día, parece que nunca tenemos suficiente tiempo; entonces ¿cómo podemos gestionar mejor nuestro tiempo para dedicarnos a la práctica budista? A través de una serie de preguntas y respuestas, descubramos cómo los budistas laicos podemos practicar el Budismo en la vida diaria.

P: ¿Cómo observan los preceptos los budistas laicos?
El contenido de los preceptos budistas no solo se trata de abstenerse de todo mal, sino también de dedicarse de manera activa a realizar acciones virtuosas. "Abstenerse de todo mal, hacer todo lo bueno, purificar la propia mente, éstas son las enseñanzas de los Budas", una de las frases más conocidas de los “Versos de la Moralidad Compartida de los Siete Budas”, indica claramente el espíritu esencial de observar los preceptos, incluyendo los Cinco Preceptos, los Ocho Preceptos, los Diez Preceptos, los Preceptos de Bhikshu (monjes), los Preceptos de Bhikshuni (monjas) y los Preceptos del Bodhisattva. 

Hay cuatro tipos de preceptos que pueden recibir los budistas laicos, a saber : los Tres Refugios, los Cinco Preceptos, los Ocho Preceptos que se observan durante un día y una noche y los Preceptos del Bodhisattva, entre los cuales los dos primeros son los preceptos más fundamentales que deben observar los budistas laicos. Si uno no acepta las Tres Joyas (el Buda, el Dharma y la Sangha) como su único refugio y sigue los Caminos Externos (es decir, las religiones no budistas), eso significa que no cree en el Budismo y, por lo tanto, no es budista. Como budistas, debemos recitar con sinceridad los votos de los Tres Refugios durante nuestra práctica regular por la mañana y por la tarde para recordarnos de la promesa de refugiarnos en el Buda, el Dharma y la Sangha. Observar los Cinco Preceptos y cultivar las Diez Virtudes*  pueden purificar nuestras acciones corporales, verbales y mentales. Los Cinco Preceptos y las Diez Virtudes constituyen los principios fundamentales del ser humano. Además de ayudarnos a los budistas a abstenernos de hacer el mal, en realidad pueden proteger nuestro bienestar físico y mental, lo que nos permite llevar una vida tranquila y feliz y cultivar la práctica budista con una mente en paz. Por consiguiente, debemos observar los Cinco Preceptos y cultivar las Diez Virtudes para purificar nuestra mente de los tres venenos de la codicia, la ira y la ignorancia en nuestra vida cotidiana. 

La observancia de los Ocho Preceptos durante un día y una noche es el punto de entrada al camino hacia la liberación del ciclo interminable de nacimientos y muertes. Por otro lado, guardar los Preceptos del Bodhisattva es un método de beneficiar tanto a uno mismo como a los demás, así como una forma de liberar universalmente a todos los seres sintientes del sufrimiento. Solo a través de observar los preceptos de una manera pura, nuestro cuerpo y mente pueden permanecer tranquilamente en el camino budista, y ​​así podemos practicar la absorción meditativa y desarrollar la sabiduría. Por lo tanto, después de recibir los preceptos, los budistas laicos debemos considerar la observancia de los preceptos como provisiones espirituales necesarias para nuestra práctica budista.

P: ¿Cómo practican la meditación los budistas laicos?
En el Budismo, el cultivo de la concentración meditativa se enfoca en permitir que nuestra mente no se vea afectada tanto por el entorno externo como por nuestros estados mentales internos. Si uno se deja afectar por las influencias del entorno externo o por las de sus estados mentales internos y genera así aflicciones mentales, entonces tiene una mente perturbada, no concentrada. Por lo tanto, los budistas laicos debemos practicar el Chan y cultivar la concentración meditativa, para ayudarnos a nosotros mismos a mantener una mente clara y consciente, sin dejarse afectar por las circunstancias externas.

El primer paso para practicar el Chan es sentarse a meditar. Para los principiantes, después de aprender las enseñanzas Chan, lo mejor es practicar la meditación sentada a una hora fija todos los días y aplicar los métodos Chan de manera constante en su vida diaria. De esta manera, ya sea que estemos sentados en un cojín, en el tráfico o en el trabajo, siempre podremos mantener la calma y estar a gusto.

Cuando practicamos la meditación sentada en casa, lo mejor es hacerlo en un lugar tranquilo y limpio. Antes de empezar a meditar, podemos hacer unos  ejercicios de calentamiento y estiramiento para el cuerpo. Podemos elegir sentarnos en posición de loto completo, de medio loto o simplemente sentarnos con las piernas cruzadas, siempre que podamos sentarnos cómoda y firmemente. Al practicar la meditación sentada, debemos mantener la columna vertebral erguida, los hombros relajados y los ojos ligeramente abiertos y con la punta de la lengua tocando el paladar superior, y luego podemos proceder a contar las respiraciones o utilizar otros métodos de meditación.

Si los budistas laicos mantienen el hábito de practicar la meditación sentada todos los días, podrán conseguir la paz mental, activar la sabiduría inherente y alejarse de las aflicciones mentales. Por lo tanto, practicar la meditación no solo nos permite mantener una mente estable y en calma, sino que también constituye la base más importante para cultivar la sabiduría.

P: ¿Cómo cultivan la sabiduría los budistas laicos?
El Buda es quien ha perfeccionado la práctica de la sabiduría y la compasión. En el Budismo, la sabiduría es el resultado de erradicar todas las aflicciones mentales, y la compasión, a su vez, es el deseo intenso de liberar a todos los seres sintientes del sufrimiento. El nivel más elevado de la sabiduría es la realización de que todos los fenómenos condicionados son impermanentes y que todos los fenómenos compuestos no tienen una existencia inherente.

Para erradicar las aflicciones mentales, un practicante laico necesita las Tres Sabidurías, a saber, la sabiduría de escuchar, la de contemplar y la de meditar. La sabiduría de escuchar es la sabiduría que surge de escuchar o aprender las enseñanzas budistas; la sabiduría de contemplar es la sabiduría que surge de contemplar y reflexionar sobre las enseñanzas budistas y la sabiduría de meditar es la sabiduría que surge de cultivar diligentemente el Triple Entrenamiento: los preceptos, la concentración meditativa y la sabiduría.  

Con la sabiduría desarrollada por medio de escuchar las enseñanzas budistas y leer los sutras, podemos establecer los puntos de vista correctos, creyendo así firmemente en la ley del karma y el principio de causas y condiciones. Con la sabiduría desarrollada por medio de contemplar y reflexionar sobre “la vida es sufrimiento”, sobre “todos los fenómenos surgen debido a causas y condiciones” y sobre “todos los fenómenos compuestos son impermanentes”, podemos soltar todos los apegos y alejarnos de todos los puntos de vista erróneos. Con la sabiduría desarrollada por medio de meditar y practicar las enseñanzas budistas, somos más conscientes y cuidadosos con nuestras acciones del cuerpo, del habla y de la mente y tratamos de abstenernos de hacer daño a los demás, de decir malas palabras a los demás y de albergar pensamientos maliciosos hacia los demás. Es decir, hacemos todo lo que podemos para beneficiar a todos los seres sintientes. 

La iluminación suprema no ocurre de la noche a la mañana. Para los budistas laicos, la manera más confiable de practicar las enseñanzas budistas es hacerlo paso a paso. Uno puede empezar por escuchar las enseñanzas budistas y leer los sutras o comentarios sobre ellos, y luego puede ir más allá observando los preceptos y dedicándose a la práctica de meditación, para desarrollar la sabiduría, perfeccionando el camino hacia el logro de la Budeidad a través de guardar los preceptos, practicar la concentración meditativa y desarrollar la sabiduría. 

P: ¿Qué hacemos si estamos ocupados y sin tener mucho tiempo para practicar?
Las personas de hoy en día siempre llevamos una vida muy ocupada. Si podemos aprovechar al máximo nuestros ratos dispersos y aplicar los métodos de práctica siempre que sea posible en nuestra vida cotidiana, también obtendremos beneficios. Cuando caminamos por la calle o estamos esperando una cita o en el tráfico, muchos de nuestros momentos libres se pierden sin siquiera darnos cuenta. De hecho, si utilizamos bien estos ratos dispersos para recitar los mantras o el nombre de Buda, también nos puede aportar el efecto de calmar la mente. Al hacerlo, no solo podemos serenar la mente inquieta, sino que incluso podemos sentir como si estuviéramos con los Budas y Bodhisattvas en todo momento y así disfrutar de paz mental.

Por otro lado, también podemos llevar un libro budista con nosotros, aprovechando nuestros momentos libres para leerlo. Escuchar las charlas sobre los sutras o cursos budistas en línea también es una buena forma de utilizar nuestros ratos dispersos, cuya finalidad principal radica en recordarnos que debemos mantener los puntos de vista correctos en todo momento, de manera que no nos perdamos en los valores terrenos del mundo y nos dejemos llevar por ellos y, por ende, nos desviemos del camino hacia la Budeidad.

La práctica del Budismo no es otra cosa que cultivar nuestra mente. Independientemente del método que usemos, ya sea recitar el nombre de Buda o sentarnos en meditación, su objetivo es ayudarnos a regular nuestra mente. En el Budismo, la actitud más importante ante la vida es la de vivir en el presente, es decir, no detenerse en el pasado ni soñar con el futuro. Por consiguiente, la manera más simple y confiable de aplicar el Chan en nuestra vida diaria es saborear conscientemente cada bocado de comida cuando comemos, concentrarnos completamente en cada tarea cuando trabajamos y vivir cada día con ecuanimidad.

P: ¿Deberían los budistas laicos hacer más trabajo voluntario o realizar más práctica budista?
Servir como voluntario también es una forma de práctica budista que puede acumular méritos y cultivar la sabiduría al mismo tiempo. Muchas personas tienen la idea errónea de que la práctica budista solo se limita a sentarse a meditar, recitar el nombre de Buda y hacer postraciones de arrepentimiento, etc. En realidad, trabajar como voluntario dando nuestro tiempo y compartiendo nuestras capacidades también es una importante práctica budista. El Budismo Mahayana pone especial énfasis en generar la Mente Bodhi para beneficiar a los seres sintientes, que comienza con la práctica de dar como el punto de entrada al camino del Bodhisattva. De hecho, hacer voluntariado es una forma de dar.

¿De qué manera el voluntariado puede ayudarnos a acumular méritos ? porque a través de apoyar las Tres Joyas y los centros de práctica budista, facilitamos la práctica de otras personas y las beneficiamos, aumentando así nuestros méritos. Y, ¿de qué manera el voluntariado puede ayudarnos a cultivar la sabiduría ? haciendo trabajo voluntario, no buscamos fama o fortuna, sino que simplemente estamos comprometidos con el trabajo en sí; esto nos permite eliminar nuestro apego al yo y nuestras aflicciones mentales, desarrollando así la sabiduría. Por lo tanto, cualquier forma de trabajo voluntario puede ser una práctica que nos ayuda a cultivar tanto los méritos como la sabiduría. 

 
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