P: ¿Quiénes son los upasakas y upasikas?
R: Los Upasakas y upasikas se refieren a los devotos budistas laicos hombres y mujeres que juntos, constituyen los dos grupos de budistas laicos.
 
Upasaka es una transliteración sánscrita para un devoto laico varón, que significa "el que se acerca" a ser un hijo de nacimiento noble (kula-putra); mientras que Upasika es una devota femenina, que significa "la que se acerca" a ser una hija de nacimiento noble (kula-duhitri).
 
La expresión "alguien que se acerca" significa alguien que aspira a acercarse y apoyar las Tres Joyas: el Buda, el Dharma y la Sangha. Como devoto laico, se refiere a alguien que se ha refugiado y tiene fe pura en las Tres Joyas; y un "hijo de nacimiento noble" o una "hija de nacimiento noble" es una forma respetable de dirigirse a alguien que está dispuesto a creer en las enseñanzas del Buda, escuchar el Dharma y practicar las buenas acciones en consecuencia.
 
En su obra titulada “Essentials of Buddhist Sila and Vinaya (戒律學綱要)” el maestro Sheng Yen comenta: "Para aquellos que han tomado los Tres Refugios, si desean buscar más y obtener beneficios reales de la creencia y la práctica budista, también deben recibir y mantener los Cinco Preceptos, que marcan el comienzo real para aprender y practicar el Budismo. Refugiarse en la Triple Joya es solo un punto de partida". 
 
El Volumen Uno del Sutra Vinaya-Matrka (Madre de los Códigos Monásticos) dice que "Un upasaka no se detiene en refugiarse en la Triple Joya; también debe guardar los Cinco Preceptos para ser fiel a ese nombre". Entonces, aunque podemos convertirnos formalmente en budistas después de refugiarnos en la Triple Joya, también debemos recibir y mantener los Cinco Preceptos para ser considerados upasakas y upasikas genuinos.
 
P: ¿Cuál es la diferencia entre un practicante budista laico y una persona promedio?
R: Hay dos categorías de budistas: renunciantes y laicos. Los renunciantes son monásticos, mientras que los laicos son practicantes que no han recibido órdenes religiosas. La mayoría de los budistas son laicos, o practicantes separados de las órdenes religiosas, que son devotos de la práctica budista mientras llevan una vida secular. Por el contrario, los monásticos han dejado atrás la vida familiar doméstica.
 
Aunque viviendo en el mismo entorno, el estado mental de un practicante laico es diferente al de una persona promedio. La mayoría de la gente está ocupada con su estilo de vida secular, mientras que los practicantes laicos se dedican a la práctica espiritual buscando la liberación del samsara (el ciclo de nacimientos y muertes). 
 
Su diferencia más significativa es que los laicos se han refugiado en la Triple Joya, llevan adelante los Cinco Preceptos y están firmes en su fe en el Buda, el Dharma y la Sangha como su principal objetivo en la vida. Saben salvaguardar su cuerpo y mente absteniéndose de: matar o dañar seres vivos, tomar lo que no se les da, tener una conducta sexual inapropiada, absteniéndose de decir falsedades y de consumir intoxicantes.
 
Al practicar el Dharma, veremos claramente que lo que la mayoría de la gente persiguen para el disfrute como ser —la riqueza, la lujuria, la fama, la comida y el sueño— son en realidad las fuentes de nuestro dolor y sufrimiento. Los practicantes laicos aspiran a utilizar el Dharma para ayudarse a sí mismos a dejar atrás el sufrimiento y alcanzar la felicidad mediante la práctica del triple entrenamiento: la moralidad, la concentración y la sabiduría, a fin de dejar atrás la codicia, el odio y la ignorancia. Esperan que todos los seres sintientes también puedan alcanzar la liberación de la misma manera. Por lo tanto, practicarán activamente el camino del Bodhisattva.
 
P: ¿Cuáles son las diferencias entre practicar el Budismo como un budista laico y como un monje?
R: Dado que la capacidad espiritual para aprender el budismo difiere de una persona a otra, algunas son adecuadas para la vida monástica, mientras que otras son más adecuadas para practicar como laicos.
 
En términos de fe en la creencia budista, ser monástico o laico es igual; en términos de comprender el Dharma y alcanzar el Sendero, tampoco hay mucha diferencia. El Budismo Theravada sostiene que para los laicos es imposible de alcanzar el tercer fruto de realización, o el fruto de no regreso (anāgāmin, en sánscrito), mientras el Budismo Mahayana sostiene que todo el mundo tiene potencial para alcanzar la Budeidad independientemente de su estatus. 
 
Además del hecho de que los budistas laicos llevan una vida doméstica mientras los renunciantes viven como monjes y monjas, las diferencias principales en su práctica budista son las siguientes:

1. Preceptos y códigos de conducta:
Los practicantes laicos y monásticos no difieren en términos de los métodos de práctica, pero los preceptos y códigos de conducta que deberían guardar son diferentes. Mientras los budistas laicos solo requieren guardar los Cinco Preceptos, los monjes deben también recibir los preceptos completos además de seguir los preceptos de bhikshu o bhikshuni. La diferencia principal entre los practicantes laicos y monásticos es que los monjes y monjas deben abstenerse de todas las relaciones sexuales, mientras que los practicantes laicos solo necesitan abstenerse de mala conducta sexual.

2. Diferencias de estilo de vida:
En el Gran Tratado sobre la Perfección de Sabiduría se dice: “Aunque un pavo real esté tan bien adornado con plumas espléndidos, no es tan bueno como un ganso que puede volar largas distancias. Aunque un practicante laico pueda poseer el poder de riqueza y fortuna, su mérito no es tan superior como el de un renunciante viviendo una vida monástica.”  
 
Esta analogía ilustra la diferencia entre un practicante laico y monástico en términos de estilo de vida. Los primeros realmente no pueden dejar atrás su rutina diaria secular y a menudo están ocupados con el sustento familiar, lo que les dificulta alcanzar un estado final en esta vida. 

Estos últimos son más capaces de adaptarse a su entorno de vida, contribuyendo ellos mismos según lo requiera la condición. Los practicantes laicos, por el contrario, poseen las cargas de la familia, sustento económico, así como el estatus y la posición social, lo que los hace parecerse al pavo real cargado de elegantes plumas pero incapaz de emprender el vuelo.
 
3. Responsabilidad y Misión:
Mientras que se cree que los monásticos son los "protectores internos" del budismo, los practicantes laicos son considerados los "protectores externos". Ambos se esfuerzan por proteger y preservar el Dharma.
 
¿Qué significa ser un “protector interno”? Significa proteger y salvaguardar las enseñanzas legadas por el Buda. ¿Qué pasa con el "protector externo"? Esto se refiere a apoyar a los monjes, para que puedan concentrarse en difundir el Dharma sin tener que preocuparse por su sustento. Los protectores internos y externos deben trabajar juntos para asegurar la continuación del budismo.

P: ¿Cuáles son los cinco entrenamientos para los practicantes laicos?
R: Como se registra en el texto sánscrito Saṃyuktāgama, el Buda enseñó que los devotos laicos deberían cumplir con cinco entrenamientos, también conocidos como cinco requisitos, a saber:

1. Cumplimiento de la fe
Tomar refugio en las Tres Joyas es el requisito esencial para ser budista, y los practicantes laicos deben establecer una fe sincera y profunda en el Buda, el Dharma y la Sangha. Es necesaria una fe firme para practicar el Dharma; solo con la creencia de que el Dharma puede ayudarnos a nosotros y a los seres sintientes a dejar el sufrimiento atrás y alcanzar la felicidad. 

2. Cumplimiento de los preceptos
Además de la creencia y la fe en las Tres Joyas, los practicantes laicos también deben respetar los Cinco Preceptos, absteniéndose de los siguientes actos: 
 
matar y hacer daño a los seres vivientes; tomar lo que a uno no le es dado; tener mala conducta sexual; hablar falsedades, y por último, consumir intoxicantes.  De este modo, podemos reducir nuestro comportamiento erróneo, aumentar nuestras acciones buenas, y purificar nuestra mente.

3. Cumplimiento al escuchar las enseñanzas
Para obtener el conocimiento y los puntos de vista correctos con respecto al Dharma, y a  su práctica en consecuencia, es necesario comenzar por escuchar las enseñanzas budistas. 
 
Por lo tanto, los practicantes laicos deben escuchar las charlas de Dharma sobre los sutras budistas para aprender el Dharma y acercarse a los buenos maestros espirituales.

4. Cumplimiento de dar
La esencia de dar es hacer ofrendas respetuosas a nuestros padres, maestros y las Tres Joyas; en la entrega compasiva a los huérfanos, a los que sufren, a los pobres y a los enfermos; y en la mejora del bienestar del público mediante acciones y hechos caritativos.
 
5. Cumplimiento de sabiduría
El cultivo budista comienza escuchando, contemplando y practicando el Dharma, a fin de comprender su esencia, obteniendo así la sabiduría en su verdadero sentido. En la época del Buda, muchos de sus discípulos vieron la verdad e incluso alcanzaron el primer fruto (śrotāpanna, en sánscrito, que significa literalemente “aquel que entra en la corriente”) con solo escuchar sus enseñanzas budistas. Ellos fueron los ejemplos perfectos del cumplimiento de la sabiduría.
 
En las "Buddhist Teachings for Lay Practitioners", el Maestro Yinshun animó a la gente sugiriendo que, "Una persona laica debe esforzarse por convertirse en un practicante laico del Mahayana, a través de aprender el estilo de vida de un Bodhisattva; buscar la iluminación mientras se realiza el esfuerzo para liberar a los seres sintientes.
 
Para caminar por el camino hacia la bodhi, debemos aprender y practicar los cinco entrenamientos, que fueron enseñados por el Buda especialmente para los devotos laicos".
 
P: ¿Qué es un bodhisattva laico?
A: Aparte del nombre habitual de "practicante-Hogareño", "hermano del Dharma" o "hermana del Dharma", un budista laico también puede ser referido respetuosamente como un bodhisattva.
 
“Bodhisattva” es una palabra sánscrita que significa “ser sintiente iluminado”, o uno que es capaz de despertar a sí mismo y a los demás. Aspiran a despertar a sí mismos a través de recorrer el camino de Buda, mientras hacen votos de liberar a todos los seres sintientes a través de ayudarlos a alcanzar la iluminación.
 
En su libro titulado “Introduction to Buddhism”, el Maestro Sheng Yen dice: “Todo el mundo puede alcanzar la Budeidad, pero antes de eso uno debería convertirse en un Bodhisattva. Para convertirse en un Bodhisattva, cada persona debe seguir el camino del Bodhisattva. Cualquiera que recorra ese sendero mientras posea la mente del Bodhisattva es un Bodhisattva”. El camino del Bodhisattva comienza con la toma de los preceptos del Bodhisattva, desde la que surgen sus votos.
 
Practicados por los bodhisattvas Mahayana, los Preceptos del Bodhisattva se dividen en dos categorías: 

1 Para los bodhisattvas monásticos  
2 Para los bodhisattvas laicos.

La esencia de los Preceptos del Bodhisattva es generar la suprema mente-bodhi. El principio fundamental de la mente-bodhi está en los Cuatro Grandes Votos: es decir, el voto de liberar a todos los seres sintientes; el voto de acabar con las aflicciones sin fin; el voto de dominar los enfoques ilimitados del Dharma; y, finalmente, el voto de lograr la Budeidad suprema.
 
Como características distintivas y pautas generales para los preceptos del bodhisattva, los Tres Preceptos Puros (trividhāni śīlāni) incluyen el precepto de disciplina y moderación (saṃvaraśīla), el precepto de hacer buenas obras (kuśaladharmasaṃgrāhakāśīla) y el precepto de beneficiar a los seres sintientes (sattvārthakriyāśīla). 
 
Estos tres preceptos cubren todo el espíritu de la enseñanza budista Mahayana: abstenerse de todo mal, practicar todas las buenas obras y liberar a todos los seres sintientes.
 
El contenido de los Preceptos del Bodhisattva transmitidos en nuestra organización budista se basa en los Cuatro Grandes Votos y los Tres Preceptos Puros como fundamento, así como en las Diez Virtudes, que están destinadas a la purificación de nuestras acciones corporales, verbales y mentales. Cualquiera que aspire a convertirse en un bodhisattva laico debe recibir los Preceptos del Bodhisattva. Con la aspiración a emular el estilo de vida de un Bodhisattva, todos los practicantes laicos pueden recibir los preceptos del Bodhisattva.    
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