Cuando decidamos leer un sutra budista, si comprendemos su estructura básica, conocemos sus elementos fundamentales, y tenemos un entendimiento esencial de sus características, podremos ser capaces de comprender su esencia y tema principal.

En primer lugar, además de ser el Dharma enseñado por el Buda, los sutras budistas también contienen declaraciones de los discípulos de Buda, de dioses e inmortales. Apoyadas y confirmadas por el Buda, estas declaraciones también deberían ser valoradas como lo son las joyas del Dharma y los sutras budistas. La predicación y las proclamaciones registradas en los sutras budistas están destinadas a abordar las dudas e incertidumbres de las personas sobre la vida, transmitir los métodos de enseñanza y desarrollar la fe de las personas en el Dharma, inspirándoles así a practicarlo y compartirlo con los demás.   

Tres elementos principales que constituyen un sutra budista

Mientras la mayoría de los libros comprenden el título, el autor y los contenidos, cada sutra budista también tiene un tema principal, junto con el nombre del traductor y su contenido. En los sutras budistas, no se ve el nombre del autor, ya que fueron recopilados por los discípulos de Buda siendo el Buda Shakyamuni el maestro. Como los sutras budistas se introdujeron más tarde en China, se añadió el nombre del traductor.        

Tomemos por ejemplo el Sutra del Buda Amitabha en chino. Junto con el título “Sutra del Buda Amitabha” también viene la frase “traducido por el maestro del Tripitaka Kumarajiva en la dinastía Qin Posterior”. El título del sutra, “Sutra del Buda Amitabha”, señala su propósito, es decir, para ilustrar los méritos, virtudes y votos fundamentales del Buda Amitabha, con descripciones del Mundo Occidental de la Felicidad Suprema. Su traductor fue Kumarajiva, un Maestro del Tripitaka bien versado en los sutras, el Vinaya y los tratados.

Estructura de los sutras budistas 

Un punto importante para la lectura del sutra, es saber que el texto del sutra contiene una estructura fundamental. El Maestro Daoan de la dinastía Jin lo dividió en tres secciones principales: introducción, contenido principal y difusión.

Introducción: ilustra el origen de un sutra, las causas y condiciones que llevaron al Buda a predicar el Dharma al respecto, la audiencia presente en la asamblea y la persona que hizo la pregunta al Buda.

Contenido principal: es la enseñanza más esencial en un sutra, donde se desarrolla y se ilustra su propósito e idea principal.   

Difusión: explica el mérito y la importancia de propagar y practicar un cierto sutra, exhortando al lector a compartirlo haciendo el esfuerzo por promoverlo. 

Palabras iniciales y finales en una escritura budista 

Muchas personas se preguntan por qué la mayoría de los sutras comienzan con la frase “Así he oído”, y concluye con “(después de que el Buda expuso este sutra), todos los presentes se llenaron de gozo; lo creyeron, recibieron y guardaron...” 

Cuando los discípulos del Buda Shakyamuni se enteraron de que él estaba a punto de pasar al parinirvana, aconsejaron que Ananda hiciera cuatro preguntas al Buda, una de las cuales fue pedir una última enseñanza sobre la propagación futura del Dharma.      

Según los registros en el "Gran Tratado sobre la Perfección de la Sabiduría (Mahaprajnaparamita Sastra)”, el Buda Shakyamuni le pidió a Ananda que se asegurara de que cada sutra que se recopilara en el futuro comenzara con la frase “Así he oído”, indicando que el Buda mismo expuso los contenidos y Ananda los oyó. 

En cuanto a la frase “(después de que el Buda expuso este sutra), todos los presentes se llenaron de gozo; lo creyeron, recibieron y guardaron...”, normalmente puesta al final del texto, sirve principalmente como una promesa al Buda. Después de escuchar al Buda explicando el Dharma, “todos los presentes quedaban encantados y se regocijaban por sus palabras”. Esto demuestra que los oyentes no solo creyeron lo que el Buda había enseñado, sino que también estaban llenos de alegría relacionada con el Dharma, indicando que practicarían lo que había sido enseñado y permanecerían diligentemente vigilantes.    

Principales protagonistas en los sutras budistas

Entre los diversos personajes que aparecen en los sutras budistas, el Buda es ciertamente el “primer protagonista”, con los oyentes que incluyen bhikshus, shravakas, pratyekabuddhas, bodhisattvas, seres celestiales, humanos y seres no humanos. Todos ellos juntos se reunían en la asamblea para escuchar al Buda predicar el Dharma.       

Lo que motivaba las charlas del Buda eran generalmente las dudas y preguntas de las personas que querían pedirle orientación, por lo que otro personaje clave en los sutras es la persona que hace la pregunta, incluidos los personajes habituales tales como Ananda, Sariputra, Subhuti y el Bodhisattva Manjushri. En los sutras, el Buda Shakyamuni también menciona a otros Budas y Bodhisattvas relevantes, tales como el Bodhisattva Avalokitesvara (Guan Yin, en chino) en el Sutra del Corazón y el Capítulo de la Puerta Universal en el Sutra del Loto; el Bodhisattva Ksitigarbha (Tesoro de la Tierra) en el Sutra de los Votos Fundamentales del Bodhisattva Ksitigarbha (Sutra del Bodhisattva Tesoro de la Tierra); el Tathagata de Abundante Tesoro (Tathāgata Prabhūta-ratna), el Bodhisattva Rey de la Medicina (Bhaiṣajyarāja) y el Bodhisattva Que-Nunca-Desprecia (Bodhisattva Sadāparibhūta), encontrados en el Sutra del Loto.

Lugares mencionados en los sutras budistas 

Además de la frase de apertura “Así he oído,” el comienzo del sutra es seguido por el sitio donde tuvo lugar la predicación. Los lugares en la India donde el Buda predicó el Dharma incluyeron Gṛdhrakūṭa, o el Pico del Buitre (situado en el oeste de la ciudad antigua, Rājagṛiha, cerca de Nalanda, Bihar, India); el Parque de Anāthapiṇḍika ( también conocido como Jetavana, o Bosquecillo de Jeta, situado dentro de Sāvatthī, en el Reino de Kosala); Rājagṛiha (capital del antiguo reino indio de Magadha); Sāvatthī (capital del Reino de Kosala); y Vaiśālī (Āmrapāli en el Reino de Licchavi). El Buda también expuso el Dharma en los reinos celestiales, en lugares tales como el Cielo de Trayastrimsa y el Palacio de Maheśvara, que el Buda visitaba frecuentemente.     
Volver arriba