Después de aprender los fundamentos de la meditación, podemos notar y preguntarnos: "¿Por qué hay tantos pensamientos dispersos cada vez que nos sentamos a practicar?" Muchos principiantes tendrán la percepción errónea de que, antes de meditar, estos pensamientos no existen y que deben haber sido provocados por la práctica misma. Esto puede llevar a desconfiar del método, cuando en realidad es porque nuestra mente se ha apaciguado que somos capaces de percibir claramente tantos pensamientos errantes.

Otra situación que surge es cuando estamos abrumados por tantos pensamientos ilusorios que no podemos concentrarnos en aplicar el método y no podemos calmar la mente. En momentos como este, la solución es “dejar de usar el método.”En cambio, simplemente practicamos observando cómo estos pensamientos errantes vienen y van en nuestra mente. Si, después de darnos tiempo para simplemente observar, todavía nos perturban muchos pensamientos, está bien aceptar la situación tal como es. Durante la meditación, es imposible despejar completamente nuestra mente de pensamientos errantes; ni, por el contrario, podemos estar constantemente bombardeados por los pensamientos. Siempre que no podamos alcanzar una mente en paz, no debemos forzarnos a meditar; en su lugar, debemos tratar de hacer la meditación caminando o realizar postraciones ante el Buda.

La actitud básica para con los pensamientos ilusorios es no rechazarlos ni entretenerlos. Independientemente de que sean conjeturas descabelladas o pensamientos dispersos, no es necesario reprimirlos. Más bien, solo necesitamos ser conscientes de los pensamientos que aparecen y desaparecen en la mente misma, sin perseguirlos. ¿Cómo podemos cesar de dejarnos llevar por estos pensamientos ilusorios? Solo a través de mantener una mente clara y vigilante. Por lo general, cuando nos damos cuenta de nuestros pensamientos ilusorios, ya han distraído nuestra mente durante algún tiempo; como dice el viejo adagio, "no tengas miedo de que surjan los pensamientos, ten miedo solo de darte cuenta demasiado tarde." ¿No eres capaz de detectar los pensamientos ilusorios formándose en tu mente? ¿Con qué rapidez puedes darte cuenta de su existencia? Esto requiere práctica. Con un esfuerzo gradual, siempre que no nos demos cuenta demasiado tarde de los pensamientos errantes, los problemas no surgirán.

 
Volver arriba