La somnolencia es el fenómeno más obvio que surge en los practicantes durante los retiros Chan, ya que los participantes suelen sentir fatiga en los primeros días de los retiros. Una vez que su fatiga física y mental se alivie gradualmente en los días siguientes, los participantes podrán concentrarse mejor en su práctica. La somnolencia es un signo de fatiga acumulada en nuestra vida diaria normal, que sobrecarga nuestro cuerpo y mente sin una cantidad adecuada de relajación para recargar.

Tratemos de observarnos a nosotros mismos: cuando nos encontramos en buen estado, ¿nuestro cuerpo y mente están tensos? Por ejemplo, cada vez que trabajamos en la computadora, debemos tomar un descanso cada treinta minutos. En cambio, sin embargo, generalmente trabajamos continuamente durante una o dos horas. De hecho, ya hemos sobreexigido a nuestro cerebro sin darnos cuenta de nuestro propio cansancio. Durante la meditación, es natural sentir somnolencia cuando nos relajamos y nos calmamos, ya que nuestro cuerpo y mente comienzan a regresar a sus estados naturales de descanso. Por lo tanto, si podemos mantener constantemente una mente tranquila, serena y relajada, es menos probable que nos sintamos somnolientos cuando meditamos.

Cuando practicamos la meditación en casa, normalmente es una o dos horas al día como máximo, mientras que el resto de nuestro tiempo lo dedicamos a otras actividades. Sin embargo, durante un horario típico de retiro Chan de siete días, los asistentes se dedican a la meditación matutina después de completar las Ocho Formas de la Meditación en Movimiento, seguida del servicio matutino, el desayuno, las tareas de limpieza o el trabajo colectivo (chupo, en chino). Después de esto, los practicantes pasan largos períodos de tiempo sentados mientras escuchan las charlas del Dharma y realizan prácticas adicionales de meditación. Como resultado, la mayor parte del día pasan en la postura con las piernas cruzadas. Si bien esto puede no considerarse como un problema en el primer día del retiro, repetir esta rutina durante períodos más largos inevitablemente causara que uno experimente dolor en las piernas. Por lo tanto, animamos a todos a masajear los músculos adoloridos y hacer ejercicios de estiramiento después de la meditación, para mejorar la circulación de la energía vital y aliviar los dolores musculares.

 
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