No necesariamente. Hay dos tipos de prácticas regulares diarias: tiempos fijos y cantidad fija (número fijo). Una práctica de tiempo fijo se lleva a cabo a una hora fija, como recitaciones matutinas y vespertinas o meditaciones matutinas y vespertinas. Si, por cualquier razón, no puedes terminarla, debes captar el principio de "vivir en el momento presente en cualquier momento y en cualquier lugar" y concentrarte en tu trabajo o vida familiar sin apegarte a la práctica incabada o preocuparte por ella. En cuanto a la práctica de cantidad fija, es mejor tomarse el tiempo para trabajar duro y esforzarse por completarla tanto como sea posible.
                                    
Es más fácil desarrollar un hábito de práctica reservando 10 minutos o media hora cada mañana y tarde para practicar, de modo que puedes mantener y cultivar fácilmente una rutina regular. Si no es posible tener un tiempo fijo para la práctica diaria, puedes organizar una práctica de cantidad fija, como cantar mantras, recitar el nombre del Buda o realizar postraciones ante el Buda. Por ejemplo, puedes recitar el Mantra de la Gran Compasión 108 veces al día. Se tarda aproximadamente una hora en recitar el mantra 108 veces a la vez. Si no puedes completarlo todo de una vez, puedes usar fragmentos de tiempo en tu vida diaria para terminarlo, como cuando estás viajando o caminando, manteniendo así el hábito de practicar todo el tiempo.
 
En cuanto a la práctica de cantidad fija, es fácil volverse flojo sin contar el número, por lo que puedes usar un contador para ayudarte. Siempre que establezcas la cantidad de recitaciones que deseas hacer cada día, el uso del contador puede recordarte que debes completar tus recitaciones diarias. Haciéndolo constantemente todos los días, ya sea como una práctica de tiempos fijos o de cantidad fija, podrás acumular méritos.
 
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