Antes de tomar los preceptos budistas, ya sean los Tres Refugios, los Cinco, los Ocho y los Diez Preceptos, o incluso los Preceptos Completos y los Preceptos del Bodhisattva, es necesario que pasemos primero por el ritual del arrepentimiento, en el cual nos postramos sinceramente ante el Buda y recitamos el Verso del arrepentimiento: "Todo el karma negativo que he creado en el pasado provino de la codicia, la ira y la ignorancia sin principio y fue producido por el cuerpo, el habla y la mente. Ahora me arrepiento de todo." Solo después de arrepentirnos sinceramente de todo nuestro karma negativo del tiempo sin comienzo podemos recibir los preceptos budistas con un cuerpo y una mente purificados y comenzar una nueva vida.

El arrepentimiento implica ser honestos con nosotros mismos acerca de nuestro pasado y presente. El Maestro Sheng Yen una vez comparó la práctica del arrepentimiento con "tratar de vaciar una fosa séptica de mil años de antigüedad. Tienes que excavar profundamente en la fosa séptica, removiendo toda la suciedad del interior para permitir que se libere el hedor. Cuanta más suciedad y hedor desentierras, más limpia se vuelve la fosa séptica. El único obstáculo es tu renuencia a vaciar la suciedad acumulada en tu antigua fosa séptica y el miedo a enfrentarte a ti mismo honradamente.”

Después de tomar los preceptos, inevitablemente los iremos a violar mientras aprendemos el Budadharma y tratamos de mantenerlos. Sin embargo, si consecuentemente nos arrepentimos de nuestros errores, podemos purificar nuestro cuerpo y mente, mientras mantenemos nuestros preceptos y practicamos el Budadharma.

En su libro "The Research of Tiantai Repentance (La investigación del arrepentimiento de Tiantai)", la Venerable Da Rui señaló que el Maestro Zhi Yi de Tiantai elaboró ​​el método de arrepentimiento principalmente para ayudar a la Sangha budista a dedicarse a la práctica de la meditación Shamatha y Vipashyana. El criterio principal para practicar la meditación Shamatha y Vipashyana es mantener intactos los preceptos. Si uno no puede mantener la pureza de los preceptos, no se puede alcanzar la absorción meditativa. A través de la práctica del arrepentimiento sincero por todas las malas acciones que hemos realizado en el pasado, podemos eliminar nuestros obstáculos kármicos y purificar nuestro cuerpo y mente, restaurando así los preceptos que hemos violado, alcanzando el Samadhi y desarrollando la sabiduría. Por lo tanto, la práctica del arrepentimiento puede considerarse como un medio favorable para cultivar los tres estudios, ellos son: los preceptos, la meditación y la sabiduría. Al realizar las postraciones de arrepentimiento de acuerdo con el Dharma, podemos eliminar los obstáculos que encontramos en nuestra práctica budista.
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