"Así he oído, en un tiempo el Buda moraba en Sravasti, en el Bosquecillo de Jeta ..." "Así he oído, en un tiempo el Buda estaba en el Pico del Buitre (Girdhakuta, en sánscrito) en Rajgir…" Muchos sutras budistas comienzan indicando los lugares en los cuales el Buda expuso el Dharma hace 2500 años, los que posteriormente se han convertido en destinos de peregrinaje para generaciones de budistas. Aunque el budismo ya no prospera en la India hoy en día, un gran número de budistas de todas las partes del mundo continúan haciendo peregrinajes a dichos lugares sagrados todos los años. En los principales lugares sagrados del budismo, uno puede ver a los practicantes del Dharma y peregrinos, de la tradición china, theravada, tibetana u otras tradiciones budistas, siguiendo los pasos del Buda.

Después de alcanzar la iluminación en Bodhgaya, el Buda se dispuso a exponer al mundo las verdades que había realizado. A medida que se estableció la sangha y el Dharma se extendió desde la India al resto del mundo, aparecieron lugares sagrados budistas en muchos países y se desarrollaron formas únicas de peregrinaje. Por ejemplo, en China existen montañas sagradas relacionadas con los grandes Bodhisattvas y monasterios ancestrales de las principales escuelas o sectas budistas. Asimismo, en el Tíbet se encuentra la ciudad sagrada de Lhasa, el Palacio Potala, la montaña sagrada "Monte Kangrinboqe", el lago sagrado "Lago Namtso", y las costumbres de peregrinaje asociadas a la ciudad sagrada, así como la tradición de circunvalar las montañas o lagos sagrados. El budismo japonés tiene la única Peregrinación de Shikoku* como forma de práctica budista. También hay muchos importantes lugares sagrados históricos en otros países budistas, tales como Myanmar, Tailandia y Sri Lanka. Mientras haya un lugar donde se difunda el Dharma, se encontrarán lugares sagrados. El objetivo principal de peregrinar a lugares sagrados es recordar la compasión y la sabiduría de las Tres Joyas, reflexionar periódicamente sobre la propia ignorancia y aspirar a aprender del espíritu de las generaciones ancestrales de grandes practicantes y santos. Por lo tanto, cuando el fundador de la Montaña Tambor del Dharma, el Venerable Maestro Sheng Yen, llevó a sus discípulos a recorrer los lugares sagrados del budismo en India, China y el Tíbet, siempre les recordó a sus seguidores: aunque los lugares antiguos se hayan convertido en ruinas y los maestros ancestrales hayan fallecido hace mucho tiempo, su compasión y sabiduría siguen siendo grandes ejemplos de admirar para los practicantes de hoy. Solo cuando peregrinamos con una mente agradecida para rendir homenaje y conmemorar al Buda, a los Bodhisattvas y a los grandes maestros y patriarcas, podemos recibir inspiración de ellos.
 
* La Peregrinación de Shikoku, también conocida como Shikoku Henro, es una peregrinación de 88 templos relacionados con el monje budista japonés Kūkai (Kōbō-Daishi), fundador del Budismo Shingon, en la isla de Shikoku, Japón.

Recordar las Tres Joyas y acercarse al Bodhi-manda

Como budistas, peregrinar a los lugares sagrados puede inspirarnos a conmemorar a los grandes santos antiguos y seguir su ejemplo, animándonos así a practicar con diligencia. Incluso si las condiciones no están maduras para emprender un viaje de peregrinación, debemos recordar los méritos y las virtudes de las Tres Joyas en todo momento y acercarnos a los monasterios y templos budistas. La palabra "Bodhi-manda" en sánscrito, significa literalmente el "lugar del despertar o de la iluminación (Bodhi)", que originalmente se refiere al lugar donde el Buda dominó todas las emociones aflictivas y alcanzó la iluminación bajo el Árbol Bodhi en Bodhgaya, India. Hoy en día, el término se refiere más generalmente a los templos o monasterios budistas que abarcan las Tres Joyas. Acercarnos al Bodhi-manda nos ayuda a mantener la atención plena, recordar la Triple Joya, acumular las provisiones para la iluminación y cultivar nuestra vida de sabiduría.
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