
Después de alcanzar la iluminación en Bodhgaya, el Buda se dispuso a exponer al mundo las verdades que había realizado. A medida que se estableció la sangha y el Dharma se extendió desde la India al resto del mundo, aparecieron lugares sagrados budistas en muchos países y se desarrollaron formas únicas de peregrinaje. Por ejemplo, en China existen montañas sagradas relacionadas con los grandes Bodhisattvas y monasterios ancestrales de las principales escuelas o sectas budistas. Asimismo, en el Tíbet se encuentra la ciudad sagrada de Lhasa, el Palacio Potala, la montaña sagrada "Monte Kangrinboqe", el lago sagrado "Lago Namtso", y las costumbres de peregrinaje asociadas a la ciudad sagrada, así como la tradición de circunvalar las montañas o lagos sagrados. El budismo japonés tiene la única Peregrinación de Shikoku* como forma de práctica budista. También hay muchos importantes lugares sagrados históricos en otros países budistas, tales como Myanmar, Tailandia y Sri Lanka. Mientras haya un lugar donde se difunda el Dharma, se encontrarán lugares sagrados. El objetivo principal de peregrinar a lugares sagrados es recordar la compasión y la sabiduría de las Tres Joyas, reflexionar periódicamente sobre la propia ignorancia y aspirar a aprender del espíritu de las generaciones ancestrales de grandes practicantes y santos. Por lo tanto, cuando el fundador de la Montaña Tambor del Dharma, el Venerable Maestro Sheng Yen, llevó a sus discípulos a recorrer los lugares sagrados del budismo en India, China y el Tíbet, siempre les recordó a sus seguidores: aunque los lugares antiguos se hayan convertido en ruinas y los maestros ancestrales hayan fallecido hace mucho tiempo, su compasión y sabiduría siguen siendo grandes ejemplos de admirar para los practicantes de hoy. Solo cuando peregrinamos con una mente agradecida para rendir homenaje y conmemorar al Buda, a los Bodhisattvas y a los grandes maestros y patriarcas, podemos recibir inspiración de ellos.
* La Peregrinación de Shikoku, también conocida como Shikoku Henro, es una peregrinación de 88 templos relacionados con el monje budista japonés Kūkai (Kōbō-Daishi), fundador del Budismo Shingon, en la isla de Shikoku, Japón.
Recordar las Tres Joyas y acercarse al Bodhi-manda
Como budistas, peregrinar a los lugares sagrados puede inspirarnos a conmemorar a los grandes santos antiguos y seguir su ejemplo, animándonos así a practicar con diligencia. Incluso si las condiciones no están maduras para emprender un viaje de peregrinación, debemos recordar los méritos y las virtudes de las Tres Joyas en todo momento y acercarnos a los monasterios y templos budistas. La palabra "Bodhi-manda" en sánscrito, significa literalmente el "lugar del despertar o de la iluminación (Bodhi)", que originalmente se refiere al lugar donde el Buda dominó todas las emociones aflictivas y alcanzó la iluminación bajo el Árbol Bodhi en Bodhgaya, India. Hoy en día, el término se refiere más generalmente a los templos o monasterios budistas que abarcan las Tres Joyas. Acercarnos al Bodhi-manda nos ayuda a mantener la atención plena, recordar la Triple Joya, acumular las provisiones para la iluminación y cultivar nuestra vida de sabiduría.