El Venerable Guo Huei llegó a Hualien para brindar consuelo a las familias de las víctimas del accidente ferroviario en Taiwán.

El 2 de abril por la mañana un tren “Taroko Express”, en el que viajaban alrededor de 500 personas, chocó contra un vehículo de mantenimiento mientras el convoy circulaba por el túnel de Qingshui, situado en Hualien, en su camino hacia la ciudad de Taitung, en el este de Taiwán. El siniestro ferroviario más mortal en la isla taiwanesa en cuatro décadas dejó 50 muertos y unos 200 heridos graves y leves.

La madrugada del 3 de abril el Venerable Guo Huei, abad presidente de la Montaña Tambor del Dharma (DDM), tomó el vuelo con destino a Hualien para expresar en nombre de la comunidad monástica y los seguidores budistas de la DDM sus más sentidas y profundas condolencias y consuelo a los familiares de los muertos en medio de su fragilidad y para brindar alivio y apoyo espiritual a los heridos que todavía están recibiendo atención médica en hospitales.         

Al llegar a Hualien, el Venerable Guo Huei se dirigió inmediatamente a la zona de espera de la funeraria para proporcionar a unos cien familiares y amigos de las víctimas mayor alivio, consuelo y fortaleza en la situación de sufrimiento que viven. El Venerable Guo Huei dio palabras de aliento, uno por uno, para los familiares de los muertos en el accidente ferroviario que se sentían abrumados por profunda tristeza y les dio a cada uno de ellos un rosario budista, exhortándoles a recitar el nombre del Buda Amitabha “Amituofo” para dedicar los méritos a sus seres queridos fallecidos.     

El Venerable Guo Huei y la comunidad monástica de la DDM fueron invitados al “altar establecido para las víctimas del descarrilamiento del tren No. 408 Taroko Express” para dirigir el servicio budista de oración por los difuntos que se celebró el día 3 de abril a la una de la tarde, guiando a los voluntarios y monjes de la DDM en Taitung, Yilan y Hualien y a los familiares y amigos de las víctimas a orar conjuntamente al Buda y a los Bodhisattvas para que los fallecidos pudieran liberarse del temor y preocupaciones y obtener un buen renacimiento.

Bajo la instrucción del Venerable Guo Huei, alrededor de 40 voluntarios del centro budista de la DDM en Hualien se dirigieron inmediatamente al sitio donde tuvo lugar el accidente, a los hospitales y a la funeraria para realizar el canto al final de la vida hasta horas avanzadas de la noche. 

La Venerable Chang Jue, directora del Monasterio Hsin Hsing, situado en Taitung, también mandó a varias monjas residentes a Hualien para orar por los heridos y las víctimas del desastre y brindar consuelo tan necesario para las personas que no pueden afrontar la muerte repentina de sus seres queridos. La Venerable Chang Jue manifestó que el monasterio, en colaboración con el gobierno local y las entidades de trabajo social, irían a acompañar a los que están afligidos para que puedan aprender a tranquilizar la mente con las enseñanzas budistas.

Los seguidores de la DDM en todo el mundo, a su vez, recitan mantras budistas y piden bendiciones para los afectados por el accidente ferroviario. El Venerable Chang Jer, director del Departamento de Cuidado Social, también ha invitado a los fieles budistas en toda la isla taiwanesa a recitar el nombre del Buda Amitaba y dedicar los méritos, orando para que los fallecidos se liberen del sufrimiento y los heridos se recuperen muy pronto.

Al enterarse de la tragedia, la Fundación para la Caridad y el Bienestar Social de la DDM dio instrucciones a su Departamento de Atención Post-Desastres de establecer una plataforma que recaude artículos y materiales y que reclute voluntarios para ofrecer  la ayuda necesaria a largo plazo a las familias de las víctimas. El Venerable Chang Shun, director general de la fundación, y la Venerable Chang Fa, directora del Monasterio Sucursal de Lan Yang, también viajaron a la funeraria de Hualien para mostrar agradecimiento a los voluntarios por realizar el canto al final de la vida por los difuntos hasta horas avanzadas de la noche y, al mismo tiempo, para acompañar al Venerable Guo Huei al ofrecerles consuelo y apoyo espirtual a las familias víctimas y conocer sus necesidades concretas.  

La Venerable Chang Fa, quien ha tenido muchas experiencias en atención psicológica post-desastres, señaló que en esta tragedia la mayoría de los fallecidos son jóvenes que tenían un futuro brillante y una familia feliz. Sus familiares ahora están sufriendo un dolor inenarrable. Por eso, lo mejor que se puede hacer es acompañarlos y escucharlos con empatía. Una vez que puedan ir aceptando la realidad de que la vida es transitoria, se puede intentar guiarlos a expresar su agradecimiento a sus seres queridos fallecidos, por el amor y los momentos felices que pasaron con ellos, explicándoles que ahora sus seres queridos han completado su misión en esta vida y podrán obtener un mejor renacimiento según sus creencias. 
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