Asamblea del Dharma del Festival de Barrido de Tumbas para retribuir la bondad de los padres y las Tres Joyas

Cada abril, durante la época del Festival de Barrido de Tumbas, un día para que los chinos recuerden a sus antepasados, el Centro Budista de la Montaña Tambor del Dharma en Vancouver (DDVC, por sus siglas en inglés) lleva a cabo una asamblea especial del Dharma para que los participantes devuelvan la bondad de sus padres y de las Tres Joyas. Este año, el Centro organizó una Ceremonia de Arrepentimiento del Bodhisattva Ksitigarbha y un Servicio del Dharma del Bodhisattva Ksitigarbha el 2 y el 3 de abril, respectivamente. Con el declive de la pandemia de COVID-19, las personas ahora pueden finalmente regresar al Centro para la práctica grupal presencial, después de dos años de suspensión. El evento se llevó a cabo de manera presencial y virtual, con una participación de más de 170 personas, lo que demuestra tanto la necesidad como la importancia de una actividad de práctica grupal de este tipo.

La Venerable Chang Hui, cronometradora de la asamblea del Dharma, comenzó con una breve charla del Dharma sobre cómo hacer ofrendas. Explicó que, si bien ofrecer flores frescas y lámparas a los Budas y Bodhisattvas sin duda alguna otorga un gran mérito, la ofrenda suprema consiste en cultivar una mente digna y noble, así como una aspiración marcada por la bodichita. El Sutra del Bodhisattva Ksitigarbha es un sutra budista que destaca la virtud de la piedad filial en términos de la fe budista. Contiene la historia de una hija filial llamada “Ojos Brillantes”, conocida por su gran voto de salvar tanto a su madre difunta como a otros seres que sufren en el infierno. Durante el servicio del Dharma, los practicantes pueden arrepentirse de sus malas acciones pasadas, u orar por todos los seres sintientes alabando los grandes votos del Bodhisattva Ksitigarbha. Guiados por las venerables monjas y ayudados por los voluntarios, los participantes practicaron diligentemente y con determinación, con pureza en el cuerpo, el habla y la mente. Hicieron la aspiración de iluminarse por el beneficio de si mismos y de los demás, a través de la liberación de los obstáculos kármicos mientras se dedicaban a la práctica.

Durante el Servicio del Dharma del Bodhisattva Ksitigarbha, la directora del Centro, la Venerable Chang Wu, compartió un artículo titulado “Sobre la Reputación de la Piedad Filial”, escrito por el Maestro Ouyi Zhixu a finales de la dinastía Ming, para recordar a la audiencia que la piedad filial representa la raíz de la humanidad y el principio fundamental para los dharmas (fenómenos) mundanos y supramundanos. La piedad filial puede verse como una progresión secuencial de la práctica: en primer lugar, cuidar de los padres; en segundo lugar, introducirlos en el Dharma siempre que haya una oportunidad conveniente; y en tercer lugar, ayudarlos a encontrar refugio en las Tres Joyas. Los budistas deben practicar la piedad filial hacia sus padres, maestros y las Tres Joyas. La Venerable Chang Wu expuso además la idea de la piedad filial en tres niveles: el primero, cuidar de los propios padres y hacer ofrendas a las Tres Joyas; el segundo, aprender y practicar las enseñanzas del Buda, purificando así las acciones corporales, verbales y mentales y aspirando a dejar atrás el ciclo de nacimiento y muerte; y en tercer lugar, generar finalmente la mente Bodhi (bodichita). Esto implica ver a todos los seres sintientes como si fueran nuestros padres y ayudarlos a liberarse de los destinos de sufrimiento y eventualmente alcanzar el camino de Buda.

Ambas asambleas del Dharma terminaron alrededor del mediodía, por lo que el Centro preparó amablemente bocadillos delicados para que los asistentes se los llevaran a casa. Las Venerables repartieron los bocadillos como un gesto para mostrar su calidez y cuidado.

 
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