108 Aforismos de Sabiduría
El sufrimiento y la alegría que sientes vienen de la percepción de la mente. Si consideras todas las experiencias de la vida como favorables y adversas, como procesos para el desarrollo de la sabiduría y de la compasión, serás libre.
Si no te permites pensar en ti mismo sobre ganancias y pérdidas, en Chan serás “alguien que no tiene nada que hacer”. No tener nada que hacer no significa literalmente no hacer nada, sino que significa que la mente no está obstruida cuando te pones a trabajar.
Seremos personas armoniosas y pacíficas si consideramos la paz, la alegría y la fortuna de los demás como nuestra propia fuente de paz, alegría y fortuna.
Todo el mundo tiene la capacidad de ayudar a los otros. Podemos ayudar a los demás a través del aprecio sincero, el ánimo, el consuleo y la guía.
El que las flores florezcan y den fruto es un fenómeno natural. El que las flores no florezcan ni den fruto es también un fenómeno natural. Ambos se conforman al funcionamiento de las causas y de las condiciones.
Una “causa” puede entenderse como el factor principal, nuestra propia y subjetiva iniciativa; las “condiciones ” son objetivas, factores auxiliares. Las “causas” las podemos controlar, pero las “condiciones” deben ser cultivadas y fomentadas.
Alguien que entiende causas y condiciones puede liberarse del sufrimiento y de las aflicciones.
No debemos quedarnos atorados en el éxito o en el fracaso. La diligencia y la consideración que imprimimos en nuestro trabajo, independientemente del resultado, se pueden convertir en condiciones favorables para nuestro propio desarrollo.
Conquista las causas y las condiciones; si no son “maduras”, pues espera y sigue con la diligencia. Si las causas y las condiciones son maduras, entonces pueden servir de algo bueno.
“Entender la vida” difiere de “aceptar la vida”. Aceptar la vida puede ser pesimista y proclive a la rendición. Entender la vida consiste en entender que todas las cosas existen a través de causas y condiciones. Lo que debe suceder, favorable o adverso, sucederá.
Los que comprenden la vida hallarán la recompensa y los retos de la vida.
En todas las situaciones, tenemos que respetar a los demás, ser responsables de nuestras obligaciones, y resolver nuestros propios problemas con sabiduría.
Compasión no sólo significa no dañar a nadie, sino tambié n ayudar activamente a los demás.
No ofender ni obstaculizar a los demás siempre nos protege a nosotros mismos y a los otros.
Debes tratar con otros y tomar las situaciones con objetividad, y al mismo tiempo prescindir tu punto de vista. Así te equivocarás menos y serás más compasivo y más comprensivo.
No hay gente mala en el mundo, sólo hay gente que se equivoca. No hay gente malvada, sólo haya gente cuyo pensamiento no siguen la norma.
La compasión viene de una actitud imparcial y no discriminatoria.
La sabiduría es la habilidad de responder, a cada situación y según todas las circunstancias, con claridad y estabilidad, como si el ser de uno se hubiera reducido a cero.
La resolución de un problema es bueno. Si no es posible resolverlo, y si implica repercusiones negativas, no te atribules. Mientras hayamos hecho todo lo que podamos, no hace falta culpar a nadie de nada.
La compasión significa ayudar, perdonar, aceptar, e influir positivamente en los demás. Saber responder sabiamente a situaciones difíciles implica la habilidad de enfrentar, aceptar, responder, y liberar.
Quien ama con compasión no distingue al amigo del enemigo. La sabiduría se manifiesta al resolver todos los problemas adecuadamente.
La compasión debe ir acompañada de sabiduría. La compasión sin sabiduría puede fácilmente dañarte a ti mismo y a los demás. Aún con buenas intenciones, tal “compasión” todavía propende al error y a la ofensa contra los demás.
La compasión no implica dejarse intimidar por los demás o ser hipócrita con ellos. Una persona con compasión se dedica a ayudar a los demás y a elevar el entorno espiritual de la humanidad.
