108 Aforismos de Sabiduría
El sentido de la vida consiste en servir; el valor de vivir en contribuir.
El propósito de la vida es aceptar los resultados kármicos, cumplir los viejos votos y realizar las promesas nuevas.
El valor humano no consiste en la longitud de la vida, sino en las contribuciones.
El pasado ha desvanecido como ilusiones y el futuro aún es un sueño irrealizable, lo más importante es aprovechar el tiempo presente.
No es necesario inquietar por el pasado o preocupar por el futuro. Vivir plenamente en el presente significa estar enlazado con el pasado y el futuro.
La sabiduría no es ciencia, ni experiencia, ni excelencia dialéctica, sino una actitud que trasciende el egocentrismo.
La vida positiva culmina en la modestia; y cuanto más el egoismo, tanto más la inquietud.
Los hombres nobles se concentran en la vía de prática, los mediocres se fijan en sus deberes, y los ruines persiguen fama y provecho.
Procede de acuerdo con tu rango.
Que en paz y armonía aprovechemos el esplendido día de hoy, y que marchemos por un mañana nueva.
La preocupación significa la tortura inecesaria, la dedicación es la fuerza que motiva la seguridad.
La riqueza es como agua corriente, la contribución asemeja a cavar un pozo. Más hondo el pozo, más agua contiene, y cuanto más uno contribuye, tanto más riquezas logra.
Para enfrentar la vida hay que saber hacer las mejores precauciones y estar listo para lo peor.
Siempre que respiremos abrigaremos esperanzas ilimitadas, ello constituye la fortuna más grande.
Son bodhisattvas los que ayudan a los apenados y socorren a las víctimas, y son grandes bodhisattvas los que soportan penas y adversidades.
Los tres principios para trascender el sufrimiento de ser nacido, de envejecer, de enfermarse: vivir con felicidad, enfrentar a la enfermedad con una actitud sana y abrazar la vejez con esperanza.
Los tres principios para trascender la muerte: nunca buscar la muerte, nunca temer a la muerte, y nunca esperar la llegada de la muerte.
La muerte no es una ocasión para regocijar ni para condolerse, sino un solemne evento budista por realizar.
El niño es un pequeño bodhisattva que ayuda a los padres a crecer.
En tratar con los adolescentes en vez de preocuparse por ellos hay que ser considerado, en vez de dominarlos hay que orientarlos , en vez de mandarlos hay que comunicar con ellos.
¡Amad a vuestros hijos, más vale bendición que preocupación!
La relación conyugal no se rige por lógica sino por ética.
Puede ser una obra de mérito coger la basura y abstenerse de tirarla a cualquier hora.
La visión se deriva de la sabiduría tuya; la suerte viene de la bienaventuranza tuya.
Cuando uno intenta poseer lo que le agrada y rechazar lo que le aborrece, y cuando se preocupa por las ganancias y las perdidas surgen las pertubaciones mentales.
Los verdaderos ricos sin penurias son los que siempre se contentan con escasas pretenciones.
La inquietud mental es el verdadero agobio, el malestar físico no ha de ser el sufrimiento.
Para eliminar el sufrimiento engendrado de la inquietud interior, hay que apresurar a recitar “Namo Avalokiteshvara”.
Lo mejor es lo que poseemos en la actualidad. El que no puede saciar con lo que posee es un hombre miserable.
No debemos oprimir las emociones negativas para dominarlas. Es mejor desahogarlas mediante la contemplación, recitar el nombre de Buda o rezar.
