108 Aforismos de Sabiduría
Hay que mantenernos ocupados sin ser desorganizados, y abrumados sin sentir el agobio.
Sed ocupados pero alegres; y fatigados pero jubilosos.
No importa estar atareado, mejor será no sentir el agobio.
En el trabajo más vale la velocidad que la prisa, importante es mantener el cuerpo y la mente relajados.
Es importante agilizar el trabajo a modo ordenado; nunca competir con nerviosidad con el tiempo.
No debemos calificar el éxito y la ganancia a través de la riqueza y el rango; conviene ser serviciales para beneficiar a nosotros mismos y a otros.
El que va emprender tareas severas ha de estar listo para soportar las quejas, el que va a desempeñar alto cargo ha de sufrir críticas. Las quejas fomentan la compasión y la paciencia, y en las críticas se encuentran las moralejas provechosas.
Quédate tranquilo dondequiera que vayas y contribuye cuando la ocasión permita.
Tres escalas para el éxito es: vivir con las causas y condiciones, aprovecharlas cuando vengan y crearlas cuando carece la ocasión.
Es preciso aprovechar las ocasiones oportunas, si carece de oportunidades hay que crearlas, y no pretender conseguirlas si las condiciones todavía no son amenas.
Todos los altibajos de la vida son experiencias enriquecedoras para nuestro desenvolvimiento.
Hay que gestionar los asuntos con sabiduría y atender a la gente con compasión y simpatía.
Tenemos que modificar las desviaciones con sabiduría, acomodar a los demás con misericordia.
Más profunda es nuestra misericordia, más grande es nuestra sabiduría, y más reducidas quedan nuestras pertubaciones.
En caso de enfrentar a diversas situaciones conviene gestionar los asuntos con sabiduría y tratar a la gente con misericordia, sin pensar en provechos o pérdidas personales. Así no se germinarán las pertubaciones mentales.
Se llama hombre banal el que deja que las circunstancias frenen la mente; y hombre cabal el que hace que la mente transforme las circunstancias.
Con patear a un pato grande le sale una carrera; a un patito un sendero. No habría salida sin moverse.
Si la montaña no se encorva, vamos a construir un camino a su alrededor. Si el camino no tuerce, cambiaremos la ruta. En caso de no poder transformar a otros alteraremos la mentalidad.
“Afanarse” no significa sobrepasar nuestros límites sino persistir todo el tiempo.
Igual que el paso de barco sin rastro en el agua; y que el vuelo de pájaro sin huellas en el cielo. La gran sabiduría de liberación se alcanza a través de mantenerse firme sin ser afectado por el éxito, el fracaso, la ganancia o la pérdida.
Acomodar a personas ajenas quiere decir acomodarnos a nosotros mismos.
El benévolo es el que aguanta la explotación explícita; el necio es el que sufre insulto y explotación implícita.
La presión normalmente se deriva de preocupación excesiva por los asuntos externos y por los criterios ajenos.
Si consagramos a nuestros servicios con sentido de gratitud como si restituyera el favor, entonces no nos sentiremos el aborrecimiento ni la fatiga.
Es necesario siempre abrigar el agradecimiento en el corazón, y contribuir totalmente con nuestra riqueza y fuerza física, inteligencia y espiritual.