Noble Camino Óctuple

Por el Maestro Chan Sheng Yen

En el otoño del 2003 y la primavera del 2004, el maestro Sheng Yen dio varias conferencias en el Centro de Meditación Chan en Queens, Nueva York, sobre el Noble Octuple Camino del Buda. Este artículo es el segundo de los cuatro en los que el maestro Sheng Yen habla del Noble Octuple Camino como un proceso de liberación. Los artículos son parte del próximo libro del maestro Sheng Yen sobre las Treinta y Siete Ayudas para la Iluminación. Las conferencias fueron traducidas oralmente por la Dra. Rebecca Li, transcritas por Sheila Sussman y editadas por Ernest Heau.

El Noble Octuple Camino puede verse desde el punto de vista de la triple división de la práctica budista en preceptos, samadhi y sabiduría. En esta representación, los primeros dos Nobles Caminos, Visión Correcta e Intención Correcta, componen el camino de la sabiduría. Los preceptos, o conducta ética, incluyen: Habla Correcta, Acción Correcta y Medio de Vida Correcto. El samadhi (la práctica de meditación) consta de: Esfuerzo Correcto, concientización Correcta y Concentración Correcta. Con esto en mente, en este artículo hablaremos sobre Visión Correcta e Intención Correcta, los Nobles Caminos de la Sabiduría.

Visión Correcta
Visión Correcta es la enseñanza fundamental de todo el Noble Octuple Camino. Sin Visión Correcta, no podemos practicar adecuadamente el Noble Octuple Camino. Para un practicante, sin tener la Visión Correcta es como intentar conducir por una carretera de montaña por la noche y sin luces. Con la Visión Correcta es relativamente fácil recorrer el Camino, comprendemos que si no cultivamos el Camino, seguramente experimentaremos continuo sufrimiento . A menos que comprendamos que creamos las causas de nuestro propio sufrimiento, no podremos apreciar la importancia de la práctica. Sin embargo, está también dentro de nuestro poder el crear las causas y condiciones que puedan poner fin a nuestro sufrimiento. Así pues, tanto la acumulación del sufrimiento como la cesación del sufrimiento, provienen de las causas y condiciones.

Poco después de su iluminación, el Buda expuso las Cuatro Nobles Verdades a sus cinco discípulos originales. En este sermón difundió solo cuatro ideas: el sufrimiento, la acumulación, la cesación y el Camino. El sufrimiento es un hecho de la existencia y es provocado por nuestra acumulación (agregación) de las causas del sufrimiento. Sin embargo, de hecho se puede poner fin al sufrimiento y la manera para cesar el sufrimiento es a través del Camino. Por consiguiente, la Visión Correcta también se trata precisamente de las Cuatro Nobles Verdades: comprendiendo que este mundo es sufrimiento y sabiendo cómo podemos salir del sufrimiento.

Los Orígenes del Sufrimiento
Como seres humanos que vivimos en este mundo, necesitamos reconocer y comprender que hay sufrimiento en la vida. ¿De dónde viene este sufrimiento? ¿Cuáles son sus causas? El sufrimiento proviene de las incontables vidas pasadas en las cuales hemos estado creando karma. Creamos karma y luego experimentamos la consecuencia de ese karma. Al mismo tiempo, en esta vida creamos más karma y como resultado experimentamos más consecuencias. Eso es lo que hemos estado haciendo vida tras vida, creando karma y experimentando consecuencias. Cuando el karma es creado, lo llamamos “agregación.” Y cuando las causas y condiciones están maduras, las consecuencias se experimentan como sufrimiento. Por lo tanto, sufrimos porque las causas del sufrimiento aún existen en nuestras vidas y, al ser ignorantes de esto, creamos más karma. Al tratar de escapar del sufrimiento, creamos más causas de sufrimiento, y al perseguir la felicidad creamos más causas de infelicidad .

Por consiguiente, para liberarnos a sí mismos del sufrimiento, necesitamos eliminar las causas del sufrimiento. Para evitar que el agua en una olla hierva al punto de desbordarse, debes apagar el fuego. Si deseas detener el sufrimiento, tienes que eliminar lo que provoca sufrimiento, es decir, la creación de nuevo karma. Para apartarse del sufrimiento, uno debe dejar de crear más causas de sufrimiento. Puesto de manera simple, este es el método.

Podemos hablar de dos tipos de causa y efecto: el primero es “causa y efecto mundano” que provoca la agregación de sufrimiento; el segundo es “causa y efecto que trasciende el mundo” que provoca la cesación del sufrimiento. Causa y efecto mundano es lo que crea más consecuencias kármicas, y causa y efecto que trasciende el mundo es lo que no crea consecuencias kármicas. Aquellos que no comprenden cómo se acumula el sufrimiento, se puede decir que son ignorantes, mientras aquellos que sí comprenden, se puede decir que tienen sabiduría.

El entendimiento de la agregación del sufrimiento es la sabiduría de La Visión Correcta, pero todavía no es la sabiduría de la cesación y liberación, ni aún tampoco es la sabiduría del nirvana. La palabra sánscrita “nirvana” significa literalmetne “extinción” o, en los textos budistas, el estado de no-surgimiento y no-desaparición. El tener Visión Correcta es comprender que las causas y condiciones provocan la agrecación del sufrimiento, y que las causas y condiciones provocan también la cesación del sufrimiento. Pero este entendimiento no es suficiente para uno alcanzar la iluminación; uno todavía necesita cultivar el Noble Octuple Camino.

Tomamos como ejemplo una persona que comete un crimen y va a la cárcel. Si cumple su condena, un día estará libre. Supongamos que antes de que cumpla su condena trata de escapar y fuera capturado y condenado incluso a más tiempo en prisión. Tratando de poner fin a su sufrimiento al escapar; crea más sufrimiento para sí mismo. De manera similar, para estar liberado del sufrimiento de la vida, uno necesita dejar de generar las causas del sufrimiento. No basta con desear abandonar las conductas y actitudes insanas, porque hemos creado mucho karma en numerosas vidas pasadas. Este karma se manifiesta como hábitos en nuestra vida presente, y aunque queramos detener las acciones insanas, todavía tenemos antiguos hábitos extremadamente fuertes. Este es el por qué es necesario cultivar el Camino. Lo necesitamos para ayudarnos a regular nuestras acciones, habla y pensamientos, de modo que podamos dejar de generar más causas de sufrimiento, y poder poner realmente fin al sufrimiento.

A menos que cultivemos realmente el Camino, la sola comprensión del sufrimiento y sus causas no nos ayudará mucho. Cuando tengamos problemas, aún sufriremos y continuaremos generando las causas para más sufrimiento. Por consiguiente, es también importante comprender el significado de samsara, que se compone de los ciclos de nuestras vidas pasadas, la vida presente y nuestras vidas futuras. Un nuevo ciclo se repite cada vida que vivimos sin alcanzar la liberación. Estos ciclos de las vidas pasadas, presente y futuras componen la transmigración del nacimiento y muerte, también llamados nidanas, los Doces Enlaces del Surgimiento Condicionado.

Si podemos comprender cómo los enlaces llevan de una vida a otra, y así continuando el modelo de sufrimiento, comprenderemos que para apartarnos del sufrimiento necesitamos cultivar el Camino. Así es como se genera la sabiduría y se alcanza la liberación. Esta transmigración cesará porque el primer enlace en esta cadena, la ignorancia o avidya, habrá sido disuelta. La palabra sánscrita avidya se traduce en chino como “sin luminosidad.” En la mente ordinaria no hay luminosidad ni sabiduría, porque está oscurecida por las aflicciones. Si a través de cultivar el Camino eliminamos las aflicciones, entonces esta ignorancia se eliminará también, y la sabiduría se manifestará. Una vez que eliminemos la ignorancia, los enlaces restantes no surgirán. De este modo, se logra la cesación del ciclo del nacimiento y muerte.

Preceptos, Samadhi, y Sabiduría
En el Budismo, hay tres métodos para cultivar el Camino: mantener los preceptos, cultivar el samadhi y generar la sabiduría. El primero, mantener los preceptos, tiene dos aspectos: regular los errores del cuerpo y regular los errores del habla. Cometer los errores del cuerpo significa causar sufrimiento a otros con nuestras acciones; cometer errores del habla significa decir cosas que traen sufrimiento a los demás. Para dejar de provocar más sufrimiento a través de estos tipos de errores, necesitamos retomar continuamente los preceptos siempre que cometamos dichos errores. Esto es lo que significa mantener los preceptos.

El meramente mantener los preceptos no significa que uno ya no tenga aflicción. También es importante mantener la mente estable y calmada, de manera que cualquier cosa que suceda en nuestro cuerpo o entorno, nuestra mente no sufra. Algunos sostienen los preceptos muy diligentemente y, sin embargo, todavía tienen conflictos internos y aflicciones graves. Por ejemplo, podrían tener un fuerte deseo por algo, pero saben que para mantener los preceptos no deberían ceder al deseo. Aún así, si el deseo es lo suficientemente fuerte en sus mentes, se afligirán. Esto es particularmente cierto para deseos románticos y sexuales. Un hombre deseará a cierta mujer, pero pensaría que incluso ni debería estar mirándola. O una mujer oirá palabras dulces de un hombre, y pensará que no debería ni permitirse sentir atracción. Dichas personas podrían ser muy puras en sus acciones y no harían nada malsano, pero estas luchas internas aún son aflicciones.

Mientras que haya deseo, uno está inmerso en el samsara, dando lugar a cada vez más sufrimiento. La razón por la que tenemos aflicciones aunque mantengamos los preceptos, es porque no tenemos una mente que sea estable y calmada, una mente que no se vea afectada por el entorno. Por consiguiente, además de mantener los preceptos, deberíamos también cultivar el samadhi para generar una mente calmada y estable.

Hay dos métodos para cultivar el samadhi: el gradual y el repentino. En el método gradual, uno comienza con los Cinco Métodos de Serenar la Mente, luego uno procede a los Cuatro Fundamentos de la Conciencia Plena, progresando por todo el resto de las Treinta y Siete Ayudas para la Iluminación, terminando con el Octuple Camino. Este método gradual avanza paso a paso hasta alcanzar la liberación como un arhat. En este proceso, uno cultivará naturalmente tanto el samadhi como la sabiduría.

En lugar de ir paso a paso a través de las Treinta y Siete Ayudas, el método repentino del Chan procede directamente a la realización a través de los métodos tales como el huatou o la Iluminación Silenciosa. A través de estas prácticas, uno puede cultivar una mente que siempre está en conformidad con el samadhi Chan. Esta es una manera directa para alcanzar una mente calmada y estable, la que no se verá afectada por lo que pasa en el cuerpo o en el entorno. En el método gradual, uno primero cultiva el samadhi seguido por el surgimiento de la sabiduría; en el método repentino, uno cultiva y genera el samadhi y la sabiduría simultáneamente.

Así pues, ¿ahora está claro cómo nos apartamos del sufrimiento?

Estudiante: Cultivar el Camino.

Sheng Yen: ¿Qué camino? Uno cultiva el Noble Octuple Camino. Pero, ¿qué constituye el Noble Octuple Camino? El Camino consiste de tres disciplinas de preceptos, samadhi y sabiduría. Dentro del Noble Octuple Camino, la Visión Correcta es lo más importante porque es el fundamento para todos los demás. Si uno comprende la Visión Correcta, entonces los caminos restantes serán relativamente fáciles para entender.

La Visión Correcta es un aspecto necesario de la sabiduría, pero no es completa sin comprender también la realidad de los fenómenos. En mi autobiografía escribí que yo lloré cuando visité las tumbas de mis padres después de estar ausente por tantos años. Un periodista que leyó acerca de esto me preguntó: “Shifu, usted es un monje altamente realizado. ¿Por qué lloraría por sus padres difuntos?” Le dije: “Yo no soy un monje altamente realizado, sino tan solo una persona ordinaria. Cuando mis padres pasaron a mejor vida, yo no pude ni incluso estar a su lado. Cuando regresé, solamente encontré sus lápidas. Al saber que no había ninguna manera de que yo pudiera compensar todo lo que hicieron por mí, todos los sentimientos que sentía por ellos vinieron a la mente. Era imposible no derramar lágrimas.” ¿Estaba siendo yo ignorante o había algo de sabiduría allí?

Recientemente realicé una peregrinación a algunos de los lugares donde el Buda habia enseñado. En un lugar vi un monumento del lugar donde un gran brahmin le pidió al Buda que le enseñara el Dharma. Al ver el monumento, me arrodillé y no podía sino verter lágrimas. Uno de mis discípulos me preguntó: “Shifu, ¿por qué es tan sentimental, llorando al ver este monumento?” Dije que yo estaba llorando por gratitud al Buda Shakyamuni por quedarse en el mundo después de alcanzar la iluminación para enseñar el Dharma. Si no lo hubiera hecho así, no seríamos capaces de escuchar el Dharma y emplearlo para ayudarnos a nosotros mismos así como a los demás. Por consiguiente, estoy realmente conmovido y agradecido al Buda Shakyamuni. ¿Es esto ignorancia o sabiduría?

En 1977, poco después de haber llegado a los Estados Unidos, recibí una llamada de Taiwán con la noticia de que mi maestro Dongchu había pasado a mejor vida. Me emocioné mucho y me quedé sin palabras. Tan solo me puse a llorar. Un hermano del Dharma me dijo: “Hermano, ya no eres un niño. Eso de que tu viejo maestro haya fallecido es un hecho de la vida, de manera que, ¿por qué estás llorando?” El pensamiento de que ya no tenía a mi maestro me puso realmente muy triste. Pero luego me sentí agradecido de este hermano del Dharma por recordarme que para las personas mayores es normal morir. Yo fuí ignorante al sentirme tan triste, pero no pude evitarlo porque él era mi maestro.

Desde la perspectiva de la Visión Correcta, estos relatos tienen que ver con la sabiduría que proviene del entendimiento de la realidad de que todos los fenómenos, incluyendo el nacimiento y la muerte, tienen su lugar. Cualquier papel que desempeñamos en la vida (como padre, hijo, maestro o estudiante) deberíamos cumplir con nuestras responsabilidades. No solo decimos:“Oh, la muerte es solo una prueba de la impermanencia. Si los fenómenos son vacíos y no hay un "yo", ¿porqué sentirse triste?” Si uno piensa de esta manera, es realmente ignorante. Desde la perspectiva del Budadharma, tenemos nuestras relaciones y tenemos responsabilidades para cumplir. Negar su existencia es una visión errónea. Antes de que estemos liberados, experimentamos las causas y los efectos de los tres tiempos (pasado, presente y futuro) y negar eso es también una visión errónea. Por otro lado, afirmar los lazos sociales así como las causas y los efectos es la Visión Correcta; es la sabiduría de entender la realidad de los fenómenos.

Las personas tienen miedo a la muerte; también tienen miedo a los pelígros en la vida, anticipando la desgracia. ¿Es eso sabiduría o ignorancia? Al regresar a los Estados Unidos después d conducir un retiro en Moscú, yo estaba muy agotado. Uno de los discípulos laicos se compadeció de mí: “Oh, Shifu usted está tan agotado, pobrecito.” Y entonces ella dijo: “Shifu, con esta epidemia del SARS, ¿está seguro de que quiere ir a Taiwán?” Ahora, estoy viejo y no tengo un sistema inmunológico fuerte, por eso esta persona estaba aparentemente preocupada. Le dije a ella que hubo un tiempo en el que había muchos accidentes aéreos y las personas me aconsejaban que no viajara en avión. Les dije que para mí, si fuera tiempo para morir, sucedería no importara si viajaba en avión o no. Si no es mi tiempo para morir, eso es porque aun necesito experimentar la consecuencia kármica. Cuando para mí sea tiempo de morir, sucederá. Al mismo tiempo, también soy muy cuidadoso en tomar medidas preventivas. No voy a ir a Taiwán para contraer SARS deliberadamente, pero aun así, no tengo miedo de ir allí. ¿Es esto ignorancia o sabiduría? Si es sabiduría, sería la sabiduría de entender la realidad de los fenómenos.

La Visión Correcta incluye tener la sabiduría de aceptar la realidad de los fenómenos. El solo desear escapar del sufrimiento sería incumplir con nuestras responsabilidades y negar las casuas y los efectos. El anhelo de liberación sin comprender la realidad de los fenómenos es una visión errónea. Por lo tanto, os ofrezco estas palabras para recordar: “Antes de la liberación, uno debe cumplir con sus responsabilidades; antes de alcanzar la budeidad, uno debe primero ser una buena persona.” Esta es la sabiduría de comprender la realidad de los fenómenos.

Nuestro objetivo final es alcanzar la sabiduría del nirvana, pero la sabiduría de comprender la realidad de los fenómenos es el proceso. Se alcanza la sabiduría del nirvana cuando uno ha alcanzado la auto-comprensión, la auto-verificación y la auto-iluminación. Cuando eso sucede, uno ha logrado todo lo que necesita en el Camino. Es la realización completa de entender la realidad de los fenómenos. En ese momento ya no hay ningún surgimiento y desaparición de las causas y los efectos. Esto es la sabiduría del nirvana.

La verificación significa que comprendemos completamente que la vida surge de las causas y condiciones y también desaparece con las causas y condiciones. Reconocemos dos tipos de surgimiento y desaparición. Uno es el surgimiento y la desaparición de la vida entera del cuerpo que tenemos ahora. Esto comienza con la concepción en el útero de nuestra madre y termina con la muerte. Segundo, dentro de nuestra propia vida, también en todo momento hay surgimiento y desaparición de eventos microscópicos en los tejidos y cédulas de nuestro cuerpo. Este es el proceso por el cual crecemos, maduramos, envejecemos y nos deterioramos tanto en la mente como en el cuerpo. Todo esto se debe al surgimiento y desaparición que continúa en todo momento dentro del surgimiento y desparición más grande del nacimiento y la muerte.

Hace dos años me encontré con una practicante anciana quien podía recitar el Mantra Surangama entero, el cual es muy largo. Le dije a ella: “Es muy positivo que puedas recitar el mantra entero a pesar de ser una persona mayor.” Ella dijo: “Oh, este mantra no es nada; puedo recitar el Sutra Surangama entero.” Ella ha sabido el mantra desde que era joven, por lo tanto, se lo sabía de memoria. Hace un año me encontré con ella otra vez y me enteré de que ya no estaba recitando el Mantra Surangama, sino otro mantra más corto. Le pregunté por qué ya no estaba recitando el Mantra Surangama. Ella dijo: “Oh, el Mantra Surangama es demasiado largo y lleno de palabras. Estoy recitando un mantra que es más conciso.” Pero la verdad era que ella ya no podía recordar el mantra entero. Esta primavera pasada la vi nuevamente y esta vez ella estaba recitando un mantra aún más corto, el Mantra para los Difuntos. Me temo que la próxima vez que la vea ella solo estará recitando el nombre del Buda Amitabha. Dentro del mayor surgimiento y desaparición de nuestra vida, hay muchos surgimientos, desapariciones y memorias menores.

Por consiguiente, la idea de surgimiento y desaparición se refiere no solo a nuestra vida entera; más importante, se refiere también a cada momento de nuestra vida. Con la sabiduría del nirvana comprendemos muy claramente que en cada fenómeno mental, físico y ambiental, hay surgimientos y desapariciónes simultáneos. Tan pronto como surgen los dharmas, ya están pereciendo. Cada uno de vosotros aquí, ¿pensáis que en cada momento hay constante surgimiento y desaparición en vuestro cuerpo? De hecho, si no fuera así, incluso no estaríais vivos. En cuanto a las cosas vivas, debe haber moción y cambio. Si no hay cambio, no hay vida. Tan pronto como estamos vivos, hay metabolismo: las cédulas y los tejidos se están moviendo y transformando constantemente. ¿Qué pasa cuándo estamos muertos? En realidad, cuando morimos cambiamos incluso más rápido. Por lo tanto, aquellos que han alcanzado el nirvana, aquellos que han alcanzado la autoverificación, comprenden claramente que todo lo que surge perece simultáneamente. Cualquier cosa que surge está en su camino a la desaparición. Pero, ¿de dónde surgen estas cosas? Las cosas surgen de las causas y condiciones.

Esto es diferente al punto de vista de que todos nosotros somos criaturas de un Dios, y cuando morimos regresamos a ese Creador. El punto de vista budista es que todo surge y desaparece debido a las causas y condiciones. Las escrituras budistas no niegan la existencia de un Dios que lo creó todo; si no más bien, en la existencia una deidad que habría nacido de una miríada de causas y condiciones junto con el universo. En el Hinduismo, es el Rey Dios Brahman quien vive hasta que el universo perece. Cuando desaparece el universo, el Rey Dios Brahman desaparece con él. Este Rey Dios Brahman no experimenta la mortalidad humana y por lo tanto parecería eterno. Desde la perspectiva de un Buda, este mundo es solo uno de una miríada de mundos, los cuales eventualmente surgen y perecen. Los budistas no dicen que la creencia en Dios sea supersticiosa. Sin embargo, desde la perspectiva budista, incluso dicho Dios debe experimentar nacimiento y muerte. Por consiguiente, en la sabiduría del nirvana hay un entendimiento muy claro de que todos los fenómenos, incluso los universos, experimentan surgimiento y desaparición.

Así pues, si uno mira la etapa entre el nacimiento del universo y su perecimiento, hay surgimiento y desaparición, y dentro de este período hay también infinitos surgimientos y desapariciones momentáneos. Consideremos el Planeta Tierra, el cual está sometiéndose a constante surgimiento y desaparición de momento a momento. Estos cambios también suceden en otros planetas. Uno solo puede alcanzar completamente esta sabiduría después de que haya alcanzado el nirvana, razón por la cual se llama la sabiduría de nirvana.

A la pregunta: “¿De dónde surge todo?” la sabiduría del nirvana contesta que las cosas no surgen de ningún lugar. Más bien, todo surge de causas y condiciones. De manera que cuando pensamos: “Soy de Taiwán, o de la India,” es como si hubiera algo de estos lugares que podría venir a los Estados Unidos. Hay algo que proviene de aquellos lugares, pero desde la perspectiva de la sabiduría del nirvana de que algo surgió de la reunión de causas y condiciones en cada momento, nací como resultado de la union de muchas causas y condiciones, incluyendo el karma que creé en vidas previas. Luego estaban mis padres, el ambiente en el que crecí, todo lo que consumí creciendo, y así es como surgí. De acuerdo a la fisiología, nuestro cuerpo sustituye todas sus cédulas cada siete años, de modo que si me quedara aquí por siete años, solo comiendo alimentos occidentales, después de siete años yo tendría un cuerpo occidental aunque todavía parecería chino. Vean el significado: nuestro cuerpo está sometiéndose al surgimiento y desaparición todo el tiempo.

Hace varios años, una madre trajo su hijo adolescente aquí. Cuando le pregunté: “¿Eres chino o estadounidense?” Este hijo dijo: “Soy estadounidense.” Y pregunté: “¿Y tu madre?” “Oh, ella es china.” Al oir eso, la madre estaba muy disgustada: “¡Este niño no puede ni incluso recordar su propia herencia!” Le dije a ella: “Bueno, tiene razón. Creció aquí en los Estados Unidos, come alimentos estadounidences; todo lo que ha experimentado es de los Estados Unidos. Por supuesto que él es estadounidense. Y tú de China y creciste en Taiwán, todas tus experiencias provinieron de la sociedad china. Desde luego que eres china.” Al oir esto, el hijo estaba muy contento: “Tengo razón, soy estadounidense.”

De acuerdo a la sabiduría del nirvana, todos los fenómenos son como son debido a la reunión de causas y condiciones. Pero así como los fenómenos surgen, también perecen. Y, ¿adónde desaparecen? No desaparecen en ningún lugar; se convierten en nuevas causas y condiciones para futuros surgimientos y desapariciónes. Desde la perspectiva de la sabiduría del nirvana, no hay lugar en el que perezcan los fenómenos. El nirvana significa extinción, no surgimiento y, por consiguiente, no más desaparición.

Intención Correcta
El segundo de los Nobles Caminos, la Intención Correcta, también es referido como Pensamiento Correcto, Discriminación Correcta o Iluminación Correcta. La esencia de la Intención Correcta es emplear la Visión Correcta que uno ha adquirido. Uno podría decir que cuando tenemos Visión Correcta, la Intención Correcta debería seguir. Esto no significa solo pensarlo abstractamente, sino comprenderlo a través de la práctica de la meditación, o dhyana. Con la resultante claridad y estabilidad de la mente, serás capaz de comprender los fenómenos desde la perspectiva de las Cuatro Nobles Verdades. Por ejemplo, normalmente estamos satisfechos con nuestro cuerpo, pero a veces el cuerpo es también una carga y una fuente de sufrimiento; no está completamente bajo nuestro control (nos enfermamos, envejecemos, morimos). O tratar de aliviar o suprimir los problemas del cuerpo podría resultar en más sufrimiento. Al observar el cuerpo y la mente con la Intención Correcta, llegamos a comprender que la impermanencia es la raíz del sufrimiento. Esta es una oportunidad para que surja algo de sabiduría, pero un entendimiento intelectual del sufrimiento no es suficiente para liberarnos del sufrimiento. Uno necesita también percibir que el sufrimiento es ilusorio y vacío y, por lo tanto, es el ego el que sufre. Solo cuando nos adentramos verdaderamente en esta comprensión de vacuidad y no-yo, podemos alejarnos del sufrimiento.

Me encontré con alguien que pensaba que su vida estaba llena de tanto sufrimiento que no veía mucho sentido en vivir. Pensaba que su cuerpo se desintegraba y que podría morir en cualquier momento. De acuerdo a su punto de vista, uno podría haber cometido suicidio para escapar del sufrimiento. ¿Hay sabiduría en pensar de esta manera? En realidad, mientras tiene algún entendimiento de la impermanencia, no comprende que también hay vacuidad y no-yo. Teóricamente, la comprensión de la impermanencia debería llevar a uno a entender la vacuidad, así como también el no-yo, pero eso es solo conceptual. Sin la realización experimental de la vacuidad, esta persona no es capaz de ver que no hay un ego detrás del sufrimiento. No comprende que el deseo de poner fin a la propia vida es en realidad un apego al ego, porque es el ego el que quiere escapar.

No puede haber verdadera realización de la vacuidad cuando nos apegamos al ego. Para comprender verdaderamente la vacuidad, uno necesita también generar la mente bodhi. De hecho, la vacuidad y la mente bodhi son dos caras de la misma moneda; uno no puede comprender verdaderamente una sin la otra. Intentar comprender la vacuidad sin generar la mente bodhi solo puede llevar a un tipo nihilista de vacuidad. Eso no ayudará a uno a apartarse del sufrimiento ni a experimentar la liberación.

La mente bodhi no se centra en nuestros propios problemas, de modo que cuando estamos sufriendo, en ese momento, estamos más preocupados por el sufrimiento de los demás. Cuando estoy enfermo, uso la Intención Correcta y pienso en infinitos seres sensibles que están sufriendo considerablemente más yo. De esta manera, espero usar el poder de mis votos para ayudar a liberar a las personas del sufrimiento. En ese momento, por supuesto que no he disminuido realmente el sufrimiento de nadie, pero solo a través de generar ese pensamiento ya estoy sufriendo menos. Así pues, generar la mente bodhi y pensar en el sufrimiento de los demás, puede definitivamente ayudar a disminuir el propio sufrimiento. Por ejemplo, si piensas que te faltan ciertas cosas, recuérdate a ti mismo que muchos tienen incluso menos. En tu mente bodhi, generas el deseo de que pronto todos tengan una mejor situación, y de que vas a formar una intención de ayudar a aquellos que tienen menos que tú. Descubrirás que este pensamiento traerá calidez a tu mente y te sentirás menos desafortunado.

En un retiro de siete días, una participante tenía tanto dolor físico que se sentía como que estaba en el infierno. Pensando que la práctica no era para ella, estaba a punto de salir del retiro. Le dije: “Quizás puedas regresar a la Sala del Chan para liberar a otros seres sensibles.” “¿Cómo se supone que pueda liberar a los seres sensibles?” Le dije: “Cuando vuelvas a la Sala del Chan, dite a ti misma que estás allí para sentarte en buena postura e inspirar a tus vecinos a practicar diligentemente.” Ella aceptó mi consejo y regresó a la Sala del Chan. Allí, ella pensaba: “Me duele el cuerpo, pero si no estoy dispuesta a ir al infierno para ayudar a los demás, ¿quién estará dispuesto?”
Al pensar de esta manera, ella tuvo un retiro muy bueno.

Después de estudiar el Budadharma y las enseñanzas del sufrimiento, la impermanencia y el no-yo, alguien puede concluir que ha experimentado la vacuidad. Al pensar eso, esta persona podría continuar sufriendo mucho. Esta persona comprende que todo es vacío y sin ego pero su sufrimiento está allí y es verdadero. Así que con todo este entendimiento de vacuidad y no-yo, todavía hay mucho sufrimiento. ¿Qué es lo que está faltando? Lo que está faltando es la mente bodhi. Cuando tienes mente bodhi, no estarás tan preocupado por ti mismo. Cuando pones el bienestar de los demás seres sensibles en una prioridad más alta que el tuyo mismo, naturalmente te preocuparás menos por ti mismo. Cuando no estás tan apegado a tu ego, ya estás experimentando el no-yo y comprendiendo la naturaleza de la vacuidad.

La vacuidad no significa que no haya nada allí; es la idea de que no estás tan apegado a tus preocupaciones por ti mismo. Cuando tienes menos apego a ti mismo, podrás empezar a tener un verdadero entendimiento de la vacuidad y serás capaz de generar sabiduría. Cuando puedas hacerlo, estarás en el camino hacia la liberación. Serás capaz de apartarte de los cinco deseos de riqueza, sexo, fama, comida y sueño, y serás verdaderamente capaz de apartarte del sufrimiento.
Volver arriba