Preguntas y respuestas

¿Qué es el Dhyana? (I)
Conferencia impartida por el maestro Sheng Yen el 27 de mayo de 1984.
 
Hombres virtuosos, si después de despertar a la naturaleza pura de la iluminación completa, estos Bodisatvas, empleando esta mente pura Bodhi, no se aferran ni a las ilusiones ni a las transformaciones, ni a todos los estados de tranquilidad, verán de manera clara que el cuerpo y la mente son obstáculos. Serán liberados de la ignorancia básica. No se aferrarán a las abstracciones, y para siempre estarán más allá de los estados tanto de obstrucción como de no obstrucción. Se sentirán cómodos y a gusto en el uso del cuerpo, mente y en el universo. Mientras todavía permanezcan en el mundo fenoménico, serán como el sonido de alcance amplio de un instrumento musical, ya que ni el placer ni el nirvana los podrán obstaculizar. Entonces, por dentro, experimentarán una ligereza del cuerpo y la mente, y estarán a gusto en aquel estado de tranquilidad, ese estado en el que se extingue la pasión. Por consiguiente, esta etapa de la maravillosa iluminación estará en armonía con la condición del nirvana, que está más allá del cuerpo y la mente, más allá de la concepción del ego, la personalidad, en que un ser, o una vida, es simplemente un pensamiento pasajero. A esta experiencia se le llama Dhyana.”

Este pasaje proviene del Sutra de la Iluminación Completa. En ese sutra los bodhisattvas preguntan al Buda acerca de los métodos de práctica. Él contesta que hay tres categorías: samatha, samapatti y dhyana. Las dos primeras se han discutido anteriormente. También debemos fijarnos que aquí el significado de la palabra “dhyana” no es exactamente el mismo que el término dhyana utilizado en la tradición india.

En el Sutra Lankavatara se dice que el verdadero Buddhadharma está fuera de cualquier término que se pueda expresar con palabras, o de cualquier lenguaje. “Palabras y lenguaje” no se refieren a un significado específico, empleando el uso común de la palabra, sino al significado general de todo lo que se puede expresar, recibir, comunicar y representar, tanto a través de nuestro lenguaje y palabras comunes, como a través de nuestros distintos sentidos. Lo que podemos ver, lo que podemos percibir, lo que con nuestra boca podemos expresar con palabras, o lo que podemos escribir, los significados que expresamos con los gestos y lenguaje corporales, todo eso se podría incluir en la interpretación general de “palabras y lenguaje.”

El Sutra Lankavatara también dice que el verdadero Buddhadharma está fuera de cualquier forma de actividad mental –eso incluye nuestro sentimiento que hace surgir nuestro pensamiento. En lo que respecta a las actividades mentales de sentimiento y pensamiento, deben utilizarse ciertos símbolos. Las palabras que tenemos, el lenguaje que tenemos, ciertos tipos de formas, o lo que sea –utilizando esos símbolos podemos tener nuestros sentimientos, nuestro pensamiento. Y no importa dónde estemos, podemos tener nuestros sentimientos, nuestro pensamiento. Y siempre que empleamos estos símbolos y tengamos tales actividades mentales, no importa si nuestro estado mental se caracteriza por una mente unificada o dispersa, no podemos considerarlo como un estado puro. Cuando no hay ninguna actividad mental, sólo entonces podemos hablar de un estado mental puro.

Regresando de Taiwán por la línea aérea coreana, Shih-fu se sentó al lado de un misionero americano que fue a Korea desde Taiwán. Esa persona preguntó a Shih-fu qué religión practicaba. Shih-fu respondió: “El Budismo.” Al misionero le pareció algo curioso. Hojeando la revista de la aerolínea, encontró un artículo acerca de las distintas religiones en Korea. En relación con el Budismo, mencionaba un determinado templo, un monasterio en Korea con mil estatuas de Buda. El misionero le señaló la imagen a Shih-fu, diciendo “Bien, esa es la religión en la que crees, ¿no es verdad?” Shih-fu contestó, “Efectivamente, sí.” De nuevo el hombre sonrió.

"Esas estatuas de Buda están hechas de madera,” dijo señalándolas con el dedo. ¿Cree usted que son Dios? Shih-fu dijo, “Bueno, no creo en ningún Dios.” Y la persona preguntó, “¿En qué cree usted?” Shih-fu contestó, “En lo que a mí respecta, no creo en nada. Pero, el Budismo sí emplea esas estatuas.” El misionero dijo, “Estas estatuas fueron talladas en madera. ¿Cree en que están hechas de madera?”, “Efectivamente, creo que estas estatuas están hechas de madera.” Entonces la persona quería saber, “Bueno, puesto que estas estatuas están hechas de madera, ¿piensa que sirven para algo?”Shih-fu contestó, “Hay personas que pueden beneficiarse del hecho de tener tales estatuas a su alrededor; es por ello por lo que el Budismo emplea estas estatuas.”
Este intercambio ocurrió poco después de la visita del Papa a Corea, por lo tanto, la revista, en la página opuesta, habló del Catolicismo en ese país. Había iglesias, con una cruz. Ahora le tocó al maestro Sheng Yen. Él señaló la cruz con el dedo y dijo, “¿Es la religión en que crees?” El misionero contestó, “Sí.” Shih-fu dijo, “¿Piensas que la cruz que ves aquí es Dios?” El hombre lo pensó por un momento y respondió, “Dios no es algo que se pueda representar mediante tal o cual cuerpo físico. La cruz es sólo un símbolo.” Por consiguiente, Shih-fu respondió, “En este caso, lo que dijiste acerca del uso de la cruz en la iglesia es muy similar a lo que dije sobre tener las estatuas en los templos.”

Entonces el misionero objetó, diciendo, “No. La estatua es un símbolo del amor de Dios por la humanidad, por lo tanto, Jesús está en la cruz. Pero si la gente fuera a postrarse, o a mostrar respeto a los ídolos, eso sería un pecado.” Entonces Shih-fu dijo, “Pero de acuerdo con los sutras budistas, no es necesario mostrar respeto por la cruz.” Y la persona declaró, “Lo que dice no es correcto. Según la Biblia cristiana, mostrar respeto a las estatuas o a los ídolos es erróneo, es un pecado.” Shih-fu dijo, “En este caso, si tu fundamento está de acuerdo con la Biblia cristiana, y dices que lo que hago es erróneo, entonces igualmente puedo basarme en los sutras budistas y decir que para ti mostrar respeto a la cruz es erróneo, que igualmente es un pecado. Así siempre estaremos discutiendo, y nunca nos entenderemos el uno al otro. Sé que sólo debido a que tienes fe en tu religión, es por lo que te hiciste cristiano, te hiciste católico. También deberías comprender que debido a que también tengo fe, es por lo que me hice budista. Por eso, cada uno de nosotros tenemos su propio fundamento. Tu fundamento se basa en la Biblia cristiana y el mío se basa en los sutras budistas.

En otra ocasión, un sacerdote católico le dijo una vez a Shih-fu que en el nivel más alto Dios es sin forma –Dios no necesita que las personas muestren respeto o adoren a Dios. Para Dios es muy natural amar a las personas, pero Dios no exige que las personas también amen a Dios, dado que, básicamente, la gente tiene ignorancia. Decir que para las personas es necesario mostrar respeto a Dios, sólo se debe a la necesidad de las propias personas.

Shih-fu le contestó al padre, “Bueno, de acuerdo con lo que acaba de decir, las ideas católicas están muy próximas al Budismo.” Sin embargo, las ideas expresadas por el sacerdote católico no son las típicas del catolicismo al uso. ¿Por qué Shih-fu se ocupa de estos ejemplos? Él está intentando señalar que tienen que ver con el empleo de diferentes tipos de formas, descripciones, palabras y lenguaje. Toda la controversia entre las diferentes religiones proviene de estos apegos a determinados conceptos, a ciertas formas, a ciertas descripciones; no obstante, si vamos a hablar de la tercera categoría de este método de práctica –dhyana—, entonces todos los conceptos, todas las formas de descripción, palabras y lenguaje, tienen que dejarse atrás.

Cuando al final llegó la hora de despedirse del misionero americano, Shih-fu le dijo, “Hablando por mí mismo, diría que no tengo que negar la existencia de Dios. Y del mismo modo, para los budistas, efectivamente, existen los Budas. Pero, de nuevo, no creo en los Budas.” El hombre se sorprendió. Preguntó, “¿Para un budista cómo es posible no creer en los Budas?” Shih-fu dijo, “No es nada sorprendente. No sólo soy yo – será lo mismo para cualquiera que haya realizado la suficiente práctica del Buddhadharma. Eso es, todos los Budas son personas del pasado. Si hay Budas ahora, en este momento, es irrelevante para mí. Todos los budistas que hayan practicado lo suficiente, no tendrían que tener apego alguno a los Budas. No sólo los no budistas encuentran sorprendente que los verdaderos budistas no tengan que creer en los Budas, sino que incluso muchos budistas que no entienden qué es el Chan, encontrarán esto igualmente sorprendente, o incluso repulsivo.”

Una vez, cuando Shih-fu estaba dirigiendo un retiro Chan en Taiwán, dijo algo a este respecto: “No hay Buda, no hay Bodhisattva, no hay Tierra Pura, no hay deidades. No se nos permite pensar en nada semejante a esto. Simplemente pregúntate a ti mismo de dónde vienes antes de la vida presente, a dónde vas después de esta vida y qué eres tú en este momento, en el momento presente.”
 
¿Qué es el Dhyana? (II)
Conferencia impartida por el maestro Sheng Yen el 27 de mayo de 1984.
 
Una vez, cuando Shih-fu dirigió un retiro Chan en Taiwán, uno de los participantes era un “budista veterano.” Oyó lo que decía Shih-fu, “No hay Buda, no hay Bodisatva, no hay Tierra Pura, no hay deidades. No te está permitido pensar en nada que se le parezca. Simplemente te preguntas a ti mismo de dónde vienes antes de la vida presente, a dónde vas después de esta vida y qué eres en este momento.” El budista veterano se dirigió a Shih-fu y dijo, “Me gustaría abandonar este retiro. No quiero seguir adelante. He estado practicando el Budismo durante 30 años con la ayuda de Budas y Bodisatvas. Y el principal apoyo de mi vida es que al final pueda convertirme en Buda – que puedo buscar a este Buda, que puedo buscar a los Bodisatvas. Ahora me está diciendo que no hay Buda, que no hay Bodisatvas, y que no hay Tierra Pura. Habré perdido todo lo que he conseguido en los últimos treinta años. No hay forma de continuar con este retiro.” Por lo que al final lo abandonó.
Aparentemente, nunca había leído el Sutra de la Completa Iluminación. O, si lo había leído, no lo entendió. En este sutra, efectivamente, hay Budas, Bodisatvas y Tierra Pura. Y hay métodos de dhyana, métodos del Samadhi –puedes encontrarlo todo en este sutra. (El término “dhyana” debería tener el mismo significado aquí que la palabra “Chan” utilizada en la escuela Chan.) Pero cuando llegas al estadio descrito en los métodos de dhyana, en este nivel no hay nada – no hay Buda, no hay Bodisatvas, no hay Tierra Pura ni Samadhi. El dhyana que se describe aquí es un método de la iluminación repentina. Debido a que el método de iluminación es repentino, no puede haber apego. No puede haber dependencia, confianza, ni refugio. Mientras haya alguna dependencia, confianza, o apego, no podemos estar hablando de la iluminación repentina. Para que tenga lugar la iluminación repentina tenemos que abandonarlo todo atrás, incluyéndonos a nosotros mismos. Sólo entonces es posible ver nuestra propia naturaleza de Buda.

Los sutras sí que hablan de Budas, Bodisatvas y de la Tierra Pura, etc. Pero a este nivel de práctica del método dhyana, no hay tal cosa. Hay diferencias debido a diferencias en el nivel. Podemos utilizar nuestros cuerpos, el medio ambiente en que vivimos, y nuestras actividades mentales. Podemos utilizar todas esas cosas para practicar, para alcanzar el Samadhi, o para realizar varias acciones virtuosas ordinarias que nos pueden ayudar a alcanzar los niveles de la deidad. Pero esos métodos no son suficientes para conducirnos al nivel más alto de la iluminación. No son capaces de eso. El Cuerpo, la mente y el medio ambiente pueden concebirse y utilizarse como causas y condiciones que nos ayuden en nuestra práctica. Pero sólo es verdad desde la perspectiva del método gradual de práctica. En cuanto al método de la iluminación repentina, el cuerpo, la mente y el medio ambiente sólo pueden concebirse como estados ilusorios, que son obstáculos para nuestra práctica, y para introducirnos en el núcleo del Chan, el dhyana.

Shih-fu dice que en realidad no existe cosa tal como la mente. La mente sólo es el efecto del entorno sobre nosotros, de ahí que la llamemos mente ilusoria. El cuerpo es ilusorio, el medio ambiente que nos rodea es ilusorio, y el efecto de la ilusión en la mente (los denominados procesos mentales) también son ilusorios. A través de ellos podemos cometer acciones tanto virtuosas como perjudiciales. Pero el Chan no se puede adquirir a través del conocimiento, o el aprendizaje, a través de la sabiduría de Dios o Buda, o a través de nuestra propia sabiduría. Si pensamos que la sabiduría de Buda puede ayudarnos a obtener el Chan, entonces estamos dependiendo de las condiciones externas. Si pensamos que nuestra propia sabiduría puede ayudarnos a obtener el Chan, entonces estamos confiando en las condiciones internas. Tenemos que dejar atrás cualquier dependencia. Sólo así podemos acceder al Chan.

A veces en la práctica Chan, sobre todo durante el retiro, algunos de los alumnos de Shih-fu le solicitan su bendición, debido a que sienten que por sí mismos no pueden realizar la práctica lo suficientemente bien. Piensan que con la “iniciación” de Shih-fu, pueden realizarla mejor. Y Shih-fu dice, “No hay problema. Por supuesto, os ayudaré.” Esta es la primera etapa.

Después de algún tiempo, cuando Shih-fu considera que la persona es lo suficiente fuerte, dice, “Tienes que trabajar sólo. No puedes depender de mi ayuda. Si puedo ayudarte, entonces eso es como si no tuvieras que comer. Yo comeré tu comida por ti y aun te sentirás satisfecho y colmado. Si eso se puede hacer, quizás te pueda ayudar en tu práctica.” Pero básicamente, todo el mundo come por sí mismo. Así que las personas tienen que depender de sí mismos para su práctica. Esta es la segunda etapa.

En la tercera etapa, cuando esas personas han obtenido algunos resultados de la práctica, cuando se sienten muy tranquilos, o incluso orgullosos, piensan “muy bien”, ahora pueden hacer todo lo que quieran. Creen que han alcanzado un cierto nivel. En ese momento Shih-fu los criticará, regañándolos muy severamente, les dirá que sólo están jugando con demonios y fantasmas – incluso que no son humanos. Mediante tales métodos Shih-fu intenta cortar su dependencia hacia cualquier cosa totalmente. Con la tercera etapa las personas se vuelven más apegadas a la experiencia que han tenido, o a la confianza que en torno a sí mismos han construido, pero cualquier apego a la experiencia previa es un definitivo no-no. La experiencia pasada debería percibirse sólo como la experiencia pasada y nada más. Por supuesto, cuando practicamos y hacemos progresos, tales progresos nos llegan mediante la experiencia, pero algunas personas se sienten muy contentas con su experiencia, o esperan que se produzcan una y otra vez. Eso es el apego. Por consiguiente, incluso si la experiencia se experimenta otra vez, posiblemente sólo se experimentará al mismo nivel.

La gente debe dejar atrás esas experiencias. Entonces si una se repite, y el practicante deja de percibirla como un signo de progreso, un logro o realización, seguirá progresando. Dejar toda tu experiencia atrás (cualquier cosa del cuerpo, mente o del medio ambiente) sería un estado de “no-obstáculo.” Este estado de no-obstáculo es adecuado para un principiante. Pero si mantenemos este tipo de mentalidad entonces es natural desarrollar una actitud de antipatía hacia el mundo, viéndolo como un estorbo. Tenderíamos a estar muy inactivos, y eso sólo se puede considerar como un estado próximo del Chan. No es el estado verdadero de Chan.

El verdadero Chan, por un lado, no está apegado a nada en o fuera de la mente, pero, por el otro, tampoco está para tener aversión alguna a algo que esté dentro o fuera de la mente. No percibimos el cuerpo, la mente, o el mundo, como algo que nos ayudará en la práctica. Y no percibimos el cuerpo, la mente, o el mundo como algo que obstaculizará nuestra práctica. No tienes apego; no tienes aversión. El cuerpo, la mente, el mundo sí que existen en esta etapa, pero no hay apego, no hay aversión hacia ellos. Si los seres sintientes necesitan nuestra ayuda, utilizaremos el cuerpo, la mente, y el mundo para ayudarlos. En este caso, los seres sintientes serán quienes se beneficiarán del empleo del cuerpo. Si nuestra práctica ha llegado al estado en que hemos desarrollado este tipo de sabiduría, entonces no hay cuerpo, no hay mente, no hay mundo con los que podamos practicar. Si ha quedado algo, pertenece a los seres sintientes. Las personas ordinarias piensan en su cuerpo y mente como suyos, para emplearlos en su propia práctica. Para el que se dedica al Chan en este nivel, el cuerpo, la mente y el mundo no son suyos, para su propio uso (debido a que tienen que dejarse atrás para entrar en el estado Chan o dhyana), pero el cuerpo, la mente y el mundo, se emplean para el beneficio de todos los seres sintientes. Con esta actitud, el practicante del Chan no se muestra inactivo, ni pesimista, sino más bien, muy activo.

La analogía del sutra habla del sonido de largo alcance de un instrumento musical, y el sonido proviene de la cuerda. De hecho, en realidad no hay sonido dentro del instrumento, dentro de la cuerda, pero el sonido se transmite al exterior. Familiarmente hablando, el practicante ha de estar separado del cuerpo, la mente y el mundo para que se manifieste la sabiduría; pero al mismo tiempo está dentro del cuerpo, de la mente y del mundo, para que la sabiduría y el beneficio de la misma los puedan obtener los seres sintientes. Ya que el cuerpo, la mente y el mundo sólo son ilusión, y la ilusión se considera como aflicción, y dado que la aflicción en sí misma es ilusoria, entonces la aflicción es lo mismo que el nirvana. El practicante Chan no tiene aversión al cuerpo, a la mente o al mundo ilusorio. Aunque parezca que vive en un mundo lleno de aflicciones, su mente siempre permanece inmutable, siempre está en un estado de quiescencia, en un estado de nirvana. Su mente está tranquila. O se puede decir, para él no hay mente que mover – debido a que la llamada “mente que se mueve” es sólo la consecuencia del cuerpo ilusorio, la mente ilusoria y el mundo ilusorio. No hay una mente real que se mueva.

Hasta este punto hemos estado hablando del estado de la práctica Chan. ¿Hemos hablado alguna vez del método de práctica? Sí. Simplemente no dependamos de nada, ya que en sí mismo es el método repentino de práctica. Si siempre nos encontramos a nosotros mismos en un estado separado del cuerpo, de la mente y del mundo, entonces eso es práctica. Si todavía vemos todo en el mundo – lo rojo, lo verde, lo bueno, lo malo, lo masculino, lo femenino – entonces no estamos practicando. La cuestión radica en ¿quién de nosotros está practicando el Chan ahora? Si ahora estamos practicando el Chan, entonces aparte del cuerpo, de la mente y del mundo, ¿podemos escuchar la conferencia de Shih-fu?, ¿Es necesario venir a escuchar la conferencia de Shih-fu? ¿O la conferencia de Shih-fu es impartida necesariamente en el interior del cuerpo, de la mente y del mundo? En el comienzo de esta conferencia (¿Qué es el Dhyana?) mencionamos dos líneas del Sutra Lankavatara. La primera es que “el verdadero Buda-darma se aparta de toda terminología, de todo lenguaje.” – de todo lo que podemos comunicar a través de nuestros ojos, oídos, boca, etc. La segunda es que “el verdadero Buda-darma está separado de cualquier forma de actividad mental.” De este modo lo que ha estado diciendo Shih-fu hasta este punto, tiene que ver sólo con el Chan. No es el Chan en sí mismo. Es basura, tonterías.
 
¿Es la opinión o el concepto de la práctica más importante que la práctica en sí misma?
Pregunta:
He escuchado un aforismo Chan que dice más o menos así: “la práctica es importante, pero la opinión sobre la práctica es aún más importante.” Esto parece contradecir todo lo que he escuchado sobre el Chan. El Chan dice que hay que abandonar nuestro ego y nuestras opiniones subjetivas. Cualquier opinión que yo tenga puede ser completamente subjetiva y entonces distorcionará la verdad. Esto se transforma en otro problema. Ademá, ¿es la experiencia válida en sí misma sin importar lo que la persona practica o cree?

Si nuestro ego desaparece, desaparece. Entonces qué importa si la persona es un ateo, budista, cristiano, hindú, judío, musulmán o cualquier otra cosa? Si Ud. dice que solamente los budistas pueden tener estas experiencias de hacer desaparecer el ego, esto no una postura elitista?

Shi-Fu (el Venerable Maestro Sheng Yen):
El dicho es una paráfrasis de una oración que dice así:
“Lo que uno sabe o ve es más importante que donde uno está caminando.” La frase “Lo que uno sabe o ve” no debe ser reemplazada por la palabra “opinión”, porque opinión es algo que puede venir de nuestro aprendizaje. La frase se refiere a lo que logramos directamente de nuestra propia experiencia.

En el Sutra de Loto hay un dicho que dice:

“Abrir lo que el Buda conoce y ve” revelar lo que el Buda conoce y ve; percibir lo que el Buda conoce y ve; entrar o penetrar en lo que el Buda conoce y ve.” Lo que el Buda conoce y ve es el vacío, sin forma, sin apego, sin fenómenos. El párrafo debería ser interpretado así: “Lo que es conocido y visto es más importante que lo que uno está haciendo.” Y “lo que uno conoce y ve” específicamente se refiere a lo que el Buda conoce y ve. ¿Cómo un practicante podría relacionarse con esto?
En el primer caso se trata del caso de alguien que es iluminado y que ha penetrado en lo que el Buda sabe y ve. ¿Cómo uno realmente sabe que lo que uno ve es lo que Buda ve?

Uno debe comparar la propia experiencia con las enseñanzas de Buda - los Sutras. Postraciones con empeño, estudiando los sutras y manteniendo los preceptos correspondería a la frase “Lo que uno hace.” En este caso, lo que uno hace no es tan importante que lo que uno ve o conoce. Si la experiencia no es realmente profunda, entonces no conoceremos ni veremos de la misma forma que lo hizo el Buda.
Si uno tiene un buen maestro, un maestro calificado, no es absolutamente necesario leer los sutras para su propia guia. Este maestro puede evaluar si nuestra experiencia es real o no, superficial o profunda. Si no es iluminación, entonces el maestro puede señalar directamente el problema o el apego. El aforismo anterior, no significa que la gente deba abandonar la práctica; más aún dice que la práctica es importante, pero que lo que el Buda conoce y ve es aún más importante.

Sin la guía de la experiencia del Buda, la gente no podría practicar correctamente el Dharma de Buda. Practicarían quizás otras doctrinas. Por eso, antes de la iluminación, los practicantes necesitan la guía de lo que el Buda conoce y ve. Después de la iluminación, todavía hay que examinar y comparar la experiencia con las enseñanzas de Buda y ver si su experiencia es verdaderamente lo que el Buda conoce y ve.

Si Ud. ha comprendido intelectualmente lo que el Buda sabe, conoce y ve, aún sin ser un iluminado, usted no se aventurará por senderos equivocados. Usted podrá guiar a otros en la práctica, pero no podrá garantizar la iluminación de los otros. Como mínimo podrá encaminar a las personas en el camino correcto de la práctica. Por otro lado, si un maestro no es un iluminado y no entiende coceptualmente lo que Buda conoce y ve, él o ella practicarán el camino equivocado. La gente a menudo practica con algún tipo de apego o expectativa - una idea de que hay algo a ser obtenido. Esto puede crear problemas.

Desde esta perspectiva, yo digo que sin la guia de lo que el Buda conoce y ve, los practicantes de otras religiones no pueden percibir la iluminación de Buda, sin importar cuan profunda puede ser su experiencia. Estas personas tendrán todavía una idea de, o apego a una omnipresencia eterna e inmutable. Cómo se llame no importa. Cuando uno siente de esta forma, no es lo que el Buda conoce y ve. Alcanzar este nivel de práctica - sentir la totalidad - es extremadamente difícil y un signo de progreso. Muchos practicantes, incluyendo a los budistas, tienen experiencias muy superficiales. Sienten calma o bienestar, creen que se han liberado de su ego pero todavía están apegados.

Muchos practicantes interpretan mal esta clase de experiencia, la cual, corresponde a niveles elementales de realización. Por ejemplo, en la tradición Hinayana hay cuatro niveles de realización; pero antes de ellos hay cuatro niveles preliminares: nivel de sentir una sensación de calor; nivel más alto; nivel de sabiduría; nivel de primero en el mundo. Solamente después de estos cuatro niveles puede alguien entrar en los cuatro estados de realización de los cuales el cuarto es el verdadero estado de Arahat. Muchos practicantes, incluyendo los practicantes de Chan piensan que están casi iluminados cuando en realidad recién están experimentado el primer nivel asociado a la sensación de calor.

Estudiante:
¿Es posible dejar de lado el Budismo y lograr la experiencia del no-ego?

Shi-Fu:
No, es imposible, pues cualquiera sea el camino que Ud. elija tendrá alguna expectativa en su mente.

Estudiante:
¿Es posible que esa persona pueda practicar sin ninguna idea de obtener algo?

Shi-Fu:
Si, una persona así puede ser llamada de pratyekabuda - alguien que alcanza la iluminación sin las enseñanzas de Buda . Pero en los sutras se dice que esto solamente es posible si en el mundo no existiera el Dharma de Buda.

Estudiante:
Ud. manciona la iluminación superficial y la profunda. Cuando Ud. menciona experiencias, ¿se está refiriendo exclusivamente a las experiencias del no-ego?

Shi-Fu:
No necesariamente. Si yo me refiero a la iluminación Chan entonces estoy hablando sobre experiencias del no-ego. Pero a menudo, uso la palabra iluminación para referirme a toda clase de experiencias de tradicones espirituales o no. Gente de tradiciones variadas, puede sentir la sensación de la integración con el Todo.
Estas pueden ser consideradas experiencias de iluminación pero no son experiencias del no-ego. Una experiencia Chan superficial durará un corto período de tiempo y una experiencia más profunda durará más tiempo. Con una experiencia más profunda la persona percibirá el vacío más claramente.

Su sensación de vacío será más sólida, mientras que la experiencia superficial no será tan clara o sólida. La iluminación profunda sucede cuando no está sólo viendo ser el vacío, sino más bien está en el medio del vacío. Los niveles de la experiencia de iluminación pueden ser comparados con una persona que gradualmente aumenta el saboreo del vino.

El primer nivel es aquella persona que nunca ha visto ni probado el vino. En el nivel siguiente la persona lo ha visto o sabe cómo es, pero no lo ha probado. Después, la persona lo prueba y ahora conoce el sabor. Más tarde si todavía está interesada, la persona puede desear saborearlo otra vez o beber todo el vaso. Por el último nivel entendemos aquel en que la persona se sumerge en el barril de vino. En este punto ya no hay separación con el vino. Hablar de sed ya no es lo más importante.

Estudiante:
¿Es posible para alguien que no conoce el Dharma de Buda, percibir o experimentar el no-ego? ¿Es posible que tenga la experiencia, pero como su conocimiento anterior es diferente no lo sepa interpretar? ¿Quizás vea esta sensación como la presencia de Dios o la Totalidad?

Shi-Fu:
Es imposible para esta gente tener la verdadera experiencia del no-ego. Aquel que realiza el no-ego entra en la dimensión de lo que Buda conoce y ve. Esta persona no interpretará o explicará esto como siendo de Dios o la Totalidad.

Estudiante:
Yo leí una anécdota acerca de una mujer que no practicaba pero estaba pasando por un período muy intenso de su vida. Lo que naturalmente surgió en su vida fue la pregunta: ¿Quién soy yo?
Tuvo una experiencia de esto y así cambió completamente su opinión sobre sí misma y el mundo. Algún tiempo más tarde ella leyó algunos libros sobre Budismo Zen y vio la conexión entre su experiencia y el Zen. Ella habló con un roshi y él le confirmó su experiencia.

Shi-Fu:
Si sucedió así como Ud. lo cuenta y un roshi legítimo confirmó su experiencia, significaría que ella es algo así como9 un pratyekabuda porque ella no tenía ninguna preconcepción del vacío. Por otro lado, si el roshi la incentivó a practicar más y después la guió, y entonces ella tuvo más experiencias, esto es perfectamente comprensible. Conocí a un americano que hace 25 años tuvo una experiencia. El se dirigió a un maestro y su experiencia fue confirmada. Otros quince años pasaron pero todavía no se sentía safisfecho. El era maestro en un centro, lo abandonó y vino a verme. Le dije que había ciertos problemas con su comprensión, que probablemente tuvo una experiencia legítima y que fue buena, pero que se estaba apegando a su memoria.

Si se supone que la memoria de una experiencia lejana es la experiencia en sí misma, entonces la persona tiene problemas. Le dije a esta persona que practicara dedicadamente y a cualquier experiencia que pudiera tener se dijera “no está bien.” Si él practicó de esta forma y más tarde necesita más ayuda con todo gusto se la daré. La mujer de la que Ud. me habló tenía su mente abierta y flexible y no tenía apego a su experiencia. De todas formas, ella probablemente pudo practicar de una forma tranquila después de su experiencia inicial. Pero este hombre tiene expectativas, por eso tiene problemas.

Estudiante:
En la escuela Chan hay numerosos ejemplos de gente que ha tenido experiencias genuinas de no-ego pero después aún encontraban diversos problemas. ¿Esto significa que la experiencia inicial no fue genuina?

Shi-Fu:
No, estas experiencias podrían muy bien haber sido genuinas. Un buen maestro podría ser capaz de confirmar la autenticidad de sus experiencias y ayudar a esta gente a tener más profundas experiencias Chan. Pero no hay garantías. La práctica de una persona puede deteriorarse. Quizás el maestro y el estudiante no se conectan bien o puede haber otro tipo de razones. Una persona que tiene experiencias de no-ego, puede tener regresiones. Un ejemplo perfecto es la historia del maestro americano. El tuvo una experiencia que fue confirmada por el maestro, pero tuvo problemas más tarde. Vino a mí para saber si existían causas y condiciones correctas; o afinidad kármica entre nosotros; pero yo sentí que no, le dí un método y le dije que volviera a su antiguo maestro.

Estudiante:
Ud. dijo que para tener una experiencia de no-ego uno necesita tener una comprensión del Chan y también tener un maestro calificado. En el caso de la mujer, ¿no podría haber sucecido que fuese una monja o un monje budista en su vida previa con una profunda experiencia y que en esta vida las causas y condiciones finalmente se dieron para tener una experiencia de iluminación?

Shi-Fu:
Aún si uno ha practicado en vidas previas, en esta vida usted todavía necesita un maestro y sus enseñanzas; pero si usted practicó bien en sus vidas previas, las cosas progresarán más rápidamente en esta vida.

Aún el Sexto Patriarca; que tenía profundas raíces kármicas y alcanzó la iluminación cuando escuchó un párrafo del Sutra del Ddiamante, necesitó ser guiado por el Quinto Patriarca. El nunca escuchó ni un párrafo de un libro común o de una religión diferente. Sólo escuchó el Dharma de Buda. Uno puede argumentar que la persona que no ha escuchado nunca el Dharma de Buda, realmente vive en un mundo carente de él, o sea que él o ella podría realmente ser un pratyekabuda. Si esto sucediera, ¿cómo podría ser medido el nivel de su realización?

Nosotros usamos criterios budistas para medir el nivel de realización budista. Si tal persona dice estar iluminada según las normas budistas, entonces él o ella no lo estará realmente. Desde el tiempo de Buda, ha habido mucha gente - escolares, líderes, filósofos - que tuvieron experiencias y pensaron que eran iluminados. Ellos probablemente estaban equivocados. Sus experiencias pueden ser juzgadas comparándolas con los principios del Dharma de Buda. El hecho es que ciertos aspectos del Budismo son diferentes de todas las otras religiones. De este modo, la gente que no tiene una clara percepción del Dharma de Buda no tendrá experiencias de iluminación budista.

Estudiante:
Ud dijo que una persona que tiene la comprensión correcta del Dharma de Buda aún sin ser iluminada puede guiar a otros en su práctica. ¿Cómo sabe uno si tiene la comprensión correcta sin tener la experiencia de lo que comprendemos?

Shi-Fu:
Si Ud. tiene un buen maestro y es un practicante sincero, debe familiarizarse con muchos principios del Dharma de Buda. En general, el Budismo no es tan difícil de entender y comunicar. Ta0mbién pueee desenvolver una comprensión intelectual del Dharma a través de una literatura apropiada. Equipado con este conocimiento, puede enseñar a otros en un nivel básico. De cualquier forma, Ud. no debe lidiar con problemas muy importantes. Obviamente, lo que es más importante, es que Ud. no tiene capacidad de confirmar o no la experiencia de la supuesta iluminación de alguien. Además debo subrayar que si Ud. está intentando enseñar a otros o liderarlos en la meditación, primero debe obtener el permiso de su maestro. Esto tanto si Ud. es laico como si es un monje.

Pueden surgir problemas cuando las personas usan sus propias experiencias religiosas para explicar o interpretar los sutras. Esto es revertir el procedimiento correcto y esto es peligroso. Uno no debe usar su propia experiencia para interpretar sutras, uno debe usar los sutras para interpretar su propia experiencia. Si la gente utiliza su propia experiencia para interpretar sutras habrá problemas. Por eso es mejor estudiar con un maestro calificado.
¿Es necesaria la práctica?
Extracto de la conferencia dada por el Maestro Sheng Yen en la Universidad de Columbia, el 24 de abril de 1981.
 
Tanto en América como en Oriente todavía hay muchas personas que han malinterpretado las nociones acerca del Chan, debido al punto de vista generalizado en que el Chan enfatiza “apuntar directamente a la mente” y prescinde de todos los métodos de práctica espiritual. Dos diferentes errores pueden resultar de este punto de vista: El primero es que uno no necesita practicar porque todo el mundo es originalmente Buda, y ya se es iluminado. El segundo es que sí, necesitamos practicar, pero todo lo que se requiere es sólo sentarse, sentarse y sentarse. Una historia de los antiguos documentos de la Escuela Chan en China ilustra este segundo error. El maestro Ma-tsu Tao-i dedicaba una gran cantidad de tiempo a la meditación sentada. Un día, su maestro, Nan-yueh Huai-jang, apareció y empezó a frotar un ladrillo. Tao-i le preguntó, “¿Por qué está frotando un ladrillo?” Huai-jang le replicó, “Estoy frotándolo para que se convierta en un espejo.” Tao-i dijo: “¡Qué raro! Nunca he oído que al frotar un ladrillo este pueda convertirse en un espejo.” Después de lo cual, el maestro se volvió hacia Tao-i y le dijo: “Y yo nunca he oído que uno pueda convertirse en Buda a través de estar constantemente sentado.”

Es imposible que uno pueda alcanzar la iluminación meramente por sentarse. Pero aún más imposible es la idea de que sin práctica alguna uno es naturalmente el Buda, en el estado de Iluminación. Sin embargo, hay muchas personas quienes creen en la primera idea errónea de que no ser iluminado es la Iluminación misma, y por consiguiente, no hay necesidad de practicar. Mucha gente cree en esta teoría porque es un camino fácil. Por un tiempo en América los jóvenes bohemios consideraron el estilo de vida libre y fácil de Han Shan (Montaña Fría) como el espíritu del Chan. El Budismo llama este tipo de práctica “el camino natural externo.” Debes saber que la verdadera práctica del Chan sigue un curso definido con una base y varios niveles ascendientes, cada uno acompañado de su propio método.
¿Podríamos considerar el Budismo y en particular el sector Zen como una religión?
Maestro Sheng Yen:

Es una pregunta muy importante. Por un lado, las enseñanzas del Dharma, y en especial las enseñanzas del Zen, son métodos de la práctica. Shakyamuni Buda enseñanba los métodos pero no dijo a la gente que creyera en cualquier cosa o aceptara cualquier cosa meramente en la fe. Desde el punto de vista de la práctica estricta, parece que no hay necesidad para rituales religiosos o para representación de ritos de adoración hacia los Budas. En este sentido, no tiene necesidad de clasificar el Budismo como una religión.
¿Cómo seleccionar a un maestro para la práctica del Zen?
Maestro Sheng Yen:

Idealmente, un buen maestro Zen debe satisfacer los requisitos siguientes: guardar los preceptos y ser experimentado en la meditación. Tener un conocimiento amplio de Tripitaka, canon budista y querer ofrecer a sus estudiantes guía en el camino correcto hacia la verdad Mahayana. Tener realización personal y profunda del Dharma. Ser compasivo y poner a los demás en el foco de su preocupación mientras ser negligente para su beneficio personal. Ser versado en la propagación del Dharma o, por lo menos, expresar sus ideas de manera adecuada.

Es muy difícil encontrar un maestro perfecto que puede cumplir con todos los criterios arriba. Pero para un principiante es indispensable buscar un maestro quien es compasivo y adherente a los preceptos, además de tener una experiencia genuina del Dharma. Se debe notar que asuntos tales como número de discípulos, gran realización académica y grandes templos no deben necesariamente ser tomados en consideración de tu elección de un buen maestro.
¿Por qué los monjes y las monjas tienen que afeitarse su cabeza?
Maestro Sheng Yen:

En la antigua India era una costumbre de los practicantes el afeitarse su cabeza para mostrar que habían renunciado a los cinco deseos. Nuestro cabello adorna nuestro cuerpo, así que se puede decir que representa deseo sensual. Si no nos afeitamos la cabeza, entonces todos los días tendremos que pasar algo de tiempo peinándolo, recortándolo para que se vea bien, para que se vea lindo y bonito. Por consiguiente, el pelo también simboliza aflicciones. Puesto que cada cabello representa una aflicción, se dice que uno tiene “3000 hilos de aflicción.” Pero el hecho es que, tenemos mucho más que 3000 cabellos en nuestra cabeza, así que el afeitarnos la cabeza simboliza la erradicación de nuestras aflicciones.

En la antigua India la mayoría de las personas estaban llenas de una profunda religiosidad; aun, los sacerdotes no tenían necesariamente que afeitarse su cabeza. Solo los monjes y las monjas, quienes habían abandonado la vida de familia, se afeitaban su cabeza, puesto que llevando una vida austera de práctica espiritual no tenían tiempo para recortar el pelo, o cuidar de ello. Cuando estaban practicando muy diligentemente, los monjes y las monjas necesitaban tener la cabeza afeitada. Del mismo modo, si no te deshaces de tu cabello ni lo arreglas, entonces estarás despeinado y desarreglado y también será muy antihigiénico.

Los monjes y las monjas, además, necesitan tener contacto con la sociedad. Si fueran a mendigar comida entre las personas sin haberse ocupado bien de su cabello, parecerían muy descuidados, lo cual sería descortés. Si tuvieran que cuidar de su cabello, eso tomaría unos cuantos minutos cada mañana. Y otra cosa, si te dejas crecer el cabello sin nunca arreglarlo o lavarlo, contraerás piojos y otros bichos que afectarán tu cuero cabelludo con enfermedad. Eso es obviamente muy antihigiénico.
Por consiguiente, es más fácil simplemente afeitarte la cabeza una vez cada dos semanas o cada mes, para mantenerla limpia. De esta manera, cuando te levantas cada mañana, puedes lavar tu cara y lavar tu cabeza al mismo tiempo, salpicando el agua en tu cara y cuero cabelludo, limpiando las dos de una sola vez. Es muy fácil y eficiente. De esta manera puedes ahorrar mucho tiempo valioso, y no parecerás sucio, despeinado o desarreglado, y no estarás antihigiénico. Por esta razón, la cosa más conveniente de hacer es simplemente afeitarte la cabeza. Cuando el Buda Shakyamuni se convirtió en monje, la primera cosa que hizo fue afeitarse la cabeza
para deshacerse de todo su cabello. Nuestro cabello representa el enredo en los asuntos mundanos y emociones. Si no te afeitas la cabeza, te preocuparás frecuentemente por cómo deberías recortar el pelo. Siempre estarás preocupado por cómo se ve. Pero si te deshaces de todo el cabello, entonces todas estas molestias desaparecen de una vez. Además, debido a que los monjes y las monjas usan vestidos que son muy sencillos y muy simples, el tener cabello realmente no se correspondería.

Si tu cabeza está adecuadamente afeitada, al llevar ropa simple te verás bastante dignificado; eso inspirará respeto y reverencia en las personas. Para uno mismo, se libera de cuidados y preocupaciones, y se ahorra mucho tiempo. Para otros, será menos perturbador e incluso inspirará fe y respeto. Por eso es que los budistas tenemos el hábito de afeitarnos la cabeza. En el contexto budista, sin embargo, no he oído nunca que los practicantes monásticos que no se afeitan la cabeza tengan algún problema grave. De hecho, hay algunos monjes que no se afeitan la cabeza; en tiempos modernos, el V. Maestro Xuyun no se afeitaba la cabeza. Y el Maestro Chan Laigu tampoco se afeitaba la cabeza. Así que, incluso sin afeitarse la cabeza, estos dos maestros todavían eran monjes. Pero no les pregunté nunca, nunca tuve la oportunidad de preguntarles si el cabello les había causado algún problema. Sin embargo, de acuerdo con la práctica común, los monjes y las monjas deberían afeitarse la cabeza.


¿La práctica Chan debe incluir siempre la meditación sentada?
Maestro Sheng Yen:

Lo que se ha dado en llamar “práctica”, para un budista es un método de entrenar la mente. Si la mente está turbada, no estará en calma y se sentirá constreñida y torturada. Si permitimos que nuestra mente esté tranquila, que esté en calma
y que esté clara y pura, entonces nos habremos liberado de aflicciones. Dejaremos de ser personas necias e ignorantes para transformarnos en personas sabias.

Mucha gente no comprende el concepto de práctica; piensa que la práctica se realiza a través del cuerpo. El cuerpo no es más que una herramienta que ayuda a nuestra mente. Así pues, en la India, el método de la práctica generalmente incluye la meditación sentada. Pero en el Budismo, el Buda Sakyamuni no dijo explícitamente
que la práctica debería incluir la meditación sentada. Caminar es también práctica, como lo es comer, hablar, dormir e incluso ir al baño. Cuando las amas de casa van al mercado, limpian la casa y cocinan en la cocina, pueden estar practicando. Todo depende del estado de nuestra mente.

Si la mente está en caos, no estarás practicando, independientemente de cuándo lo hagas. Si la mente está llena de emociones aflictivas, celos, enemistad y codicia,
aunque vengas al interior del monasterio y tengas la correcta postura sentada,
solo será una apariencia; no estarás practicando. Algunas personas viven en un templo todas sus vidas. Van a la sala del Buda, observan los rituales en todas las comidas, adoran al Buda, recitan los sutras y cantan los mantras pero siguen teniendo muchas aflicciones en todas sus vidas. ¿Se considera que esto es práctica? No. Esto es solo vivir la vida de forma mecánica; repiten cualquier cosa que los demás estén haciendo. Esto no es práctica.

La práctica comienza principalmente en la mente. De ahí, el término “práctica Chan.”
En India, Chan significa concentración. Practicar la concentración. La práctica de la concentración debe comenzar por la contemplación. Contemplación. ¿Qué significa?
Significa utilizar un concepto específico o un punto en el que centrarse, o un asunto, o un término, y continuar repitiéndolo, manteniéndonos concentrados en ese punto específico; usando continuamente el pensamiento para sustituir muchos pensamientos distraídos, pensamientos engañosos y aflicciones. Esto es práctica. Esto es práctica a través del Chan. Pero, ¿es necesario para esto sentarse?
La postura sentada es más estable y, cuando el cuerpo no se está moviendo erráticamente, la mente puede calmarse; por lo tanto, es mejor adoptar una postura sentada. Quien practique la concentración sentándose con las piernas cruzadas podrá practicar más fácilmente. Al adoptar una buena postura, sentándose derecho
y firme, podrá emplear un método correcto, por ejemplo, contar su propia respiración, recitar el nombre del Buda o investigar el hua-tou. Todo ello implica utilizar un método, usar una recta atención plena, volviendo una y otra vez sobre esa recta atención plena. Entonces tus pensamientos no se volverán caóticos, dispersos o confusos y no tendrás fantasías absurdas. Este método de práctica es el mejor.

Pero hay gente a la que sus piernas no le permiten conseguir una posición sentada.
¿Por qué no pueden sentarse? Algunos no pueden sentarse a causa de una enfermedad. Otros no es que estén enfermos pero tienen las piernas rígidas; por mucho que se esfuercen, sencillamente no consiguen sentarse. Entonces, ¿qué hacemos? No es necesario estar sentado con las piernas cruzadas. Si te sientas en posición vertical y miras directamente al frente, en una silla alta con ambas piernas rectas, eso también es estar sentado. Si no puedes hacer ni siquiera eso, reclinar la espalda en el respaldo de una silla también es estar sentado. Si no puedes ni siquiera reclinarte, puedes también tratar de acostarte en la cama. Pero si, después de estar acostado durante demasiado tiempoo de estar sentado durante demasiado tiempo,
comienzas a sentirte incómodo, puedes también realizar la meditación caminando.
La meditación caminando significa ir andando. En el proceso de la meditación caminando, también puedes usar un método de meditación. Además de todo esto, cuando lavas la ropa, barres el suelo, friegas la mesa o los platos, si al hacerlo mantienes una mente tranquila y ordenada, también eso se considera práctica.

Si puedes concentrar tu mente en aquello que estás haciendo, eso es la recta atención plena y la práctica Chan. Por lo tanto, no es necesario sentarse. Aquellos que no pueden sentarse pueden, no obstante, practicar. La postura anteriormente mencionada es importante. Pero, ¿sigue siendo posible practicar sin adoptar dicha postura? Sí. Así, por ejemplo, hay gente que se centra en cantar los mantras o recitar los sutras, también esto se considera práctica de meditación o práctica de sabiduría.
Por lo tanto, una doctrina como la práctica Chan es muy extensa. No te limites a ti mismo pensando que tienes que sentarte para poder practicar Chan. De esta manera, cualquier persona puede practicar Chan, ¿no es así? Pero si practicas Chan en un monasterio, con la orientación de los maestros y ayuda de los demás entonces, al practicar todos juntos, la energía es mayor. Tienes menos tendencia a caer en un estado letárgico. Así pues, sigo animando a todos a practicar juntos en un monasterio, y a reservar en casa un espacio estable y tranquilo donde se pueda meditar adecuadamente.



¿Podría practicar el Zen si no soy budista?
Maestro Sheng Yen:

Por supuesto que puedes practicar el Zen. El núcleo central del Zen es entrenar nuestra mente y volvernos iluminados. En un sentido, el Zen no tiene nada que ver con la creencia religiosa. Un gran maestro contemporáneo dijo que si estás muy contento con tu propia religión ortodoxa, te adhieres a ella y recibirás beneficios. El tomar una actitud expectante a veces es confuso y perturbador. Así, pensamos que para uno mismo es mejor que elija una religión por la que se siente afinidad kármica.
¿Es vacuidad el nihilismo?
Maestro Sheng Yen:

Hay el malentendido entre mucha gente de que el concepto budista de vacuidad como algo que es nihilista o que lleva a uno a tomar una actidud pasiva hacia el mundo y la vida. Pero cuando tienes muy pocos pensamientos, no dejas necesariamente de tu actividad. Cuando no tienen muchos pensamientos distraídos, ves el medio ambiente de manera más clara, y cuando no tienes ningún pensamiento, puedes reflejar perfectamente el medio ambiente con un entendimiento preciso y aprobiado de él. Además de la sabiduría, el Budismo también pone énfasis en la compasión.

Una persona iluminada, que refleja perfectamente el medio ambiente, él o ella misma no experimenta problemas o angustias, pero él o ella entiende que muchos seres sensibles experimentan insatisfacciones. La persona iluminada con sabiduría y compasión se dedicará por completo esfuerzos ilimitados a ayudar a los seres sensibles y ayudarlos a liberarse de sufrimiento. Por lo tanto, esto no es un punto de vista nihilista sobre el mundo, al contrario, es una actitud muy positiva hacia el mundo. Por otro lado, si las enseñanzas del Dharma animan a uno a seguir los métodos enseñados por el Buda y los patriarcas, uno debe tener la fe suprema en Budas y bodhisattvas a fin de lograr beneficios de la práctica.

Sin fe, a lo mejor uno no práctica durante mucho tiempo. Con poca fe, los beneficios de la práctica tal vez serían superficiales. En este sentido, la fe en Budas y bodhisattvas es necesaria, y si nosotros tratamos una religión como una tradición implicada en fe, el Budismo puede ser clasificado como una religión. Por otro lado, si una religión sólo es limitada a ritual, el Budismo no debe ser clasificado como una religión.
¿Qué diferencia hay entre la enseñanza del Zen en Occidente y en Oriente? ¿Hay diferencias culturales que cambian enteramente su énfasis en la enseñanza?
Maestro Sheng Yen:

Tomo diferentes métodos cuando enseño el Zen, pero ellos sólo dependen de la personalidad y el nivel de educación del estudiante. No tienen mucho que ver con sus antecedentes culturales. Cuando vino por primera vez a los EE.UU. a enseñar el Zen, ya tenía 45 años, por lo tanto, pienso que en el futuro cuando los occidentales enseñan el Zen en Occidente, harán algo de manera diferente.
¿Cómo uno debe practicar el Zen?
Maestro Sheng Yen:

En la meditación Zen, el individual se sienta silenciosamente por periodos extendidos de tiempo para permitir una mente clara y comtemplativa para aflorar y florecer. En esta postura relajada y estado tranquilo de la mente, el meditador puede observar los trabajos de sus pensamientos, sentimientos y acciones removidas de la confusión, actividades y demandas conflictas de la vida cotidiana. Períodos de meditación sentada alternan con períodos de meditación caminada y los ejercicios de yoga en los que uno se puede experimentar la mente tranquila de contemplación en coordinación con movimiento del cuerpo y actividades cotidianas.
¿Qué es la práctica de la meditación Zen?
Maestro Sheng Yen:

El objeto de la práctica Zen es sobrepasar las limitaciones que el interés por el ego se coloca en el individual y desarrollar y extender los poderes de concentración, intuición, perspicacia, inteligencia y sabiduría característica de la mente natural, liberarse de la distracción de pensamientos y sentimientos. Este estado de alerta, relajado y mente clara maximiza la realización personal y lleva al individual a tener más preocupación por los demás y por el medio ambiente en el que él o ella vive. El espíritu del Zen consiste en fortalecer la sabiduría, compasión, paz y alegría en uno mismo, en los demás, en sociedad mediante abstención de acción y pensamientos negativos, cultivación de acción y pensamientos virtuosos y dedicación de uno mismo a ayudar a los demás a lograr estos objetivos.

El estilo de vida de Zen es simple, creativo, activo y cautivador. La recompensa de la práctica de meditación es una experiencia profunda de alegría y júbilo en todas las aéreas de la vida de uno mismo. El camino de práctica beneficia a la gente física, ficológica, social y espiritualmente.
¿Podría practicar el método descrito en el libro?
Maestro Sheng Yen:

El libro es un maestro. En general, la respuesta es parcialmente sí. Pero debes tener en cuanta: antes de practicar el Zen según el método introducido en el libro, debes comprender precisamente su significado. Cualquier malentendido de esto es muy peligroso. Tal vez lo malentiendes sin la guía de maestro. Es que quizás hay muchos cambios internos en el decurso de la meditación, a lo mejor encuentras un libro incapaz de contestar a toda la complejidad y así es esencial tener un maestro experimentado que puede ser nuestro consejero. En el decurso de la meditación a veces eres distraído por emociones malas. Por lo tanto, necesitas la ayuda de un maestro. Su asistencia en tiempo de necesidad es muy esencial. Por eso, un libro es muy útil pero no es suficiente. Es más confiable y efectivo participar en el retiro intensivo de 7 días celebrado en un centro de meditación. Mediante tal retiro te vuelves más proficiente y confidente en la práctica.
¿Cómo el retiro intensivo ayuda en mi práctica?
Maestro Sheng Yen:

El retiro intensivo es muy útil en los aspectos siguientes: tanto la práctica intensiva como las instrucciones del maestro nos pueden ayudar a aclarar nuestras vagas ideas en cuanto a la meditación. En el retiro podemos encontrar, con los consejos de los maestros, soluciones a los problemas encontrados en la meditación. El retiro nos ayuda a comprender mejor nuestra mente a través de varias tranasformaciones ocurridas en nuestra mente y cuerpo. El retiro puede reforzar nuestra voluntad y profundizar nuestra penetración. El retiro puede hacer nuetro cuerpo fiscal más fuerte.
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