Tres Etapas de la Meditación Chan

Etapa 1:
Equilibrar el desarrollo del cuerpo y prestar atención para lograr la salud mental y física. Se usan varios métodos de ejercicio físico para caminar, permanecer de pie, sentarse y reclinarse. Son métodos de ejercicio únicos, que combinan el yoga indio Ata y el daoyin chino (los ejercicios para canalizar energía interna), y que pueden traer resultados y salud física en la meditación. Así, quien practica Chan de forma adecuada definitivamente tendrá un cuerpo firme capaz de soportar las dificultades. La mente establecerá un estado de confianza en sí mismo, determinación, optimismo, paz y estabilidad.

 
Etapa 2:
Del sentido del "pequeño yo" al "gran yo". Cuando practique el método de cultivación enseñado por su maestro, por ejemplo, el huatou o la iluminación silenciosa, usted acrecentará la esfera del punto de vista del "pequeño yo" hasta que coincida con el tiempo y el espacio. El "pequeño yo" se confundirá paulatinamente con el universo entero, forjando una unidad. Desde el momento en que usted se haya unido y convertido en uno con el universo, el mundo de su propio cuerpo y mente ya no existirá. Lo que existe es el universo, que es infinito en fondo y anchura. Usted mismo no es sólo una parte del universo, sino también la totalidad de él.

 
Etapa 3:
Del "gran yo" al "no-yo". El Chan es inconcebible. No es ni un concepto ni un sentimiento. Como el Chan es un mundo donde no hay ego, si hay todavía alguna atadura en su mente, entonces no habrá modo de que usted pueda estar en buena armonía con el Chan. Por consiguiente, el Chan es el territorio del sabio, y el territorio del valiente. No siendo sabio, uno no creería que después de abandonar todas las ataduras otro mundo podría aparecer antes de él. No siendo valiente, uno encontraría muy duro abandonar todo lo que él tiene en esta vida: las carreras, el conocimiento y las cosas materiales.
En pocas palabras, el propósito de la práctica del Chan es ver su propia naturaleza, y a esta compenetración se le llama "iluminación". Uno podría encontrar todo género de buenas experiencias, físicas y mentales, que realzan su confianza y fe en su práctica y en el Dharma, pero ellas no serían una iluminación genuina. La iluminación genuina debe estar de acuerdo con los principios del Chan: ninguna forma, ninguna mente y ninguna permanencia. Pero aun esto no es suficiente. Después de ver su propia naturaleza, usted necesita hacer todavía más honda su experiencia y llevarla a la maduración. Usted debería tener experiencias de iluminación una y otra vez, y mantenerlas con la práctica continua.
Volver arriba