Preguntas y respuestas sobre mantener los preceptos budistas

Si mantener los preceptos budistas puede hacer que uno sea una mejor persona, entonces, ¿por qué la mayoría de las personas le temen a mantener los preceptos? ¿Tienen miedo de perder su libertad, se preocupan por violar los preceptos o temen que no haya flexibilidad? Vamos a desentrañar las razones del miedo y aclarar el verdadero significado de mantener los preceptos.

Venerable Chang Fa, directora del Monasterio Sucursal Lan Yang de la Montaña Tambor del Dharma

Q1:Amo y disfruto de la libertad. ¿Perderé mi libertad después de tomar los preceptos budistas?

A simple vista, los preceptos budistas parecen ser una regulación tras otra, los cuales nos impiden hacer muchas cosas que queremos hacer.

También me gustaba la libertad antes de convertirme en monja. Mis amigos y familiares estaban muy asombrados porque decidí hacerme monja, ya que al formar parte de la Sangha budista se deben seguir reglas disciplinarias rigurosas y códigos de conducta detallados. Por ejemplo, te dan la comida los monjes ó las monjas encargados de servir los platos en el comedor de un monasterio budista, en lugar de permitirle a uno elegir lo que prefiere consumir a la hora de la comida. Le guste o no, uno debe aceptar la comida y solo puede elegir cuánto quiere comer. Este estilo de vida puede parecer que lo priva a uno de libertad y de  derechos humanos, sin embargo, al hacerlo, en realidad, nos ayuda a desviar nuestra atención, de centrarnos demasiado en los platos, a dirigirnos a nuestra conciencia interior como práctica. Si dejamos de desear más lo que nos gusta y rechazar lo que no queremos, vamos a poder, en cambio, apreciar realmente el sabor de la comida e incluso volvernos más agradecidos, además llegaremos a ser de mente abierta y capaces de abrazar a todos y estar libres de la idea dualista. Por eso, creo que esto implica una libertad más amplia y abarcadora.

La mayoría de las personas comunes y corrientes tienden a perseguir la libertad sin restricciones. Sin embargo, este tipo de libertad a menudo hace que permanezcamos ignorantes acerca de la ley de causa y efecto, pensemos solo en nosotros mismos y no tengamos en cuenta a los demás y, por lo tanto, formemos afinidades kármicas negativas con los demás sin darnos cuenta. Ya sea el mero acto de dejar nuestras pertenencias personales en un espacio público o cantar karaoke a altas horas de la noche, todos pueden molestar y perturbar a los demás, lo que puede traer consecuencias negativas indeseables. Por lo tanto, gradualmente me doy cuenta de que al principio los preceptos pueden parecer como una forma de autocontrol. En realidad, sin embargo, al mantener los preceptos absteniéndonos de las conductas que puedan ofender a los demás, podemos evitar los obstáculos interpersonales y, por lo tanto, reducir nuestras aflicciones mentales, ampliando así los horizontes de nuestra vida.

 
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