Los budistas suelen dedicar el mérito a los demás al completar las diversas prácticas del Dharma y las buenas obras. Aunque la transferencia de mérito puede parecer simple, de hecho, abarca la práctica del "no-yo", así como la mentalidad de "mostrar gran compasión y manifestar gran misericordia para todos."

La transferencia de mérito es la práctica más simple pero más poderosa en el budismo. Según la tradición Theravada, la transferencia de mérito (pattidāna, en pali) es una de las diez bendiciones kármicas (puññakiriyā vatthu, en pali) que los budistas Theravada deben practicar. El budismo tibetano pone un fuerte énfasis en la transferencia de mérito, afirmando que los practicantes deben hacerlo para proteger sus buenas raíces kármicas de estudiar el budismo, fortalecer su fe inquebrantable y no retroceder en su viaje de aprendizaje del Budadharma.

Como lo explicó Bhante Dhammaratana de Sri Lanka, la transferencia de mérito es una forma de aspiración o deseo de que algo se haga realidad. Los budistas dedican el mérito generado por sus obras virtuosas a los demás con la esperanza de que puedan liberarse del sufrimiento y las aflicciones mentales. Por lo tanto, de hecho, cada vez que los budistas transfieren el mérito de sus prácticas a los demás están practicando la compasión, uno de los Cuatro Inconmensurables*.
  
* Los Cuatro Inconmensurables son la bondad amorosa, la compasión, la alegría y la ecuanimidad

Como se puede observar en las escrituras budistas, el concepto de transferencia de mérito nunca se desvía de la práctica espiritual. La tradición de practicar la generosidad y transferir el mérito ya existía en la antigua sociedad india mucho antes del budismo. Por ejemplo, la gente realizaba rituales de sacrificio o practicaba la generosidad con la esperanza de eliminar los pecados pasados ​​para poder renacer en los reinos favorables*. La gente también dedicaba el mérito o a sus familiares fallecidos, o incluso a un brahmán o a los dioses celestiales para obtener mayores bendiciones kármicas,
  
*Según el budismo, los "reinos favorables" incluyen el reino de los humanos y el reino celestial.  


Sin embargo, el budismo está en contra del culto al fuego y de los rituales de sacrificio en forma de matar a las criaturas vivas. El budismo aboga que la práctica espiritual y las acciones de uno sean las claves para determinar si él o ella renacerá en un reino favorable o desaforable* en la próxima vida. Aunque el budismo anima a sus seguidores a practicar la generosidad, la diligencia, la paciencia y los preceptos y realizar otras acciones virtuosas para obtener las recompensas kármicas del reino de los humanos y de los dioses, sin embargo, el budismo también sostiene que la liberación de los tres reinos* y el logro del nirvana son las búsquedas más últimas y supremas para los practicantes.
 
*Según el budismo, los "reinos desfavorables" son el reino de los semidioses, el reino de los animales, el reino de los fantasmas hambrientos, y el reino del infierno.
 
*los tres reinos: el reino del deseo, el reino de la forma, y el reino sin forma  
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