R: Cuando el cuerpo sufre dolor, es aún más necesario recitar el nombre del Buda como una forma de desviar nuestra atención. Cuando recitamos el nombre del Buda, nuestra mente se calma y nuestra atención ya no se centra en el dolor físico, lo que tiene un efecto de alivio.
 
Cuando sufrimos dolor físico, normalmente no tenemos ganas de recitar el nombre del Buda. Sin embargo, en lugar de suspirar y quejarnos, es mejor recitar el nombre del Buda de todo corazón. Por lo tanto, el Maestro Sheng Yen nos enseñó que cuando estamos enfermos, "debemos dejar nuestro cuerpo al médico y nuestra mente al Buda y a los Bodhisattvas". Cuando recitamos el nombre del Buda con una mente concentrada y ponemos nuestra atención en el nombre del Buda, naturalmente, nuestro enfoque en el dolor ha cambiado, lo que nos hace sentir que el dolor se ha vuelto más manejable y menos intenso.
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