En el camino hacia la Budeidad, ¿a quién elegirías liberar primero: a ti mismo o a los demás?

El Bodhisattva Ksitigarbha se enfrentó a tal elección entre los dos cuando, en una vida pasada, era el rey de un pequeño país. Era amigo del rey de un país vecino y, juntos, a menudo daban limosnas a los pobres. Sin embargo, la gente común seguía cometiendo diversos actos malvados y sufría todo tipo de aflicciones y contratiempos. Entonces un rey prometió alcanzar primero la Iluminación Budista y luego regresar a la tierra para liberar extensamente a todos los seres sintientes. El otro juró: "Hasta que yo haya liberado a todos los seres equivocados del sufrimiento, los haya ayudado a vivir en paz y alegría hasta que alcancen el Bodhi, no alcanzaré la Budeidad". Este último fue el Bodhisattva Ksitigarbha, quien hizo el voto: "Solo cuando todos los seres sintientes sean liberados, alcanzaré el Bodhi".

"Una pregunta que surge inevitablemente en el proceso de nuestra práctica espiritual es: ¿a quién debemos poner primero, a nosotros mismos o a otros seres sintientes? A menudo, pensamos en nosotros mismos primero...", dijo la Venerable Chang Hwa, quien solía dar charlas del Dharma en el Salón del Bodhisattva Ksitigarbha durante el Servicio del Dharma del Agua y la Tierra de la Gran Compasión. La Venerable Chang Hwa señaló que los Budas y Bodhisattvas prometen liberar a todos los seres con votos, mientras que las personas comunes usan votos para buscar el camino hacia la Budeidad. Sin embargo, el Sutra de Ksitigarbha nos recuerda que, para alcanzar la Budeidad, primero debemos hacer votos para liberar a los seres sintientes.

"Solo cuando todos los seres sintientes sean liberados, alcanzaré el Bodhi; no alcanzaré la Budeidad hasta que los infiernos estén vacíos". El Bodhisattva Ksitigarbha hizo este gran voto para rescatar a todos los seres sufrientes, permitirles vivir en paz y propagar todas las enseñanzas y prácticas benevolentes con el poder de sus votos. El Bodhisattva Ksitigarbha demuestra no solo la compasión para liberar a todos los seres sintientes, sino también las actitudes apropiadas que todos los budistas deberían desarrollar.

El Maestro Sheng Yen compartió una vez que, dondequiera que fuera y con quienquiera que se encontrara, nunca había pensado en obtener algo, ni esperaba ningún beneficio de la otra persona. En cambio, lo que solía pensar era: "¿Qué necesita esa persona? ¿Qué beneficios o esperanzas puedo brindar a esa persona?" El Maestro Sheng Yen nos animó a modelarnos según el Bodhisattva Ksitigarbha siendo considerados con los demás en todos los aspectos de nuestras vidas. Además, deberíamos ayudar y permitir que otros tengan éxito para que podamos transformar nuestras propias ilusiones en sabiduría, así como convertir nuestras molestias en alegría.
 

La piedad filial como la iniciación para asumir la enorme responsabilidad de liberar a todos los seres sintientes

El poder del voto del Bodhisattva Ksitigarbha es tan profundo y extenso que el Buda lo ha elogiado más de una vez: "[Bodhisattva Ksitigarbha,] tu compasión es tan inimaginable; tu sabiduría, tan impensable." Lo que motivó al Bodhisattva Ksitigarbha a prometer liberar a todos los seres vida tras vida, una y otra vez, se originó en la piedad filial que mostró al rescatar a su madre en vidas pasadas.

Por el bien de rescatar a su madre del infierno, el Bodhisattva Ksitigarbha hizo el gran voto que dice: "Desde este día, y durante trillones de kalpas en el futuro, prometo rescatar y liberar del sufrimiento a todos los seres equivocados de cada mundo que tenga infiernos y los tres reinos inferiores, permitiéndoles abandonar los reinos de los infiernos, los reinos inferiores, dejar de ser animales y fantasmas hambrientos, para que estos seres equivocados que sufren de su retribución kármica puedan alcanzar la Budeidad. Solo entonces alcanzaré la iluminación suprema." En el sutra, el Bodhisattva Ksitigarbha también nos guía y enseña sinceramente de todas las maneras posibles a servir a nuestros padres con piedad filial, así como a respetarlos y amarlos.

"La bondad de los padres es tan masiva como una cadena montañosa, que es tan inmensa que no podemos repagarla ni siquiera con comidas suntuosas; solo cuando los padres tienen las bendiciones de la renuncia, el hijo puede cumplir con su conducta correcta como descendiente." Este fragmento de "Disolución en siete golpes" del Maestro Lianchi Zhuhong de la dinastía Ming tardía sostiene que no es suficiente retribuir la bondad de los padres dándoles una vida lujosa. Solo a través de transferir méritos a nuestros padres e influenciarlos mediante nuestra propia práctica espiritual y aspiración, aplicando conceptos budistas para liberarnos del obstáculo de las emociones aflictivas, y ayudándo el uno al otro a seguir el camino del Bodhisattva, podemos cumplir la póstuma piedad filial.

"La piedad filial confuciana se trata de la conducta moral de una persona, mientras que la piedad filial revelada en el Sutra de Ksitigarbha se trata de una gran compasión, que es la virtud de un Buda." La Venerable Chang Hwa señaló que aunque el concepto de la compasión budista pueda parecer abstracto, la piedad filial revelada en este sutra puede servir como su mejor interpretación. Al final del sutra, el Buda confió todos los seres en el mundo saha al Bodhisattva Ksitigarbha, diciendo: "En el futuro, si hay una deidad, un hombre virtuoso o una mujer virtuosa que siembre una pequeña raíz virtuosa en el Buddhadharma, incluso si la raíz sea tan trivial como un cabello, una mota de polvo, un grano de arena o una gota de agua, deberás usar tu poder divino para apoyar a este ser sintiente para que gradualmente alcance el Bodhi, y no permitas que retroceda o lo pierda." Se puede ver en la escritura que el Bodhisattva Ksitigarbha asume incondicionalmente la ardua responsabilidad de liberar a todos los seres sintientes. Incluso si es simplemente un pequeño pensamiento positivo que surge en nuestra mente, el Bodhisattva Ksitigarbha cuidará de nosotros hasta que alcancemos la Budeidad. El Bodhisattva Ksitigarbha libera a enemigos y amigos por igual, sin importar el grado de intimidad, ya que cada ser sintiente es considerado tanto padre como madre.


Los cuatro tipos de liberación del Bodhisattva Ksitigarbha

"El método del Dharma del Bodhisattva Ksitigarbha se centra específicamente en prevenir que las personas caigan en caminos malvados". El Venerable Yin Shun, en "Las Virtudes Sagradas y el Método del Dharma del Bodhisattva Ksitigarbha", categoriza el poder de la aspiración del Bodhisattva Ksitigarbha en cuatro tipos de liberación: la liberación eterna, la liberación antes de la muerte, la liberación después de la muerte y la liberación para aquellos que han caído en los reinos malvados.

Por ejemplo, la liberación antes de la muerte se indica en la escritura de la siguiente manera: "los miembros de la familia del moribundo deben realizar acciones virtuosas... tales como recitar el sutra, hacer ofrendas a las estatuas o diversas representaciones sagradas de los Budas y Bodhisattvas, y recitar el nombre de los Budas, Bodhisattvas y Pratyekabuddhas para que los nombres puedan ser escuchados por la persona moribunda."
La liberación después de la muerte puede tener efecto dentro de los 49 días después del fallecimiento de la persona mediante hacer buenas obras, realizar actos de dar, recitar el nombre del Budas y luego transferir el mérito al difunto para alejarlo del sufrimiento en los tres reinos malvados, permitiéndolo así que reencarne en los reinos de los seres humanos o dioses.
Para la persona postrada en la cama que está a punto de fallecer, los miembros de la familia pueden recitar el Sutra de Ksitigarbha o donar las posesiones más preciadas del paciente para que la persona pueda reducir su apego y cultivar bendiciones y méritos.

Los principales métodos de liberación mencionados en el sutra incluyen la acción de dar, hacer ofrendas, recitar las escrituras budistas y recitar el nombre de los Budas frente a las Tres Joyas. Aunque estas acciones pueden parecer sencillas, aún pueden traer méritos inimaginables, como el sutra indica: "Ahora y en el futuro, si un ser moribundo escucha el nombre de un Buda, un Bodhisattva o un Pratyekabuddhayana el día de su fallecimiento, será liberado sin importar si ha cometido pecados o no."
 
Además, el sutra contiene descripciones detalladas de los estados físicos y mentales de los seres sintientes en cada fase de su vida antes de su fallecimiento, como aquellos postrados en la cama que no pueden "ni recuperarse ni morir rápidamente" bajo el tormento de una larga enfermedad. Otro ejemplo descrito son los moribundos "cuyo estado mental está nublado y no pueden distinguir entre el bien y el mal, incluso perdiendo la vista y la audición". En otro pasaje, aprendemos que "en los 49 días después de su muerte, su conciencia es opaca como si estuvieran sordos... en cada pensamiento, están esperando que sus familiares puedan ayudar a liberarlos con el poder del mérito obtenido de las acciones virtuosas."

En cuanto a la liberación de aquellos que han caído en los reinos malvados, el Bodhisattva Ksitigarbha aparece y ofrece enseñanzas en sus emanaciones de la chica brahmán y la hija de ojos brillantes sobre como ayudar a sus madres a escapar de los infiernos mediante el mérito obtenido de dar, recitar los nombres de los Budas y, en última instancia, hacer el gran voto compasivo. Su gran voto es la fuente de la liberación eterna del Bodhisattva Ksitigarbha, a saber, "A lo largo de los innumerables kalpas por venir, liberaré extensamente a todos los seres sintientes equivocados del sufrimiento en los seis reinos mediante diseñar todos los posibles medios hábiles; solo entonces, alcanzaré la Budeidad."


"La Práctica Espiritual que Beneficia Tanto a los Vivos como a los Muertos"

"Con el poder de sus grandes votos compasivos, el Bodhisattva Ksitigarbha ha desarrollado medios hábiles para la liberación en el mundo saha, que no solo evita que los difuntos caigan en los reinos malvados, sino que también calma las mentes inquietas de los vivos. Por lo tanto, en el Sutra sobre la Adivinación del Efecto de las Acciones Buenas y Malas, el Buda proclamó al Bodhisattva Ksitigarbha como 'aquel que es hábil en ofrecer charlas reconfortantes del Dharma'."

Sin embargo, la liberación más efectiva proviene de la propia práctica espiritual mientras uno está vivo. Como se indica en el sutra: "Si los miembros de la familia practican acciones virtuosas para obtener méritos para el difunto después de su fallecimiento, el difunto puede tener una séptima parte de todos los méritos, mientras que las seis séptimas partes restantes de los méritos beneficiarán a los propios vivos". Puede resultar desalentador saber que el difunto solo puede tener una séptima parte de los méritos obtenidos de las acciones virtuosas de sus familiares. Sin embargo, el Bodhisattva Ksitigarbha nos anima a generar nuestros anhelos por el Dharma, así como a ser diligentes en nuestro aprendizaje y prácticas budistas para transformar nuestro afectuoso apego a los familiares y amigos fallecidos en una fuerza más profunda para la práctica y las bendiciones.


Recoger lo que siembras

Hemos estado sembrando todo tipo de semillas kármicas en el campo de nuestra octava conciencia desde incontables kalpas. Las semillas kármicas conducen a la retribución kármica, dejándonos vagando entre la vida y la muerte. ¿Cómo nos liberamos de este ciclo? Como dice el refrán: "Los Bodhisattvas temen las causas, mientras que los seres mundanos temen la retribución kármica." La mayoría de los seres sintientes no lamentan su mala conducta hasta que experimentan personalmente el amargo sabor de la retribución kármica. Por lo tanto, el Bodhisattva Ksitigarbha dio específicamente un relato detallado de las causas de cada ocurrencia de retribución kármica:

"Cuando te encuentres con aquellos que matan, háblales sobre la retribución kármica de una vida corta; para aquellos que roban, explícales la retribución kármica de la pobreza y la aflicción; al encontrarte con aquellos que cometen adulterio y conducta sexual inapropiada, hazles saber la retribución kármica de renacer como gorriones, palomas y patos; para los malhablados, explícales la retribución kármica de las peleas familiares; al encontrarte con aquellos que difaman, cuéntales sobre la retribución kármica de quedarse sin lengua y tener llagas en la boca; para aquellos vengativos, explícales la retribución kármica de ser feo y quedar lisiado con deformidades; al encontrarte con aquellos que son tacaños, háblales sobre la retribución kármica de que nada salga como desean..."

Cosechamos lo que hemos sembrado. El Bodhisattva Ksitigarbha nos guía a comprender que toda la retribución kármica proviene de nuestros pensamientos e intenciones. Es decir, nuestras condiciones actuales de vida, además de todos los altibajos en nuestras vidas, se originan en nuestras acciones pasadas. Una vez que entendemos el principio del ciclo kármico a lo largo de tres vidas y la originación dependiente del karma, podemos aceptar con calma muchos fenómenos en nuestras vidas sin queja ni complacencia."


"Cultivar Nuestra Práctica Espiritual con Seriedad"

"Nuestras mentes contienen tesoros infinitos. Todo depende de cómo ponemos en juego su potencial." El Venerable Meng Tsan, quien durante mucho tiempo ha impartido conferencias sobre el Sutra de Ksitigarbha comparando nuestra mente con la tierra, asemejó nuestros pensamientos e intenciones a las flores y frutas que brotan y crecen naturalmente en los árboles. Es decir, los frutos de nuestro comportamiento están de acuerdo con los pensamientos que surgen en nuestra mente.

"Como se menciona en el capítulo de "Comparación del Mérito de Dar", al realizar el mismo acto de dar, los méritos para los reyes, para las personas de la casta de los brahmanes y para nosotros son diferentes. El propósito del Buda al impartir los méritos del dar no es comparar cuántos méritos podemos obtener de ellos, sino para que examinemos qué tipo de intención tenemos al dar. De manera similar, en nuestra vida diaria, ¿con qué pensamientos e intenciones vivimos nuestras vidas, trabajamos y cultivamos nuestra espiritualidad?"

"Uno de los puntos clave del Sutra de Ksitigarbha es que resuelve no solo los problemas de esta vida, sino también los de las infinitas vidas futuras por venir". La Venerable Kuan Cian, jefa de la Fundación de Arte Budista Chue Feng, indicó que si continuamos creando karma basándonos en los resultados que han madurado en esta vida presente sin desarrollar la mente Bodhi de 'buscar la Budeidad mientras liberamos a todos los seres sintientes', simplemente estaríamos a la deriva sin rumbo entre el ciclo de la vida y la muerte.

Desde la perspectiva del budismo, pareciera que, en esta vida, podemos hacer poco sobre el karma que causamos en vidas pasadas. Sin embargo, cada pensamiento que surge en nuestra mente en el momento presente puede ser la base para transformar nuestras vidas. Por lo tanto, el Venerable Meng Tsan alentó a las personas a recitar el Sutra de Ksitigarbha todos los días, para que podamos tomar el sutra como un espejo a través del cual poder examinar si nuestra habla y comportamiento, e incluso nuestros pensamientos e intenciones, van en contra de las enseñanzas del Buda, así como cualquier mejora que se pueda hacer. Cuando ocurran violaciones y errores, deberíamos cambiar rápidamente para mejorarnos a nosotros mismos y seguir las enseñanzas y prácticas como se enseña en las escrituras.
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