En el Budismo se le da mucha importancia al canto al final de la vida, cuyo objetivo principal radica en ayudar a los moribundos a pacificar la mente ante emociones de incertidumbre, impotencia, ansiedad y preocupación a través de recitar el nombre del Buda Amitabha “Amituofo” a una velocidad estable y rítmica y de brindarles enseñanzas budistas en momentos oportunos para que puedan entender la transitoriedad de la vida, de esta manera pueden dejar el apego a las cosas y a las personas y enfrentar la muerte con una mente tranquila y pacífica.

Se les puede decir a los enfermos terminales en su lecho de muerte que suelten el aferramiento a todo lo que poseen en esta vida, que no tengan apego a sus seres queridos, familiares, amigos, carrera y riqueza, que no se dejen arrastrar por emociones negativas y que tan solo reciten de todo corazón el nombre del Buda Amitabha “Amituofo”, alentándoles a mantener una actitud positiva hacia la propia muerte y afrontarla con coraje y confianza para poder emprender un nuevo viaje de vida lleno de esperanza y luminosidad y renacer en la Tierra Pura Occidental de la Felicidad Suprema del Buda Amitabha.      

Para realizar el canto budista al final de la vida por los moribundos, los familiares pueden preparar de antemano una tela blanca (si no se consigue una manta de dharani de color anaranjado) con la que se cubre el cuerpo del fallecido y el audio MP3 de recitación del nombre del Buda Amitabha “Amituofo” y decidir dónde realizar el canto budista al final de la vida (el lugar más recomendado es la propia casa). Tan pronto como muera el moribundo, sus familiares podrán empezar a turnarse para recitar el nombre del Buda Amitabha por 8 horas seguidas. Para evitar que el fallecido sienta un fuerte apego por sus seres queridos, es aconsejable que no toquen el cuerpo del muerto y no lloren a su lado. Si alguno de los familiares presentes está abrumado por gran tristeza, es mejor que salga de la escena canalizando sus emociones para no afectar al fallecido.  

 Idealmente, se aconseja arreglar un espacio en el lugar donde está el fallecido, ya sea en el hospital, en el asilo de ancianos, o en la propia casa, en donde los familiares puedan realizar el canto al final de la vida al lado del difunto. Si hay necesidad de cambiar de ropa al muerto primero y mover su cuerpo, antes de hacerlo, se le debe decir que no tenga preocupaciones o miedo y que se concentre en la recitación del nombre del Buda Amitabha.      

Antes de realizar el canto al final de la vida, si es posible, es recomendable colocar la imágen de los Tres Santos de Occidente en un lugar limpio. Los familiares se sientan a los dos lados del difunto y recitan de todo corazón el nombre del Buda Amitabha siguiendo el compás del audio de MP3.  

Después de recitar el nombre del Buda Amitabha por 8 horas, se puede limpiar el cuerpo del fallecido, cambiarle de ropa limpia y después llevarlo a la morgue para ser refrigerado. A lo largo de este proceso, se recomienda que los familiares continuen recitando el nombre del Buda Amitabha sin interrupciones.  

 
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