Encontrando dirección en la vida: alrededor de 900 personas tomaron refugio en las Tres Joyas en el Monasterio Baoyun

El 29 de octubre a las 2:00 p.m., el Monasterio Baoyun de la DDM en Taichung celebró la "Ceremonia de Oración por Bendiciones y de Toma de Refugio" en la que el Venerable Guo Huei, Abad Presidente de la DDM, transmitió los Tres Refugios y los Cinco Preceptos a casi 900 personas provenientes de Hong Kong, Malasia, Vietnam y Taiwán. Entre los asistentes se encontraban aproximadamente 100 familiares y amigos de los aspirantes a budistas que los felicitaron por cumplir su deseo de tomar refugio, dando así el primer paso para aprender el budismo y convertirse en discípulos del Buda, que aprenden a beneficiarse a sí mismos y a los demás.

"El primer paso para aprender el budismo es tener fe en el Buda, seguir el Dharma y respetar a la Sangha". El Venerable Guo Huei afirmó además que, después de tomar refugio, debemos aprender los conceptos budistas y métodos de práctica siguiendo el modelo del Buda, que alcanzó la iluminación hace 2.600 años; aprender la compasión y la sabiduría siguiendo el Dharma que el Buda impartió; y respetar a la asamblea de monjes y patriarcas del pasado que han transmitido las enseñanzas del Buda. El Abad Presidente exhortó a los seguidores a que, como budistas ortodoxos, deberían practicar, mantener y propagar el budismo constante y diligentemente. Recitar el nombre del Buda, practicar la meditación o servir como voluntario son parte de las Seis Perfecciones y de las innumerables acciones que nos permiten reducir nuestras aflicciones mentales y cultivar las bendiciones y la sabiduría. No sólo podemos beneficiarnos a nosotros mismos y a los demás, sino que también podemos transformarnos y conmover a los familiares y amigos que nos rodean.
 
El Abad Presidente señaló que el budismo puede ayudar a todos los seres sintientes a liberarse del amargo mar de las aflicciones mentales, resolver las causas raíz de las guerras y enfrentamientos étnicos en el mundo, los conflictos entre el medio ambiente y las actividades humanas, y las calamidades inducidas por el cambio climático. El Abad Presidente enfatizó que, si aplicamos la sabiduría y la compasión del budismo en nuestra vida diaria y mantenemos la pureza de nuestra mente en todo momento, llevaremos una vida pacífica y feliz.

"Mi alegría de ser iluminado proviene de verificar, paso a paso, la sabiduría de los textos budistas en mi vida diaria." Mao-lung Chang, que tomó refugio en las Tres Joyas con sus dos amigos en el monasterio Baoyun, dijo que el budismo ortodoxo le da una dirección más clara hacia la práctica espiritual. Él manifestó que recita siete escrituras budistas todos los días como su práctica regular y que sirve como voluntario en un día fijo cada semana en el Monasterio Baoyun. Antes de tomar refugio, siempre buscaba en línea las conferencias sobre las escrituras budistas dadas por los monjes y monjas de la DDM o escuchaba el programa "Gran Tambor del Dharma" en busca de respuestas, cuando no podía comprender completamente el significado de los textos budistas.

Después de jubilarse, un participante de 78 años, Wen-san Lu, entró en contacto con los cursos de meditación de la DDM por recomendación de sus amigos, esposa e hijo, e hizo el voto de recitar el "Sutra del loto" 108 veces después de tomar refugio. Desde 2018, él y su esposa han comenzado a tomar los cursos de la DDM y ambos son estudiantes del "Programa de Enseñanzas Budistas de la Academia Sheng Yen". Wen-san Lu dijo que utiliza la recitación del nombre del Buda y el conteo de la respiración como métodos cuando practica la meditación Chan. Cuando enfrenta problemas y se siente inestable, se recuerda a sí mismo que debe disolver el ego y no dejarse atrapar por sus estados de ánimo, manteniendo así la calma y la estabilidad del cuerpo y la mente.

La DDM alienta a los que han tomado refugio en las Tres Joyas a practicar siguiendo los pasos del Buda y a transmitir y propagar conjuntamente las enseñanzas del budismo chino, utilizando así la sabiduría del budismo para iluminar nuestra mente, además de hacer que nuestras vidas sean pacíficas y a gusto al aprender y practicar el budismo.

 
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