El CMC organizó "clase de meditación para principiantes" para enseñar a los participantes como integrar el Chan en la vida cotidiana

El 27 de enero, de las 9:00 am a las 5:00 pm (hora estándar del este), el Tambor del Dharma para la Juventud (DDYP, por sus siglas en inglés) de Nueva York organizó una "clase de meditación de un día para principiantes " en el Centro de Meditación Chan  (CMC, por sus siglas en inglés), que atrajo a casi veinte participantes. El DDYP dio la bienvenida a la Venerable Yan She, una reciente incorporación al CMC, como instructora de la clase. A través de su enfoque de enseñanza dinámico y atractivo, la Venerable Yan She compartió los fundamentos de la meditación Chan con los miembros del DDYP, guiándolos hacia el logro de la tranquilidad y la paz interior en medio del agitado estilo de vida actual.

El currículo de la clase de meditación Chan cubre "regular el cuerpo", "regular la respiración" y "regular la mente". También incluye consejos prácticos para incorporar los principios Chan en las rutinas diarias para mejorar la armonía y la estabilidad física y mental, así como fomentar la compasión y la sabiduría. El segmento "regular el cuerpo" se centra en posturas correctas de meditación, técnicas de relajación, ejercicios de respiración previos a la meditación y masajes posteriores a la meditación. En el segmento "regular la respiración", la Venerable Yan She enseñó métodos para observar y contar la respiración. "Regular la mente" implica aliviar el estado de ánimo y aumentar la atención plena. Además, la Venerable Yan She presentó las Ocho Formas de la Meditación en Movimiento, enfatizando la importancia de los principios "donde está el cuerpo, está la mente" y "siempre ser consciente de estar relajado en cuerpo y mente".

La Venerable Yan She explicó que practicar la "contemplación del momento presente" implica dejar de lado los pensamientos que distraen y concentrarse en el método de meditación. Ella aconsejó que si tales pensamientos surgieran durante la meditación, no se deberían seguir ni resistir, sino simplemente reconocerlos antes de regresar al método de meditación. Este enfoque ayuda a calmar tanto el cuerpo como la mente. La Venerable Yan She también habló de las típicas experiencias físicas y mentales durante la meditación, como dolor, picazón, entumecimiento, cambios de temperatura, movimientos involuntarios y posibles alucinaciones. Comprender estas reacciones es crucial para desarrollar percepciones correctas y avanzar en la práctica.

Al aplicar la meditación Chan a la vida diaria, la Venerable Yan She ofreció ideas sobre "como dormir" y la práctica de "meditar comiendo". Ella enfatizó la práctica Chan de centrarse en una tarea a la vez para mejorar la claridad mental y la conciencia, contrastándola con el hábito común de realizar múltiples tareas. La Venerable Yan She también alentó a los participantes a elegir un punto focal para la autoobservación, ayudándolos a identificar fuentes de estrés y cambios en sus estados físicos y mentales, lo que puede ayudar a aliviar el estrés y relajarse.

La participante Freda Liang compartió que las enseñanzas sobre la meditación sentada le ayudaron a comprender las causas de su malestar durante las sesiones anteriores. Al ajustar su postura con un cojín y concentrarse en puntos claves, ella mejoró su respuesta física y mental al sentarse. Elena Chung, otra asistente, reflexionó que el concepto de “meditar comiendo” le recordaba la importancia de la atención plena y de vivir en el momento presente. Ella planea incorporar una sesión de meditación sentada por la mañana en su rutina diaria para regular su cuerpo, respiración y mente. El voluntario Paul Yin, que recientemente completó un retiro de siete días, expresó que aún obtuvo valiosos conocimientos de los cursos de meditación para principiantes. Compartió sus experiencias del retiro y animó a otros a considerar emprender un viaje similar.

El CMC enfatizó que practicar la meditación Chan es una forma saludable, segura y eficaz de manejar el estrés en la vida moderna. Al concluir la clase, las Venerables reiteraron los "cuatro pasos para manejar los problemas" del Maestro Sheng Yen: enfréntalos, acéptalos, tratalos y déjalos ir, instando así a los participantes a aplicar estos principios en sus vidas.
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