La somnolencia, los pensamientos erráticos, el intento de controlar la respiración , los dolores en las piernas y la tensión general del cuerpo... estos son los problemas más comunes que los principiantes encuentran con frecuencia mientras meditan, lo que los lleva a adoptar una actitud vacilante hacia la práctica de la meditación. De hecho, superar estos problemas es un comienzo para progresar. Esta vez, el Venerable Guo Yuan, Maestro de la Sala de Meditación de la Montaña Tambor del Dharma, explicará las causas y los remedios de los cinco impedimentos principales en la meditación. Aprender más sobre estos cinco obstáculos puede ayudarnos a superar los impedimientos y avanzar más en la práctica.

Venerable Guo Yuan, Maestro de la Sala de Meditación de la Montaña Tambor del Dharma

Primer impedimento: ¿Cómo lidiar con los dolores en las piernas, las molestias, los dolores, la picazón y el entumecimiento al meditar?

Cuando comienzan a meditar por primera vez, es perfectamente normal que los principiantes sientan dolores y molestias en el cuerpo. Cuando tu cuerpo tenga esta reacción física durante la meditación, pregúntate primero si caminas, te paras, te sientas o te acuestas con una postura adecuada o no: ¿Estás de pie con una buena postura? ¿Te sientas derecho? ¿Tu posición para dormir comprime el corazón? ¿Siempre te quedas despierto hasta tarde en la noche? Todo esto afectará directamente el flujo de nuestra energía vital en el cuerpo.


Hoy en día, las personas pasan demasiado tiempo sentadas frente a la computadora y sobrecargan su cerebro, lo que provoca molestias en los hombros, la espalda y los ojos. Estas formas de malestar físico reaparecerán durante la práctica de meditación. De hecho, los obstáculos en la meditación reflejan los hábitos de vida poco saludables que adoptamos. Por lo tanto, debemos prestar atención a nuestra postura corporal y ajustarla, según sea necesario, en todo momento. No esperes a que aparezca un problema físico para cambiar tus hábitos. Esto sería equivalente a torturar tu cuerpo.

En cuanto a los dolores en las piernas durante la meditación, esto ocurre porque no te has acostumbrado a sentarte con las piernas cruzadas. Como principiante, puedes comenzar con una práctica de tiempo corto, tal como una meditación de 20 minutos, y aumentar gradualmente la duración de la sesión con el tiempo. Con ejercicios de flexibilidad, estiramientos y masajes corporales antes y después de la meditación, y un equilibrio saludable entre la mente y el cuerpo, los dolores en las piernas disminuirán con el tiempo.

Cuando sientas dolores en tus extremidades, nunca debes rechazarlos o resistirlos, sino, en cambio, aceptarlos. Mientras no tengas dolores en el pecho ni dolores de cabeza, los dolores no deberían ser un gran problema. Nuestros músculos tienden a contraerse inconscientemente cuando hay dolor en el cuerpo. En momentos como este, es importante tener una actitud de aceptación; aceptar el dolor hará que a su vez éste disminuya . Luego, intenta relajar los músculos tensos alrededor de los puntos sensibles. Cuando aceptamos el dolor y relajamos los músculos tensos, el dolor se vuelve más manejable. El dolor, el entumecimiento y la picazón son señales de ajustes en los canales de energía o Nadis; por lo tanto, no tenemos que prestarles especial atención. Un buen masaje después de la meditación disminuirá los malestares corporales con el tiempo. Además, sentir una sensación de frescor o calor mientras meditas es una buena señal de que hay menos bloqueos en los canales de energía de tu cuerpo.

 
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